Día de la Memoria: La violencia en el silencio y en las palabras
A 37 años del sexto golpe militar, desde 1930 a nuestros días, continúa siendo materia de análisis en ámbitos académicos, institucionales y hasta en los medios de comunicación.El brutal avasallamiento a los derechos humanos, los crímenes de lesa humanidad, las torturas físicas, psicológicas, el robo sistemático de bebés, su apropiación y cambio de identidad, los vuelos de la muerte, el endeudamiento para mantener los centros clandestinos de detención y la censura, se plantearon como algunos de los pilares más importantes de este capítulo en la historia argentina.No menos importante fue el saldo que dejó en la cultura de todos los argentinos; una herida arraigada en la idiosincrasia nacional, en nuestro lenguaje, en nuestra forma de mirar al otro y hasta en la forma de informarnos.Los medios de comunicación, jugaron pues, un papel trascendente en la concreción del golpe, afianzamiento de los militares en el poder y el avance sobre las libertades. Cuestiones cotidianas como escuchar la radio, leer el diario o mirar la tele, se convirtieron en los 70, en un espacio de manipulación social donde sin ninguna sutileza se interpelaba al público a "gustar del silencio".El discurso no es inocente: "El silencio es salud"; "no te metas"; "algo habrán hecho"; todas frases para mantener el miedo y el silencio instalados en la trama social.Los medios masivos de comunicación, también jugaron un papel importante, mientras que muchos periodistas fueron censurados sistemáticamente, perseguidos, y hasta algunos debieron abandonar el país; otros, en tanto, fueron cómplices abiertos a la dictadura cívico militar. Dar la vida por la verdadEl escritor y periodista Rodolfo Walsh, fue uno de los que puso su vida a disposición de la verdad. Cuando muchos aseguraban "desconocer lo que estaba pasando", Walsh envió una carta abierta a las Juntas Militar, al conmemorarse el primer año del golpe.Marzo de 1977: Escribe: "La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. ...han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina".Y continúa: "Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio. Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido".Rodolfo Walsh continúa detallando como si fuera hoy, lo que estaba sucediendo en ese momento. Luego de enviar la carta abierta, el periodista y escritor fue secuestrado y nunca más se supo de él. Fue un hombre íntegro, que a sabiendas de lo que acontecía, decidió dar su vida por la verdad.
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