EEUU negó la entrada y deportó a un artista argentino con residencia
El viernes 24 de febrero pasado, Juan García Mosqueda, voló a Nueva York, la ciudad donde vive legalmente desde hace diez años y donde se encuentra su galería, Chamber.Un curador de arte argentino con residencia legal en Estados Unidos denunció hoy que fue detenido e interrogado en un aeropuerto norteamericano y, tras 14 horas, deportado a Buenos Aires, en el primer caso conocido de un argentino expulsado de ese país desde que Donald Trump prometió reforzar los controles migratorios.El veto inmigratorio decretado por Trump contra refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana fue suspendido hace casi un mes por la Justicia federal estadounidense y desde entonces el flamante gobierno republicano no emitió nuevas prohibiciones.Sin embargo, en varios discursos el mandatario advirtió que las autoridades fronterizas están aumentando la vigilancia y los controles.El viernes pasado, Juan García Mosqueda, un reconocido curador de arte, voló de Buenos Aires a Nueva York, la ciudad donde vive legalmente desde hace diez años y donde se encuentra su galería, Chamber, una de las paradas frecuentadas por la vanguardia cultural que domina el moderno barrio de Chelsea, en el suroeste de Manhattan.Ni bien aterrizó en el aeropuerto neoyorquino JFK, guardias fronterizos lo detuvieron y escoltaron hasta una sala de interrogación.García Mosqueda no explicó cuál fue el argumento que le dieron los guardias fronterizos estadounidenses para negarle el ingreso al país o, siquiera, si le dieron uno."El proceso fue deshumanizante y degradante en todo momento", contó en una carta abierta publicada hoy por su galería neoyorquina en su cuenta de Instagram."Me interrogaron bajo juramento y me amenazaron con la posibilidad de prohibirme la entrada al país durante cinco años. El guardia fronterizo me negó el derecho a un abogado y argumentó con arrogancia que los abogados no tienen ninguna jurisdicción en las fronteras", continuó."Durante las próximas e insorportablemente dolorosas 14 horas, me prohibieron el uso de cualquier tipo de comunicación y el acceso a mis pertenencias, que fueron ferozmente examinadas sin ningún permiso. Me negaron comida. Me cachearon tres veces antes de poder ir al baño, en donde no tuve ninguna privacidad y estuve bajo vigilancia constante de un guardia", agregó.En 2014 fundó la galería Chamber en el barrio de Chelsea, un espacio que combina una fachada futurística con un interior ecléctico que busca recordar los antiguos salones de estar. El local no es fácil de encontrar porque se encuentra justo debajo del paseo aéreo que recorre parte del suroeste de Manhattan, The High Line.El joven artista fue muy claro al vincular su detención y deportación a la avanzada anti inmigratoria que lanzó Trump ni bien asumió la Presidencia, el 20 de enero pasado.
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