“SIEMPRE PARA ADELANTE”
Detrás del camión de residuos, corre 27 kilómetros diarios y sueña en grande: “Quiero ser un atleta de elite”

Gabriel Leiva es uno de los deportistas destacados de la actualidad local. Hace ocho años trabaja en Higiene Urbana. Desde fines del 2018 tiene claro qué quiere para su futuro. Esfuerzo, humildad y espíritu de superación se complementan con sus envidiables condiciones físicas. “Me gustaría llegar a un mundial y dejar a Gualeguaychú bien arriba”, dice.
Luciano Peralta
“Siempre para adelante”, dice Gabriel. Se refiere al trabajo que hace todos los días (menos los domingos) desde las cinco y cuarto de la mañana, cuando casi todos dormimos. Habla de “nosotros”, en plural, porque es recolector y en su equipo laboral son tres: dos recolectores y el chofer.
Aunque se refiere a su trabajo, el que realiza hace ocho años, ese “siempre para adelante” aplica al resto de su vida, especialmente al atletismo.
Nacido y criado en el barrio de Pueblo Nuevo, a Gabriel Leiva (26) siempre le gustaron los deportes. Hizo fútbol, básquet y hasta canotaje, con el multicampeón Roberto Palacios, en Pescadores, el otro club del barrio. Pero fue recién hace tres años que encontró lo suyo, eso que tan bien le hace y en lo que se descubrió con buenas condiciones.
“La primera carrera fue la Vuelta de los Ocho, a fines de noviembre del 2018, cuando mis compañeros de trabajo me pagaron la inscripción y me dijeron ‘andá a correr’”, cuenta y rescata el empuje de Víctor Oliva y Néstor Gómez, dos atletas de renombre y larga trayectoria.
Esa carrera fue la primera y la ganó. “No sé qué tiempo hice, sinceramente. Siempre corrí sin reloj, hasta hace cuatro meses”, responde a la pregunta obligada por su marca. Gabriel es humilde, respetuoso. Después de esa primera experiencia se sumó al grupo de Alejandro Belén. Cuenta al respecto: “Cuando yo llegué a la competencia y estaba solo, fue el único grupo que me invitó a calentar con ellos. Vi la humildad que tenían en ese momento y me sumé. A mí me ayudaron un montón, me ayudaron con la alimentación, porque para competir tenés que estar bien alimentado y eso no es fácil. A las competencias me llevaban y no me cobraban el combustible. También, si en alguna carrera gané plata, que las hay, nunca me pidieron para el grupo, entendés. Esas cosas las valoro mucho, por eso los hago parte de las cosas lindas que me pasan, yo no me corto solo”.
Después de ese primer podio vinieron muchos más. Gabriel hace la cuenta rápido, en el aire, y suma más de 50 competencias y varios primeros puestos. Ha corrido en Concordia, en Concepción del Uruguay, en Villaguay y en otros lugares de la provincia. En el 2019 salió campeón entrerriano en Nogoyá luego de diez fechas.
Lo llamativo de esta historia es que todos los días, además de los diez kilómetros de entrenamiento, corre 27 kilómetros detrás del camión de residuos. Se baja y sigue corriendo.

“A veces, hacíamos dos turnos o tres, vos tenías que estar a disposición del celular, si te llamaban para trabajar había que estar, eso me dificultaba mucho poder entrenar bien. Además, para cumplir con las horas exigidas tenía que hacer doble turno, era un gran esfuerzo, sobre todo los martes y jueves, los días que hacía pasadas”, cuenta. “Por un lado, el camión te ayuda a mantenerte en actividad, pero por otro te desgasta demasiado y eso después lo ves en el rendimiento, en las carreras”.
“Los horarios de trabajo dependen, van cambiando. A veces son tres horas, a veces cuatro o cinco, depende de la cantidad de basura que haya, es muy cambiante. Somos un equipo de tres: el chofer y nosotros atrás. Nosotros vamos para adelante, tratando de no exigir al otro, porque si se cansa vamos a tardar más, no tiene sentido”, dice. Y salta a la competencia, como salta del camión a la calle y de la calle al camión: “Primero, quiero afianzarme bien en los 10 kilómetros. Después sí hacer la maratón de New Balance, que es de 21 y recién después de eso llegar a los 42. Pero no me quiero apurar, sé que todavía me falta”.
Afortunadamente, el Municipio y la Caja de Jubilaciones Municipal vienen acompañando al joven de Pueblo Nuevo para que pueda viajar y tener indumentaria y zapatillas acorde a su nivel. “Eso suma mucho”, dice y cuenta que, ahora que puede, quiere terminar el secundario y, por qué no, empezar a estudiar para ser entrenador. También es consciente que, para ser un deportista de alto nivel debe dejar de correr detrás de los residuos, pero no se apura. Sabe que no depende de él y que “si hay trabajo hay que cuidarlo”.
“Mi sueño es seguir mejorando y ser un atleta de elite. Me gustaría llegar a un mundial y dejar a Gualeguaychú bien arriba”, expresa, sincero. Y baja al barrio: “La situación está difícil, hay muchas familias con problemas de todo tipo, está el tema de la droga, el deporte es una salida para todo eso”.
Por último, a la pregunta ¿Qué te ha dado el atletismo? Gabriel responde con una anécdota bien fresquita. “En Larroque, después de la última carrera que corrí, el papá de un nene de seis, siete años, me regaló un dibujo, su hijo me había dibujado a mí y decía que me quería conocer. Después los perdí, ojalá que nos volvamos a cruzar así puedo ir a su casa, visitarlo y charlar con él. Esas cosas te llenan el alma”.