
El procedimiento se realizó a raíz de la investigación que se abrió por el violento robo que sufrió el miércoles 7 de noviembre la periodista Ana Carina Bradanini, que fue golpeada y maniatada junto a sus hijas en el baño de la casa.
La Policía de Concordia realizó ayer dos allanamientos en forma simultánea en busca de elementos y la detención de dos personas sospechadas de participar en el robo agravado a la periodista. En el primer domicilio se detuvo a un hombre de 43 años y se secuestró un revólver calibre 32 largo con cartuchería, tres teléfonos celulares, un ladrillo de marihuana con peso aproximado a los 800 gramos y dinero en efectivo.
En la segunda vivienda se detuvo a un hombre de 33 años, que al ser requisarle sus pertenencias se le encontraron catorce envoltorios de nylon con cocaína. Además se identificó a una mujer de 57 años, informó Diario Río Uruguay.
El hecho por el cual nacieron estas detenciones y allanamientos se produjo la noche del 7 de noviembre, y todo lo sucedido fue relatado en primera persona por la víctima en su cuenta de Facebook.
"El miércoles a la noche estábamos de sobremesa de cena con María Irigaray, cuando tres hombres armados, vestidos exactamente igual (desde el pasamontaña hasta el calzado) patearon con precisión profesional, la puerta de entrada de mi casa. La misma estaba cerrada con llave y alarma, e ingresaron violentamente apuntándonos", describió Bradanini.
"Nos pidieron que desactivemos la alama y querían la plata. (En este punto, deseo aclarar que somos una familia de trabajadores, mi marido, mis hijas mayores, a hasta mi hija de 12 años hace fotos a veces, y yo TRABAJAMOS y con mucho sacrificio pudimos construir una linda casa prefabricada y una pileta IGUI que pagamos en cuotas.) En casa nunca hay plata, como no la hay en la mayoría de nuestros bolsillos", aclaró la mujer.
"Lo cierto es que maniataron y encerraron en un baño a mi hija de 12, y lo mismo con María de 24. Las encerraron con el perro bajo pena de matarlos si el perro ladraba. Segundos antes le habían dicho a Leticia que se siente en el inodoro, creímos que la mataban", describió a través de su cuenta en la red social.
"En cuanto a mí, uno de los delincuentes me llevo a mi pieza y me golpeó repetidamente pidiéndome la plata, los dólares y si teníamos armas. Cada respuesta negativa era un golpe de precisión profesional y/o algún otro tipo de intimidación mayor. Con conductas como cargar la pistola, levantarme la ropa y decirme "encima estas rebuena" vamos para el otro cuarto, acostate boca abajo, que bajara la cabeza mientras sacaba la traba de la pistola, atarme las manos atrás fuertemente con precintos y volverme a pegar", detalló sobre la violencia del robo.
"Alternadamente yo perdía la conciencia y sangraba mucho. Cuando finalmente se convencieron de que no había dinero, y no querían ningún bien material, nos avisaron que se llevaban los celulares para tirarlos y me pidieron la llave del auto. En el Renault 9 se escaparon. Nos amenazaron con que uno se iba a quedar y que la primera que se paraba, la mataban".
"Estuvimos quietas un rato pero mis manos atadas con precintos no soportaban las presión. Por eso nos encerramos en el pequeño baño de servicio, trabamos la puerta donde habían estado encerradas las nenas, nos hicimos de una de las computadoras viejas y a través de Facebook logramos comunicarnos con mi hermano. Que fue quien alertó a la Policía y la ambulancia".
"Es increíble que en estas circunstancias yo tenga que agradecer a uno de los delincuentes que mantuvo la calma, que evitó que me violaran o disparan, veló por mis hijas y me arrojó agua para que vuelva en sí, tapándome con una frazada", opinó sobre el final de su crónica.