Dieron el último adiós al reconocido periodista Luis Panelo
Luis Alberto Panelo murió ayer, luego de una corta pero cruel enfermedad. Lo despidieron su familia y sus amigos con profunda congoja. Pero todos coincidieron en una característica del periodista: su buen humor.Estela GigenaLuis Panelo falleció en la madrugada del lunes en el Sanatorio Agos, adonde había sido internado a fines de la semana pasada. Desde mediados de abril luchaba contra una cruel enfermedad que, finalmente, fue más fuerte.Hace un tiempo que había dejado de conducir programas en la televisión local para dedicarse "a disfrutar de la vida, de los nietos y de la casita en Pueblo Belgrano", según me confió hace un par de meses.Tenía 63 años y una vida intensamente vivida. Comenzó el amor con los medios con LT41 y luego siguió capacitándose. Trabajó en medios nacionales, en Paraguay y en Uruguay, y volvió a su Gualeguaychú a seguir "haciendo radio". Luego llegó la posibilidad de la televisión y allí arremetió, siempre tratando de mejorar, innovando e invirtiendo en un mundo que no es sencillo, como lo hace un apasionado.Fue un anfitrión esmerado en los asados de costilla ancha con los que nos agasajaba a los amigos y colegas y siempre tenía el dato de la fonda escondida donde "se come la mejor carne".Pero sobre todo tenía buen humor. Sus profundos análisis periodísticos eran tan buenos como sus reflexiones en broma que hacían reír y a veces, llorar. Tenía anécdotas e historia inimaginables y las contaba con la misma rigurosidad de la nota periodística, pero con pizcas de humor que las hacían atrapantes. LOS MEJORES RECUERDOSSus colegas, Horacio Rivas, Eduardo Gurovici y Claudio Lencina lo conocían bien. Y los tres coincidieron en su particular sentido del humor."Yo lo conocí en el año '76 cuando vine a vivir acá. Y tuve oportunidad de compartir muchas cosas. Él era un apasionado, sobre todo de la radio, no tanto de la televisión. Su medio era la radio. Sus programas eran con mucho humor. Compartí con él el programa en la vieja LT, en Fray Mocho, "Hola Gente", en el cual nos divertíamos mucho. La pasábamos muy bien, nos reíamos mucho. Él era el tipo que tenía una especial forma de conducir, siempre ligada al humor. Por ahí eran noticias que no te llamaban a hacerlo con humor, pero él siempre metía una cuotita", recordó Horacio Rivas. Pero además, destacó que "era un analista". "Y lo hacía desde la investigación; era un buen lector, él devoraba los diarios. Realmente Luis lo hizo con mucha pasión; a su profesión la tomó con mucha pasión".A la hora de definirlo, Rivas destacó "su amor a la profesión, al micrófono, él era más hombre de radio que de televisión. Su contracción, su compromiso", y aclaró: "no es una pérdida sólo para quienes fuimos sus amigos, para quienes compartimos con él, es una pérdida para la ciudad de Gualeguaychú. Un periodista de los quilates de él no abundan y la ciudad, con el correr del tiempo, lo va a recordar con afecto".Eduardo Gurovici, por su parte, expresó que ayer "había amanecido con una de las más ingratas noticias, a pesar de que los recuerdos eran por demás gratos". Y contó que compartían con Luis "la dificultad de hacer periodismo en el interior, y sobre todo en el rubro de él, la televisión, que es el más caro. Ese era habitualmente el tema que nos convocaba. Pero lo que más duele son los pendientes", dijo y explicó: "siempre estábamos pensando en hacer algo juntos y decíamos 'cuando esto pase, lo hacemos. Y siempre había algo que estaba antes. Y bueno, no pudo ser".Dijo que lo va a "extrañar muchísimo", porque "era un tipo sin grises. Y era extremadamente claro al momento de sus definiciones. Eso lo hacía precisamente una buena persona. Transmitía tranquilidad y siempre tenía la palabra necesaria en el momento justo". "Voy a extrañar las reuniones, donde siempre había humor y bromas. Siempre había alguien que era blanco y objeto de las bromas, podía ser él, yo, o algún tercero. Entonces, las juntas y los encuentros pasaban por la diversión, por los chistes, por compartir momentos excelentes. Creo que nadie le va a quitar lo bailado. Vivió como quiso, y en definitiva, vivir como quiso es hacer lo que quiso".Claudio Lencina trabaja actualmente en Canal 4 y si bien Panelo era su "jefe", la relación que los ha unido es la de "amigotes", contó el periodista."Era más un amigo que un jefe. Y aparte una persona que nunca nos dijo: no se puede hablar de esto. Me dio toda la libertad del mundo y creo que esa es la gran virtud. Nos dejó hacer lo que quisiéramos y eso se ve reflejado".Lencina aseguró que Panelo fue "un transgresor dentro de las normas. Siempre dentro los límites era un transgresor. Estaba inventando todo el tiempo algo nuevo. Pero el tema era trabajar con alegría. Eso es lo importante".Coincidiendo con Rivas y Gurovici, Lencina reafirma el buen humor de Panelo. "Todo lo hacía con buen humor, incluso hasta cuando te llamaba la atención lo hacía desde un lado que no te podías enojar. Te hacía sentir que habías hecho algo que no correspondía, pero no te lo decía mal. Eso es importante y valorable. Por eso éramos amigotes. Compartíamos muchas cosas y sobre todo el tema de la política, de ver qué iba a pasar" y recordó: "la última vez que estuvimos me contó su preocupación sobre qué va a pasar en agosto y en octubre. 'Cómo va a quedar todo esto, ¿qué dice la gente?, ¿quién gana?, ¿quién pierde?' Hasta el último momento estuvo analizando todo, porque le importaba y mucho lo que pasaba en la ciudad y en el país. En ese sentido, no es que le pasaba por el costado. Era un alquimista", finalizó.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios