EL HOBBY DE LA DETECCIÓN DE METALES
El buscador de tesoros gualeguaychuense que desentierra la historia
Anillos de oro, monedas extrañas y antigüedades únicas. Esteban Campostrini ha encontrado prácticamente de todo con su detector de metales. Ahora ElDía habló con él para conocer más sobre la apasionante actividad que comparte con amigos y seguidores.
Hay piezas del pasado que escapan a la vista de quien recorre un campo, un arroyo o una playa. Sin embargo, allí están, y es posible que en algún momento lleguen a manos de alguien como Esteban Campostrini, un joven de Gualeguaychú que encontró algo más que un simple hobby en la detección metálica. En diálogo con Ahora ElDía, Esteban contó los detalles de cómo vive esta interesante actividad, cuyos hallazgos y anécdotas comparte con otros en sus redes sociales y en su canal de YouTube.
¿Cómo surgió tu interés por la detección metálica?
- Creo que por incentivo de mis padres en la niñez. Les gustaba mucho salir a tomar mate los domingos y recorrer campos, íbamos a distintos lugares, bajábamos a los arroyos y siempre nos dio intriga saber qué hay debajo de la tierra, qué era lo que la gente perdía. Siempre me interesó todo el tema de los tesoros, las cosas que la gente pierde, la historia y su contexto. Eso me marcó para siempre. Con el paso del tiempo, empecé a ver que había varios youtubers, de España principalmente, que hablaban sobre esta temática y ahí resurgió este hobby que tenía de pequeño.
¿Cómo empezaste con este hobby?
- Fue por la curiosidad de saber lo que hay debajo de la tierra y las cosas que pierden las personas. Mi sueño era encontrar un anillo que mi bisabuela perdió lavando la ropa en el arroyo Santa Bárbara. Esa historia que me contó mi abuela sobre lo que le pasó a su madre me quedó dando vueltas en la cabeza y me propuse encontrarlo. Es un tema pendiente. En 2014 me compré mi primer detector de metales. Me llegó a mi casa. Estaba súper fascinado. Lo saqué de la caja y fui a probarlo al Parque Unzué. Me acuerdo que saqué una moneda de 100 pesos que circulaban en 1986, con la cara de San Martín. Fue mi primer tesoro y hasta el día de hoy lo conservo.
El detectorista gualeguaychuense sale a explorar por los campos de la zona y la costa del río Uruguay.
¿Desde el principio compartiste tu experiencia a través de las redes y YouTube?
- Cuando comencé no tenía la intención de mostrar y compartir lo que hacía. Tuve el privilegio de poder transitar todo lo que fue la pandemia y el encierro dentro de una chacra de 10 hectáreas, en la zona de La Horqueta del río Gualeguaychú. En ese momento se empezó a hacer popular el tema de los streamers y demás. Así que empecé a hacer videos mientras pescaba y tuve muchas visualizaciones. Con el tiempo, le agarré el gusto a lo que era compartir mis experiencias por las redes. Y un día me dije, “tengo el detector de metales, no he explorado este campo que es de mi familia desde hace mucho tiempo y quiero revivir qué es lo que pasó por esta zona, qué vestigios puedo encontrar de mis antepasados que vivieron durante toda su vida y de generación en generación en La Horqueta”. Entonces hice unos cuantos videos para Instagram y después, copiando a mi mentor Virgilio, el español de Detección Metálica, me armé mi canal de YouTube.
Cuando salís a buscar, ¿vas con alguien más?
- Casi siempre voy con mi familia o con diferentes grupos de buscadores; por ejemplo, en Uruguay, he salido en varias oportunidades con un grupo muy querido con el que he compartido un montón de experiencias y encuentros que se llama “Batalla del Rincón”, que tiene mucho material histórico. Me enseñan y me instruyen de una manera increíble sobre todos sus descubrimientos. En la ciudad tenemos un grupo que se llama “Detección Metálica Gualeguaychú”. También formé mi propio grupo con dos grandes amigos y colegas, Raúl y Fernando. Se llama “Los Pulltaps”, un nombre muy gracioso porque se refiere a la parte con la que abrís la cerveza, las gaseosas y demás latas, uno de los elementos más habituales que encontramos en las playas.
¿Qué lugares exploraste? y ¿Cómo elegís a dónde ir a buscar?
- Principalmente fui a Junín, a la Laguna de Gómez, en busca de anillos de oro. También recorrí mucho la costa del río Uruguay y diferentes campos de la zona. Hago, principalmente, detección consciente, responsable, siempre siguiendo y aplicando las leyes patrimoniales de cada uno de los lugares. No me meto en ningún sitio histórico o de interés cultural o patrimonial. Siempre voy a campos donde sus propietarios me dan permiso.
Esteban comparte sus hallazgos y experiencias en su canal de YouTube @ElÑatoDeteccionMetalica
¿Cuáles fueron los hallazgos que más te sorprendieron?
- Encontré muchas piezas en todo este tiempo: diferentes anillos en las playas; es increíble la cantidad de anillos y cosas que pierden las personas. También, en los campos, descubrí partes de armas, principalmente de revólveres; estribos; monedas que los gauchos perdían; partes de sus cinturones… No puedo quejarme, busqué y encontré un montón de cosas. Es un hobby que te lleva a explorar, a compartir experiencias y a conocer gente maravillosa.
“Es increíble la cantidad de anillos y cosas que las personas pierden”, contó Esteban sorprendido por todo lo que ha encontrado en las playas.
Participaste de eventos de detección metálica…
- Sí, los encuentros los organizan las marcas de los detectores de metales. Tuve el agrado de ir a uno de ellos, el de “Tome y Traiga”, en compañía de “Minelab”, una empresa australiana. Participamos detectoristas de todo el país, compartimos nuestras vivencias y conocimos los nuevos aparatos que ya vienen con avances tecnológicos impresionantes. Tuve el privilegio de participar del “Rally Digger”, un concurso en el cual, en un radio de una hectárea, los organizadores enterraban monedas, cada una sumaba un punto y el que encontraba más, ganaba detectores de metales y premios. Sali tercero a nivel nacional, un gran orgullo.
Estás a días de irte a Europa para seguir allá con esta pasión, ¿qué expectativas tenés para este viaje?
- Es un sueño para mí, poder llevar este hobby al Viejo Mundo. Me postulé para una visa Working Holiday y me la dieron. Así que, en principio, me voy a Portugal, Desde Europa voy a generar contenido, no solo sobre detección y búsquedas, sino también sobre mis experiencias del día a día, quiero ir a lugares poco conocidos, pero muy atractivos a nivel cultural e histórico. Comunicar esta pasión con un enfoque más global. Mi objetivo es salir a buscar en las playas todo lo que la gente pierde en el famoso “verano europeo”.