EMPODERAMIENTO
Dos Carmelitas Descalzas denunciaron al arzobispo de Salta y a dos curas por Violencia de Género
Uno de los acusados es el monseñor Mario Carngello. Los otros son Martín de Elizalde y Lucio Ajaya.
Un grupo de monjas del Convento San Bernardo de Carmelitas Descalzas, en Salta, denunciaron por Violencia de Género al arzobispo monseñor Mario Cargnello, quien las maltrata y las somete desde hace 20 años. Además fueron denunciados dos curas que pertenecen al convento.
Por ese motivo, la Justicia les prohibió a los tres hombres que se acerquen a la residencia donde viven las monjas. Por otra parte, el próximo mes deberán dar la cara en una audiencia para dar las explicaciones sobre los maltratos y el sometimiento que sufrieron las mujeres. Además de Cargnello, los otros acusados son los curas Martín de Elizalde y Lucio Ajaya.
Según la abogada de las monjas, Claudia Zerda Lamas, los maltratos de las autoridades eclesiásticas, que por supuesto son hombres, hacia las monjas era constante. “Las situaciones de hostilidad, que se dieron desde 1999 hasta el lunes pasado, llevaron a que la madre superiora decidiera hacer esta denuncia”, explicó la letrada.
La denuncia realizada por la madre superiora del convento fue realizada la semana pasada en la Oficina de Violencia Familiar y de Género de la justicia salteña. La causa quedó a cargo del Juzgado de Violencia Familiar y de Género 3, a cargo de María Carolina Cáceres Moreno.
La causa fue caratulada como “Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas contra Cargnello, Mario Antonio; De Elizalde Martín, por violencia de género”. Horas después, otras monjas pidieron que al expediente también fue agregado otro cura que ejerció Violencia de Género contra las mujeres. Su nombre es Lucio Ajaya.
En una entrevista, la abogada de las monjas relató sobre los hechos que sufrieron puertas adentro del convento durante, al menos, las últimas dos décadas: “El hostigamiento que padecían era insoportable. Las carmelitas descalzas necesitan vivir sin violencia, cuidar su integridad física, que respeten sus creencias y la autonomía del monasterio”.
Por todo eso, la jueza resolvió, además de prohibirles acercarse a menos de 300 metros del Convento, intimar de manera provisoria a Cargnello, De Elizalde y a Ajaya a que se “abstengan” de ejercer actos de violencia de todo tipo y bajo cualquier modalidad en contra de la madre superiora, María Fátima del Espíritu Santo, y el resto de las monjas. Además las monjas ahora cuentan con custodia policial las 24 horas.
Por su parte, el abogado de Cargnello, Eduardo Romani relató que no pudo leer el expediente y que no sabe de qué se lo acusa a su cliente. Aunque dijo que el día de la audiencia, fijado para el 3 de mayo, se presentará ante la Justicia.
Según trascendió, las monjas habían realizado una denuncia ante el Vaticano pero jamás recibieron una respuesta. Al enterarse de esa carta enviada a la Santa Sede, los maltratos y los actos de Violencia de Género se habrían multiplicado.
“El trato que reciben las monjas por parte del arzobispo, que es la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Salta, les generó un enorme sufrimiento y daño durante muchos años. Ese maltrato se da desde que llegó a Salta y es muy duro para todas ellas”, explicó la abogada.
Al ser consultada sobre los hechos en cuestión, Zerda Lamas explicó: “Hay incontables agresiones verbales, otras que han ido un poquito más, amenazas. El solo hecho de amenazar o soslayar la posibilidad que pueda ser intervenido el convento, sin razón por supuesto, y que pierdan su casa, su hábitat natural, altera la vida de las monjas, que se rigen por las reglas carmelitanas”.