SE ABRIÓ EL CIELO Y SE HIZO LA FIESTA
El Carnaval volvió a vencer a todos los pronósticos de lluvia y deslumbró en la tercera noche
El espectáculo más importante a cielo abierto del país hizo gala una vez más de su mística y evadió todas las probabilidades de tormentas. Casi 14.000 de personas vibraron en el Corsódromo con el desfile de las cinco comparsas, que ya lucieron en todo su esplendor.
Apenas 2 horas antes del horario del comienzo del show era impensado que la tercera noche se iba a realizar este sábado.
Llovía a chaparrones en la ciudad y algunos pronósticos marcaban precipitaciones durante toda la noche, pero no contaban con el aura especial del Carnaval del País, que otra vez fue más fuerte e hizo que se despeje el cielo. Sin dudas el Rey Momo, dios carnavalero, estuvo presente por segundo fin de semana consecutivo.
En este marco, las cinco comparsas, de manera veloz por la amenaza meteorológica, brindaron una vez más una puesta en escena impactante, comenzando a las 21:45 de ayer y extendiéndose hasta casi la 1 de la madrugada de este domingo, cuando se largó la lluvia nuevamente.
Quien rompió fue Papelitos, de Juventud Unida, con “Pawe”. La historia que transcurre en una tribu africana: cuando una mujer se entera que va ser madre corre a compartirlo con las otras de la tribu, y de esa manera dan comienzo al ritual ancestral de bienvenida del nuevo ser. Ellas creen que cada uno tiene una canción suya, su “Pawé”, que en su idioma primitivo significa “tu papel”. Una canción que suena diferente en cada persona.
En segundo lugar estuvo Marí Marí, de Central Entrerriano, presentando “Cosa de Mujeres”. Su argumento se inspira en ellas, dotadas de una poderosa fuerza ancestral, paridas en la tierra que recorre sus venas con la natural esencia. Ellas pueden crear la vida, florecer de entre cenizas, burlar el tiempo que quiso olvidarlas, vencer los poderes que quisieron oprimirlas y transformar en grito aquel silencio que quiso acallarlas. Luchan, desde el fondo de los siglos, contra las llamas de la misoginia que pretenden transformarlas en polvo y arena. Levantan la bandera de la luz que eclipsa las tinieblas del oscurantismo y del terror, dejan atrás la negación impuesta y asumen su esencia.
Le siguió Kamarr, del Sirio Libanés, con “Sembrador de Ilusiones”. Está basada en un cuento árabe, donde un sembrador siembra dátiles que no cosechará él si no sus generaciones futuras, ya que una planta de dátil demora aproximadamente 40 años en dar sus frutos. Eso representa Kamarr, sembradores que fueron haciendo el camino para que disfrutaran sus sucesores. Y sin duda uno de los grandes frutos que tuvieron los inmigrantes árabes y miembros del Centro Cultural Sirio Libanés es su propia comparsa.
Penúltima desfiló Ara Yevi, del Tiro Federal, con “Turba”. Se trata de una historia donde las opresiones, atropellos e injusticias, pero sobre todo el miedo, era lo que imponían los reyes. Los de abajo no eran escuchados y los de arriba gozaban de sus beneficios, pero una turba despertó al pueblo llenando su alma de rabia, que hizo encender una bronca incontrolable. La unión hizo cambiar la realidad, e inició una gran fiesta, ya que no existe más un rey que los someta.
Finalmente, O’Bahía, del club Pescadores, desplegó “Colombina”. La misma vino a dar continuidad con el personaje principal del año 2020 “Don Carnal”. Colombina es la musa ideal, un personaje teatral de la comedia de arte, que tiene una tradicional presencia en el carnaval desde hace cientos de años. Es compañera y musa entre los sirvientes, tentación y cebo para los viejos, confidente y aliada de las jóvenes amas.
De esta manera, unas 14.000 personas, entre gualeguaychuenses y turistas, vibraron con una nueva noche histórica con la presencia de las cinco comparsas.
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Fotos: Joaquín García - ElDía.