“El Carnaval es un ejemplo del potencial de las industrias creativas”
Eso le dijo a ElDía Mariana Kunst, funcionaria de la subsecretaría de Economía Creativa (Nación), que ofreció una capacitación para emprendedores culturales en Gualeguaychú. Marcelo Lorenzo La cultura produce riqueza y trabajo. Es una industria que transforma intangibles a partir del talento y la creatividad de los emprendedores culturales. "El mejor ejemplo de esto es el Carnaval de Gualeguaychú, que muestra cómo una comunidad puede movilizar su economía, el turismo, a partir de un producto cultural", explicó Mariana Kunst.Kunst estuvo en Gualeguaychú el jueves 26 de octubre pasado dictando un taller en el marco del programa Academia Argentina Emprende + Cultura, en el cual se capacita a emprendedores locales vinculados a las llamadas "industrias creativas".Ese programa es el resultado de la colaboración entre las subsecretaría de Emprendedores del ministerio de Producción y la fábrica de Emprendedores de la subsecretaría de Economía Creativa del ministerio de Cultura de la Nación.La capacitación es parte de las actividades del Club de Emprendedores Gualeguaychú, integrado a Corporación del Desarrollo (CoDeGu). Es una iniciativa que el gobierno nacional baja al territorio para fomentar la actividad de los creadores en el mundo de la música, el diseño, el mundo editorial, las artes escénicas, los videojuegos y el sector audiovisual.Está orientado a todos aquellos emprendedores de estos ámbitos que deseen adquirir y fortalecer sus capacidades para lograr un proyecto más sustentable en lo económico.En diálogo con este diario Kunst refirió que las industrias creativas incluyen el ámbito de la producción, la comercialización y la distribución de los bienes y servicios culturales.Sostuvo que se trata de una fuerza económica emergente en todo el mundo y sobre todo en Argentina, donde explica el 2,5% de su PBI."Para que se tenga una idea está por encima de la industria energética, por encima del sector de hoteles y restoranes. Está casi al mismo nivel de la industria de la salud privada. Está un poco por debajo de la industria de la construcción. Es un sector potente que ha estado siempre muy subestimado, acaso porque ha sido siempre muy difícil de medir", explicó.La entrevistada comentó que en el taller dictado en el Club de Emprendedores local se capacitó a gente proveniente de distintos rubros, como teatro, diseño textil, diseño industrial, publicidad, editorial y gastronomía, entre otros. MODELO DE ECONOMÍA CREATIVA- ¿El Carnaval de Gualeguaychú entra dentro de la categoría de industria creativa?Mariana Kunst:- Totalmente. Y es el mejor ejemplo de cómo una ciudad ha logrado agregarle valor a una expresión cultural colectiva. El Carnaval es una marca, un valor simbólico diferencial, es una forma de identidad de indudable impacto económico. Muestra cómo la industria cultural está sumamente vinculada al turismo, su poder multiplicador. - Convengamos que los creadores culturales no suelen tener una visión del negocio, ni miran primariamente el rédito económico...- Es cierto; muchos de ellos estuvieron asociados históricamente al hobbie, al pasatiempo. Esto tanto desde el punto de vista del que crea como del que consume en un plano de ocio o entretenimiento. Lo que la economía creativa viene a plantear a ese creador es si le gustaría convertir ese hobbie en un modo de vida, es decir en una actividad de la que pueda obtener recursos económicos para su sustento. En términos generales los emprendedores culturales tienen un trabajo con el que obtienen un ingreso principal y lo que producen como creadores les genera un segundo ingreso. Este programa busca que den ese salto definitivo para poder vivir de las propias creaciones. Pero eso implica adquirir competencias y habilidades necesarias para llevar adelante un emprendimiento económico que sea sustentable en el tiempo. - Eso significa que hay que unir la idea cultural con un modelo de negocio, vincular el arte con la economía ¿Es así?- Puedo contestar con mi propia experiencia. Soy economista y también productora audiovisual. Estudié las dos cosas. Y siempre fue un camino muy difícil articular estas dos actividades, que en principio respondían a intereses diversos. Eran perfiles muy distintos, al punto que en un momento me encontré con una crisis de identidad. Pero cuando iba a cursar algunos docentes me ayudaron a ver que esas cosas se podían unir. Entendí que no son realidades excluyentes y pueden perfectamente converger. Buscarle el lado económico a lo que uno hace no debe ser algo negativo. Es cierto que para el artista pensar que lo que hace es por dinero es como una ofensa. ¿Pero por qué no poder vivir de aquello que uno mejor sabe hacer y que a la vez es lo que más ama? - Muchos pintores, por otra parte, son los mejores negociantes de sus cuadros...- A muchas bandas de música, que se van de gira por el país o el mundo, tampoco les va mal. Diría que el objetivo de las capacitaciones que estamos dando apunta a dar herramientas a todos aquellos creadores que están en una fase inicial como emprendedores. Se trata de ayudarlos a pensar acerca de cómo poner en marcha la idea. Vemos, por ejemplo, la estructura de costos. Cuáles son los costos fijos y los costos viables, los ingresos. - Son conocimientos que incluso pueden ayudar a instituciones que no buscan primariamente un rédito económico, como es el caso de una biblioteca pública, cuya preocupación es atraer lectores...- Ahí, por ejemplo, hay un interés por saber cuáles son las preferencias del mercado, en este caso de los lectores. Y pensar así no significa mercantilizar la cultura. Creo, efectivamente, que estos cursos pueden ayudar a las bibliotecas interesadas en conectar con sus públicos. ¿A quién está dirigido el servicio que prestamos? es una pregunta clave que se hace cualquier entidad cuya actividad involucra al público. Una biblioteca debería poder responder quiénes son los que la visitan, qué edad tienen, qué hacen. Y a partir de allí poder delinear una estrategia de gestión que la ayude a proyectarse en el tiempo. - ¿En qué otras zonas geográficas del país se han consolidado productos culturales y turísticos?- En Catamarca está el Festival del Poncho, donde van centenares de personas de todo el país. Otro ejemplo emblemático es el Cosquín Rock en Córdoba. Sólo por nombrar algunos. Tenemos grandes festivales en la Argentina. Además existe la red MICA (Mercado Industria Creativas para Argentina), que es un programa de fortalecimiento de ferias y festivales de todo el país. La idea es potenciar circuitos de eventos culturales a través de redes de intercambio y trabajo asociativo. Se trata de reforzar el vínculo de cada uno de ellos con el ecosistema emprendedor. Los que tengan interés en formar parte de la red pueden inscribirse en la página web del Ministerio de Cultura. - Aparte de la capacitación, ¿están previstos en el programa o desde el Ministerio incentivos económicos?- Hay distintos tipos de subsidios y aportes para sectores específicos. Estos se gestionan presentando un proyecto, según las convocatorias que se hacen desde el Ministerio, algo que puede consultarse en la página web. Por lo demás, en las capacitaciones enseñamos a los emprendedores cómo armar las carpetas de proyecto, que a veces son complejas.
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