Educar al soberano, una prioridad del Estado
Desde los distintos niveles del Estado y organismos públicos se alientan campañas de concientización en procura de mejorar la calidad de vida y evitar riesgos de muertes en las rutas y en las zonas urbanizadas. Si bien -pareciera que nunca es suficiente.En algunos casos como en Gualeguaychú se ha encarado desde hace varios años a esta parte campañas y operativos viales para brindar seguridad y a la vez para controlar el estado de la documentación de vehículos y de conductores.Es una tarea de largo aliento que tiene sus resultados positivos y prácticos pero que no debe abandonarse ni un instante, porque las personas que nos conducimos en la vía pública nos comportamos de tal suerte que pareciera que nunca nos llegan los mensajes claros y precisos para ayudarnos a superar problemas.Igualmente, es digno de destacarse la acción conjunta de organismos públicos, escuelas y otras organizaciones que humanizan la vida y le dan sentido al vivir en una sociedad, con respeto y solidariamente.Es que es una verdad cuando desde el sistema educativo argentino se proyecta una "educación en valores". Valores que quienes integramos esta sociedad hemos perdido o tratamos de pisotear con nuestras diarias acciones, cuando cometemos infracciones que podrían afectar nuestra vida y la de nuestro prójimo. No es una regla para todos, porque es justo reconocer que existen excepciones y muchas.Es cierto: en las escuelas se ha tomado como un claro objetivo la educación vial y se trabaja mucho con los chicos. Esto es un avance importantísimo para ir superando a futuro los comportamientos en la vía pública y en el respeto a las normas de tránsito particularmente.El problema es de las personas adultas y de jóvenes que conducen con imprudencia y es esto lo que ocasiona perjuicios en los accidentes.Educar e insistir en esto es importante, necesario y permanente. Seguramente no alcanzará pero la intención es reducir los accidentes y muertes. Y, por supuesto, mejorar la calidad de vida y la convivencia entre quienes vivimos en esta Casa Grande que es la ciudad.En definitiva la educación nos da las herramientas del conocimiento para que nosotros actuemos correctamente. Está en cada uno de nosotros reconocer que cometemos errores e imprudencias, que son evitables. Es muy probable que si todos prestamos atención y respetamos las reglas y normas, primero saldremos de esta suerte de anomiato (sin reglas ni límites) en el que se está inmerso, y segundo, habremos dado un paso o salto cualitativo como comunidad. En gran medida, de cada uno de nosotros depende. Ser responsables en las rutas y caminos Transitar por Entre Ríos resulta, muchas veces, un poco complicado, tanto en rutas y caminos rurales. Hay zonas donde el peligro está más acentuado y tiene que ver, en muchos casos, por la presencia de animales sueltos o la presencia de desprevenidos ciudadanos al volante que salen de los campos a una velocidad inusitada, y suben a la calzada sin observar lo que pasa alrededor. Seguramente que el lector, al leer esta columna, recordará algún hecho que le tocó vivir.¿Cómo se resuelve?. En primer lugar, y una vez más, hay que plantear que la persona que está frente a un volante sea responsable y solidaria con los demás. ¿Cómo se consigue ello?. Con educación, más educación y sin olvidar la cultura de la responsabilidad. No es difícil pero hay que insistir.El sábado 31, en Ruta 136, se produjo un accidente que pudo terminar en tragedia. Y en este caso la presencia de animales sueltos derivó en colisiones y vecinos heridos. Allí también debe primar la responsabilidad. No se comprende cómo desaprensivos propietarios de caballos o vacunos permitan que se den este tipo de situaciones.Pero debe ponerse un coto. El diputado Jaime Benedetti presentó un proyecto con el objetivo de contribuir a la reducción o eliminación de accidentes en el territorio provincial por la presencia de animales sueltos en las rutas y caminos."Aún cuando la tendencia marca una disminución de accidentes en las rutas y un incremento en los siniestros urbanos, Entre Ríos ocupa el quinto lugar nacional por muertes en colisiones", señala en el legislador de Gualeguaychú.Frente a este panorama, propone darle herramientas al Estado para que vigile y sancione el incumplimiento del deber de propietarios y arrendatarios, que queda establecido, de cuidar los cercos y alambrados, así como el de sancionar la falta de cuidado incluso con arresto, cuando se producen.No obstante, destacó que el propio Estado es responsable cuando el accidente se produzca en las rutas y caminos sometidos a su jurisdicción por falta de servicio. "Porque el Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad, a través del poder de policía de seguridad, que si bien es cierto que debe limitarse, no puede ser absoluto, tampoco puede desvirtuarse, perder peso ni dejar de cumplirse so pretexto de las grandes extensiones de rutas".Seguramente que el tema originará diversas opiniones. Y serán bienvenidas en el marco de encontrar una respuesta a tanta irresponsabilidad e inconciencia. Ser dueño de un auto o de un animal no da derecho a conducir cómo se quiera o dejarlo suelto, respectivamente. Hay que pensar en el prójimo. Piden apoyo de los vecinos "El Establo", la asociación civil constituida para promover el desarrollo de la equinoterapia en Gualeguaychú, necesita del apoyo solidario de la comunidad.Aunque ya han recibido distintos aportes de empresas y particulares para llevar adelante la iniciativa, la entidad ha iniciado una campaña para sumar más respaldo. Quienes deseen colaborar pueden dirigirse a [email protected] equinoterapia es un método de rehabilitación de secuelas producidas por patologías de diversos orígenes, mediante la utilización del caballo como medio terapéutico.De lo que se trata es de cubrir un campo que hoy necesitan las instituciones que trabajan con personas con capacidades diferentes, instituciones que tienen una importante tradición en Gualeguaychú.La idea es que "El Establo", aprovechando las características únicas del caballo al andar, encare una rehabilitación integral y recreativa, sirviéndose de un grupo de profesionales.Dichos profesionales trabajarán en distintas áreas: psicológica y emocional, de la comunicación, socialización y relacional, físico/psicomotora y pedagógica.Al proyecto lo impulsa un grupo de inquietos vecinos: Marta Cristina Gorosterrazú, Antonio Albónico, Maria Teresa Riolfo, Santiago Alcalá, Fabricio Emilio Alcalá, Carolina E. Etchegoyen, Roxana E. Basso, Emilio C. Alcalá, Luis Humberto Rodríguez, Miguel Ángel Soto, María del Carmen Razzetto, Antonio Santiago Rodríguez, Julio César Derudi y Luis Horacio Arrate.Ojalá este emprendimiento de la sociedad civil, que viene a acrecentar el activo comunitario y social de Gualeguaychú, obtenga la ayuda necesaria para plasmar sus objetivos.
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