TAMBIÉN PIDEN POR UN CENTRO DE SALUD
El Barrio Curita Gaucho crece contra viento y marea: los vecinos reclaman mejoras en calles e iluminación

Gualeguaychú es una ciudad que no para de crecer con 10.000 personas que se suman cada década a la población. Las fronteras de la parte urbana se extienden cada vez más. Limitada por el Río Gualeguaychú al este, en el norte por El Arroyo El Cura y al sur por el Gualeyán la ciudad se extiende hacia el Oeste con la construcción de nuevos barrios que van más allá del Bulevard Martínez.
Por Fabián Miró
Uno de ellos, es el Barrio Curita Gaucho que está muy cerca de lo que fue la casa paterna del Padre Luis Jeannot Sueyro. Hace poco más de 5 años que se levantó, con un total de 85 viviendas según lo expresado por los vecinos. Es uno de los más alejados del casco urbano. Es más, buena parte del mismo está bordeado por monte nativo bajo que según lo averiguado sería destinado en un futuro a nuevos barrios.
Se sabe, uno de los grandes problemas que afronta, desde hace un buen tiempo, Gualeguaychú es la falta de viviendas que se acrecienta con el número de personas que eligen la ciudad para vivir.
El “Curita Gaucho” se encuentra a unos 1000 metros del Boulevard de María y a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad. “Estamos lejos de todo, pero tenemos una casa y eso es mucho decir. Una vivienda con tres habitaciones y un terreno como para seguir construyendo, aunque la mano está dura para encarar mejoras” señaló una vecina.
Un grupo de habitantes del barrio, que tiene su propio club y están haciendo sus primeras experiencias en la Liga Amateur de la AFAG, charló con AHORA ElDía en una recorrida por el mismo. Uno de los vecinos comentó que “antes de llegar acá, vivía con mis viejos y cuando tuve que alquilar la economía familiar se complicó, razón por la que acceder a una vivienda fue cumplir con una de las metas más grandes”.
En uno de los accesos al barrio se levanta una construcción “que hará las veces de guardería para pequeños de 4 a 4 años”, según contó otro de los presentes, haciendo referencia a una obra que está bastante avanzada.

Otro de los vecinos señaló que “las viviendas están bien hasta el momento, no tengo nada que objetar, pero es como que trajeron la gente y no se efectuaron mejoras”.
Las quejas son varias y entendibles: solamente un par de calles del barrio están en medianas condiciones de transitabilidad, mientras que el resto deja bastante que desear. La calle que está al fondo y que linda con una cooperativa que construiría más casas, está literalmente detonada: tiene cordón cuneta del lado de las casas, pero del lado de la calle, pegado al cordón cuneta se ha formado una especie de pequeño canal por donde corre el agua que va horadando una obra inconclusa y el estado de la calle en cuestión es deplorable.
En tiempos de sequía hay que transitar con mucho cuidado, en tanto que en épocas de lluvia resulta imposible hacerlo. También en una de las calles internas se encuentra un montículo de tierra de considerables dimensiones hace tres meses y cuando llueve, el agua baja por el barrio y forma pequeños canales.

Una de las grandes quejas de los habitantes pasa por las calles internas y por el acceso. Dijeron que “acá caen dos gotas y no entran ambulancias, remises, nada y los que tenemos coches, debemos cambiarle amortiguadores una vez al año. En caso de enfermedad de algún vecino o vecina, o bien de alguna mujer a punto de dar a luz tenemos que embarcarla en un auto y transitar peludeando los alrededor de 1000 metros que tenemos hasta el Bulevar De María, que dicho sea de paso cuando las precipitaciones son medianamente intensas, también se hace difícil transitar”.

Las Luminarias del Acceso
Los vecinos coincidieron en que es un problema de larga data “el robo de cobre en el tendido eléctrico e iluminación que tiene el acceso al barrio. Sufrimos constantes robos que son difíciles de parar, porque tenemos un monte que bordea el acceso y allí se esconden los que perpetran este tipo de hechos delictivos que nos perjudica a todos. La mayoría de los que vivimos en el barrio salimos a trabajar, muchos a las 6 de la mañana, y en invierno, a esa hora, es de noche”.
Sobre el acceso dijeron que “el estado no es el mejor, prácticamente no se han hecho mejoras y cuando llueve quedamos aislados, rezando para que no pase nada porque en esas condiciones no hay ambulancia o remis que ingrese. Solo la buena voluntad de los que tienen autos que no son muchos. Hay gente que tiene una moto, una bicicleta, también están los que cuentan con un carro, un caballo, gente de laburo, algunos que lo tienen formalmente que trabajan en el Parque Industrial, otros en cooperativas y unos cuantos viven de changas. Y si llueve se les hace difícil salir”.
Centro de Salud
Los vecinos señalaron que “el Centro de Salud más cercano es el Périgan, razón por la que venimos gestionando que se construya algo en el barrio que va a ser de suma utilidad para una zona que seguramente tendrá más viviendas. Es imperioso la construcción de un centro para una atención primaria y en la medida de las posibilidades contar con un salón de usos múltiples para hacer talleres, capacitaciones, ayuda escolar y como punto de encuentro”.
Recolección de basura y colectivos
Los vecinos expresaron que el “servicio de recolección está, pasa en el cronograma estipulado, pero se generan problemas cuando llueve”. Con relación a la frecuencia de colecivos, indicaron que “hay que caminar entre 8 y 9 cuadras para llegar al lugar por donde pasa el colectivo, “siempre y cuando no llueva, Cuando tenemos precipitaciones, al igual que ambulancias y remis, no ingresan los colectivos”.
En cuanto a la educación, los chicos cursan sus estudios primarios y segundarios en escuelas que están sobre la calle Alférez Sobral, arteria que se torna intransitable cuando llueve, a lo que debe sumarse el acceso, razón por la que los chicos pierden días de clase cuando llueve.
El Club
Por iniciativa de un grupo de vecinos que observaban que los chicos no contaban con un espacio “para jugar a la pelota o lo que sea, en un terreno lindante armamos una canchita, conseguimos pelotas y armamos una escuelita que hoy tiene cerca de 100 gurises entre nenes y nenas. Ahora en un terreno cerca del barrio, la Municipalidad está limpiando para lo que en un futuro será nuestra cancha de fútbol con medidas reglamentarias. Hay que terminar de desmontar, limpiar, emparejar, pero todo está dado para que en el corto plazo los chicos tengan su cancha, adquieran un sentido de pertenencia y jueguen y entrenen en la cancha de su barrio. Cabe destacar que Deportivo Curita Gaucho ingresó en la Liga Amateur de la Afag en el 2022 con su equipo masculino. También cuentan con uno femenino y además de fútbol también se practica vóley”.