El acusado de abuso de menores se presentó a indagatoria, pero no declaró
José Alejandro Guerrero, de 47 años, fue imputado de "corrupción de menores bajo la modalidad de delito continuado y abuso sexual simple reiterado, los cuales concurren en forma real entre si". Tiene vigente una condena condicional de tres años por "abuso simple reiterado".La organización "Con los Gurises No", que se conformó en Urdinarrain tras lo sucedido con Javier Broggi, llegó ayer a Gualeguaychú para 'escrachar' en la puerta de Tribunales al hombre que está acusado de abusar de dos menores de 10 y 14 años en un complejo de bungalows sobre el camino al Ñandubaysal.Ese hombre, José Alejandro Guerrero, se presentó por la mañana a indagatoria acompañado del defensor oficial Pablo Ledesma, fue examinado por el médico, y por consejo del abogado no declaró. El fiscal Martín Gil lo imputó por "corrupción de menores bajo la modalidad de delito continuado y abuso sexual simple reiterado, los cuales concurren en forma real entre si", delitos que le podrían caber una pena mayor a los 10 años de cárcel. Pero además se le revocaría la pena condicional que le fue impuesta por la Cámara del Crimen de Gualeguay en febrero del 2012 y también se sumaría el agravante de ser delitos que concursan entre si.La situación de Guerrero es muy complicada, porque además de sus antecedentes condenado por abuso simple reiterado, las cámaras gesell realizadas a los chicos de 10 y 14 años que fueron víctimas de los abusos, habrían arrojado resultados impactantes para el avance de la causa.El Fiscal, por el momento, no solicitaría la prisión preventiva del imputado, pero pidió que se le practique la pericia psicológica psiquiátrica, la cual todavía no fue autorizada, aunque una vez confirmada, la superintendencia de la Cámara Penal de Gualeguaychú será quien designe a los peritos.Guerrero fue protagonista de un hecho que tomó trascendencia en 2009. Por ese entonces vivía en calle Gualeguay, a media cuadra de avenida Parque, y fue la Policía la que debió intervenir para que los vecinos no lo lincharan luego que se conocieron los abusos que había cometido este hombre hacia dos menores.La madre de un chico que por esa época tenía 8 años, relató a ElDía lo difícil que se le hace a su familia remover toda esa pesadilla de la que fue víctima su hijo. "Cuando nos enteramos que estaba en Pueblo Belgrano, ya había sido tarde, ya había abusado de estos dos chicos", comentó.En 2012 fue condenado por dos hechos de abusos simples reiterados, pero esta mujer cree que en el barrio quedaron muchas otras víctimas. "El abuso es como una bala que entra en el cerebro, es algo que siempre está y que nunca desaparece", confió con el dolor que solo una madre conoce por el padecimiento de su hijo.Guerrero fue beneficiado con una pena condicional (sin prisión) y como medida restrictiva debió realizar trabajos comunitarios en una parroquia, según lo dispuesto por los camaristas gualeyos. Esto causó resignación entre los parroquianos y tras poner su oposición, Guerero desapareció. Nada se supo de él, hasta ahora.
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