El crimen de Romero: “Hay evidencias que lo vinculan, pero no son contundentes”
Pablo Di Lollo asumió la defensa de Ariel Waldemar Morales, el detenido por el homicidio del ex Teniente Coronel José María Romero, que fue hallado muerto el 7 de agosto en el departamento que alquilaba en calle San Martín 338.El penalista no quiso desnudar su estrategia ante ElDía, pero se animó a trazar algunas líneas de lo que será su defensa en el futuro juicio que se realizará en Gualeguaychú, posiblemente a fin de año. Sabe que tiene un arduo trabajo para lograr la excarcelación de su cliente, que fue detenido con una alta carga probativa en su contra. Sin embargo, esto no parece preocuparle demasiado a Di Lollo.Opinó que desde el Ministerio Público Fiscal se ha actuado "demasiado apresurado" en la investigación y posterior detención de Morales; y aseguró que acudirá a los Tribunales con el convencimiento de que su cliente "es inocente hasta que no haya una sentencia firme".En cuando a las evidencias que hay en contra de Morales, el abogado entiende que remarcan el tipo de relación que tenían, "se conocían y mantuvieron una vinculación de tipo laboral". "Hay evidencias que de alguna manera determinan que ha habido un conocimiento interpersonal entre ellos, pero que dista muchísimo para endilgarle algún tipo de responsabilidad en el crimen, no tienen un peso contundente sobre el hecho", manifestó.A todo el material que fue secuestrado en el allanamiento en el barrio San Felipe de Campana: el DNI y otra documentación de la víctima, el arma registrada a nombre de Romero, precintos del mismo tipo que tenía el cuerpo en sus muñecas y el automóvil VW Gol que adquirió horas después del homicidio por más de 120 mil pesos, se sumaron las huellas dactilares y las huellas de las pisadas, que lo ubican a Morales dentro de la escena del crimen.Si bien Di Lollo no quiso adelantar mucho sobre su trabajo, sólo adelantó que "Morales tenia ingresos suficientes y puede justificar la compra del auto, por lo tanto no tiene vinculación con el hecho, y eso la defensa lo va a acreditar con facilidad en el juicio".La Investigación Penal Preparatoria (IPP) fue iniciada por el ex fiscal Sergio Rondoni Caffa, pero tras dejar su cargo para ocupar el Juzgado de garantías en Federación, fue el coordinador de fiscal Lisandro Beherán quien tomó las actuaciones. Este funcionario ya tendría prácticamente todo lo necesario para solicitar la audiencia de remisión a juicio.Mientras tanto, Morales permanece alojado con prisión preventiva. A mediados de agosto, el juez de Garantías, Guillermo Biré, le concedió al fiscal Beherán los 70 días de prisión preventiva que solicitó para el imputado del homicidio de José María Romero."Estamos tranquilos", señaló Di Lollo, y agregó: "Él niega el hecho, de tener algún tipo de responsabilidad, y la defensa está trabajando para poder acreditar en el juicio que esas evidencias no tengan el peso suficiente para poder abonar su inocencia".Morales está imputado de homicidio criminis causae, que conlleva una pena de prisión perpetua. En principio la Fiscalía analizaba bajo qué figura penal encuadrar la imputación. Había dos alternativas, el homicidio en ocasión de robo y el criminis causae. Ambos están delimitados por una delgada línea, pero el primero acarrea una pena máxima de 25 años, mientras que el segundo conlleva irremediablemente a una prisión perpetua.En el homicidio en ocasión de robo, el autor sólo se configura robar y no matar, pero consecuencia del accionar tiene que matar porque la víctima se defiende o surge un imprevisto. En el criminis causae el asesino mata para ocultar el robo, o a los fines de que la víctima no pueda identificarlo o lo señale como autor, o porque para poder perpetrar el robo tiene que matar.
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