TAREAS DE CUIDADO
Diputados comenzó a discutir el proyecto que busca llevar la licencia por paternidad de 48 horas a 90 días
Es una de las 35 iniciativas legislativas que actualmente cuentan con estado parlamentario. La ley actual es de 1974. La iniciativa incluye a monotributistas y a trabajadores informales. También se crean regímenes especiales para las familias que adoptan o están en tratamiento de fertilidad. La licencia por maternidad pasa de 90 a 126 días.
Luciano Peralta
¿Por qué Argentina todavía sostiene una norma de 1974 (Ley de Contrato de Trabajo) que otorga sólo 48 horas de licencia para los padres varones? Esta simple y obvia pregunta debería ser suficiente para que la política recoja el guante y replantee las discusiones necesarias para poder avanzar en una legislación más justa y acorde a las circunstancias de la actualidad.
Así parece haberlo hecho la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación, que el último martes comenzó con el tratamiento de los 35 proyectos de ley con estado parlamentario que proponen cambios en las licencias por nacimientos. Aunque el de mayor peso político es el titulado “Cuidar en Igualdad”, largamente trabajado y presentado, en mayo del año pasado, por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
La puerta de entrada para comenzar a discutir las iniciativas fue la reunión conjunta entre las comisiones de Género y Diversidad y de Trabajo, ambas presididas por legisladoras del Frente de Todos, Mónica Macha y Vanesa Siley, respectivamente.
Sobre esta realidad Ahora ElDía dialogó con Daniel Jones, quien, además de ser doctor en Ciencias Sociales, politólogo e investigador del Conicet, es parte de la Campaña “Paternar”, lanzada hace dos años y medio e impulsora de la ampliación de las licencias para padres.
“Desde la vuelta de la democracia, hace 40 años, hubo más de cien proyectos de ley para cambiar las licencias laborales. Cuidar en Igualdad es un proyecto mucho más ambicioso que la modificación del régimen de licencias para padres, apunta a la modificación de todas las licencias, a la creación de otras que no existen y a la creación de un Sistema Integral de Cuidados con Perspectiva de Género”, expresó.
“Lo bueno es que existe un consenso generalizado de que hay que modificar el régimen de licencias, la discusión que viene ahora es de cuántos días se otorgan y la inclusión de monotributistas y autónomos, por ejemplo, que es algo contemplado en Crear en Igualdad. Para mí, es fundamental que sean incluidos, porque muchísimos trabajadores se encuentran en esa situación”, puntualizó. En este sentido, a diferencia de otros proyectos, este traslada al Estado, a través del Sistema de Seguridad Social, y no al empleador el costo del pago de las licencias.
La licencia por maternidad, que pasaría a llamarse de persona gestante, pasará de 90 a 120 días y para los padres (persona no gestante, independientemente de su género) de 2 a 90 días. Esta modificación sería gradual: de 15 días cada año, para llegar a los 90 días propuestos en ocho años.
A este respecto, el docente de la UBA e integrante del Instituto de Masculinidades y Cambio Social explicó que dicha progresividad tiene que ver con dos aspectos puntuales: por un lado, ir preparando a los empleadores y que estos vayan adaptándose paulatinamente al nuevo sistema y, por otro lado, “establecer políticas públicas que sensibilicen a los varones para que hagan uso de esta licencia y cumplan con las tareas de cuidado, y no para irse a jugar al fútbol o salir a tomar cervezas con los amigos”.
Adopción y tratamientos
Otro de los cambios promovido es la inclusión de padres adoptantes, que hasta ahora legalmente no contaban con licencias. Además, se crean licencias especiales para quienes tengan o adopten niños/as con discapacidad o enfermedades crónicas.
Si el texto promovido por el oficialismo se convierte en ley, las personas que están buscando adoptar contarán con una licencia extra de entre 2 y 12 días por año para visitar al niño/a o adolescente que se quiere adoptar. En caso de que la adopción prospere tendrán 90 días, 15 de los cuales serán utilizados de forma inmediata y el resto dentro de los siguientes 180 días.
Además, se prevé una licencia especial de 2 a 6 días para acompañar a la pareja que realiza técnicas de reproducción asistida, que pasa de 3 a 10 días si tienen hijos chicos. E incorpora extensiones de las licencias para madres y padres que adopten hijos con discapacidad, o con enfermedades crónicas: será de 180 días. Y en caso de nacimientos o adopciones múltiples la licencia se extiende 30 días por cada hijo/a a partir del segundo.
Tareas de cuidado
La centralidad del proyecto de ley son las tareas de cuidado, de allí el nombre “Cuidar en Igualdad”. Pero, ¿qué son las tareas de cuidado? Básicamente, son todas las actividades que se realizan a diario para asegurar nuestra subsistencia y la de los demás: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niños/as, personas mayores o con discapacidad.
Si bien este tipo de tareas son imprescindibles para la vida de todas las personas, históricamente han sido las mujeres quienes más les han dedicado su tiempo, sin recibir remuneración y debiendo postergar proyectos personales, crecimiento profesional o laboral. Un estudio del Indec es muy gráfico en este sentido: las mujeres pasan un promedio de 5,7 horas por día haciendo trabajo de cuidado mientras que los varones solo dos horas. En la pandemia, la carga de cuidado aumentó y fue absorbida sobre todo por las mujeres (65% de los casos).
“No solo impacta en la vida económica de las mujeres, explicando gran parte de la inactividad, el desempleo y la informalidad en la Argentina, sino que también produce pobreza y desigualdad: invertir en cuidados es una estrategia inteligente para el desarrollo y tiene un efecto multiplicador en la economía. Según la OIT, los países que más invierten en políticas de cuidado alcanzan tasas de empleo femeninas mayores al 70%, generando resultados positivos en términos económicos”, dice el texto del proyecto.
Efectos en el mercado laboral
“En muchos casos no se emplea a mujeres en edad reproductiva por el hecho de que puede ser madre y, en consecuencia, tomarse días de licencia. Pero se lo hace bajo argumentos solapados, porque si no eso sería discriminación laboral y hay legislación que la protege. Existiendo una licencia para varones, esto debería dejar de ser un factor que impida la toma de empleadas mujeres”, indicó Jones, al tiempo que valoró el hecho de que “se esté hablando de licencias obligatorias e intransferibles”. Ya que “al principio, muchos varones no se quieren tomar la licencia, piensan que van a perder posiciones en el mercado laboral o directamente no quieren participar de las tareas de cuidado”.
“El día después que salga la ley vamos a tener un montón de laburo para capacitar y sensibilizar, en este sentido”, adelantó. Y remarcó el lugar que en las agendas de los feminismos han ganado las tareas de cuidado. “Del 2015 para acá, cunado irrumpió el Ni Una Menos, la centralidad de la agenda de género la ocupó muy fuertemente la violencia. Y en esa agenda había una interpelación a los varones como perpetuadores de violencia o como cómplices. Ahora, me parece, sobre todo con lo que sucedió en la pandemia, con todos encerrados y con los varones dentro de casa, muchos de ellos descubriendo qué son las tareas de cuidado, este tema ganó una gran centralidad”, celebró.
“Más allá de los proyectos de ley, esta agenda positiva es una gran herramienta para interpelar a muchos varones. Porque el varón que no se ve como violento piensa que la violencia no tiene nada que ver con él. El tema de los cuidados puede ser una puerta de entrada para empezar a laburar otros temas de masculinidades”, apuntó.