
Ubicado en Clavarino 75, a metros del Boulevard De León, funciona el merendero "Espacio de Apoyo a la Infancia y la Esperanza", desde hace poco más de un año. En ese lapso pasó de tener 20 a 77 chicos que meriendan y almuerzan los fines de semana, además de llevarse una vianda, miércoles o jueves, a sus domicilios.
Las carencias pegan fuerte en los barrios más pobres de la ciudad. En la zona del asentamiento La Tablita funcionan dos merenderos. El primero y más conocido es el de los "Gurises del Arroyo Gaitán" que lleva adelante Teresa Bogado, y desde hace poco más de un año, mayo del 2017, el que lleva adelante Rosalía Giménez junto a su esposa y dos de sus hijas.
Comenzó con un pequeño cobertizo que funcionaba como comedor para los 20 chicos iniciales que concurrían a merendar y a almorzar los fines de semana. Hoy, producto del esfuerzo y el sacrificio por el que más necesita, el merendero se amplió y cuenta con una sólida estructura de material, pisos de cerámica, mesadas nuevas, además de heladeras y freezer.
Todavía preparan la comida en una cocina familiar que ya "cumplió su ciclo a la espera de una más grande que llegaría por el presupuesto participativo, además de otros elementos necesarios para un mejor servicio a los chicos", cuenta Rosalía.
Actualmente necesitan banquetas, ya que cuentan con solo 30 sillas, tablones y algunos elementos de cocina como ollas más grandes. En el 2018 aumentó la cantidad de chicos que concurren al merendero y comedor. "En el comienzo teníamos 20 pibes que luego subieron a 40, después a 50, 60, y hasta llegar a los 77 actuales", explicó.

Los merenderos mencionados se encuentran a tres cuadras y los chicos que concurren a uno no lo hacen a otro, lo que potencia la cantidad de niños que requieren de una ayuda alimentaria.
Giménez dijo que la ayuda del municipio es importante, ya que colabora con alimentos indispensables como "leche y carne los fines de semana". Además, reciben donaciones de gente que se acerca para ayudar en forma desinteresada.
También reciben "mucha verdura, alimento fresco y necesario a esta altura del año". En este sentido agradeció a un grupo de mujeres de Villa Malvina que colaboran con frutas y verduras que alcanzan para un día de la semana.
Los chicos almuerzan, sábado y domingo, y meriendan a la tarde, normalmente pan con alguna mermelada y dulce. En cuanto a la comida, los fines de semana normalmente se preparan milanesas, pastel de papas, guiso o ensalada fría en el verano.,
La familia de Rosalía trabaja junto a Sabrina, Paola y un grupo de madres que dan una mano. Rafael, esposo de Rosalía, se encarga de la construcción. Con un yerno levantó la parte nueva del merendero, rescatando de un camión que volcó en la ruta, restos de cerámica que colocó en el piso.