El escaso uso local de la energía solar
Gualeguaychú posee un importante potencial para la generación de energía solar (en expansión en otras latitudes). Sin embargo, aquí el aprovechamiento de este recurso ecológico es insignificante. ¿Qué lo frena? Por Marcelo Lorenzo La ciudad del futuro debe ser diseñada como un entorno sostenible. Y esto incluye el aprovechamiento de las energías limpias, como la del sol, para dejar de depender del uso de combustibles fósiles, altamente contaminantes.¿Cómo se ajustan a ese ideal ciudades como Gualeguaychú? El recurso solar abunda en nuestra geografía, al tiempo que está disponible la tecnología que hace posible su aprovechamiento. Sin embargo, aquí hay una subutilización solar.Allá por los '90, ante la urgencia que planteaba el cambio climático, y siguiendo una tendencia mundial, se creyó que en Argentina, donde abundan los recursos naturales (sol, agua y viento) susceptibles de ser convertidos en energía, se expandiría la opción limpia y renovable.En ese contexto en Gualeguaychú incipientemente se empezó a utilizar la energía solar térmica. Algunos edificios y casas, en efecto, instalaron paneles dirigidos a utilizar los rayos solares, con el propósito de calentar agua para uso doméstico.Pero ese desarrollo quedó trunco y prácticamente no se avanzó en la otra variante del uso del recurso sol, la "energía fotovoltaica", que es la que convierte la radiación solar en electricidad (sin transformarla primero en calor).Basada en el efecto fotoeléctrico, el proceso emplea unos dispositivos denominados celdas fotovoltaicas: semiconductores que producen una circulación de corriente eléctrica cuando se exponen a la luz solar.La energía fotovoltaica es limpia, inagotable, simple y silenciosa. Además, es la que mejor se adapta a sitios urbanos. Tanto desde techos de viviendas particulares como de edificios públicos o corporativos, los paneles solares son vistos como la fuente de electricidad de las ciudades del futuro.De hecho esta energía alternativa está en franca expansión desde hace años a nivel mundial, creando un sector privado que genera empleo y una industria sólida, que además lidera el cambio tecnológico.En aquellos países donde se expande la energía fotovoltaica, la electricidad que se consume en casas y edificios, tienen su origen tanto en la energía provista por la red de distribución local como en la generada por los paneles.En suma, a pesar de contar con un recurso solar (irradiación) abundante, y de existir la tecnología que hace posible su aprovechamiento, el uso de la energía solar a nivel local es insignificante. El precio decide"Nuestra ciudad carece de un uso masivo de este tipo de energía", reconoció ante EL DIA el ingeniero electromecánico Juan Francisco Dumón, de la Cooperativa Eléctrica de Gualeguaychú, quien cuenta además con posgrados en ingeniería gerencial y en administración del mercado eléctrico y de gas.Según su diagnóstico, los usuarios no emplean sistemas alternativos de provisión de energía, como la solar, por una razón muy sencilla: no les conviene económicamente."Explicaciones podemos encontrar varias, pero una probable es el precio subsidiado de la energía, entre ellas la eléctrica, que hace poco conveniente la inversión necesaria para poner en funcionamiento la mayoría de estos equipos (solares)", razonó.El profesional recordó que en Argentina existe la ley N° 26.190, que declara de interés nacional la producción de las energías renovables (solar, eólica, geotérmica, biomasa, etc.).Sancionada en el año 2006, allí se ponía como objetivo que en un plazo de 10 años este tipo de energías debían generar el 8% del total producido en el país. Han pasado ocho años desde esta declaración, y se está lejos de cumplir sus expectativas.En efecto, para el año 2013, las energías renovables del país apenas significaban el 0,4% de la matriz energética (cantidad de energía disponible para ser utilizada en los diversos procesos productivos), frente al 61,3% de procedencia fósil, el 34,5% de hidráulica y 3,8% de nuclear.Según Dumón a nivel local el empleo de la energía solar se reduce sobre todo a la obtención de agua caliente para uso doméstico. "Son los sistemas que se observan con los paneles en los techos de algunas viviendas, que calienten un volumen de agua acorde a las necesidades del usuario", explicó.Y añadió: "El agua caliente es almacenada en un recipiente aislado (similar a un termotanque) que generalmente tiene además una resistencia eléctrica para calentar el agua los días en que el rendimiento del equipo se encuentra por debajo de la temperatura esperada".Otro uso se vincula, según explicó el especialista, a dispositivos de alambrados eléctricos usados en los campos, donde "un pequeño panel fotovoltaico genera, durante el tiempo que es irradiado por el sol, energía que es acumulada en una batería logrando de esta manera mantener el equipo en funcionamiento durante las 24 horas". Potencia solarDumón explicó que la energía solar "es la obtenida del sol a partir de la captación de sus radiaciones, como son la luz y el calor". Esa captación se hace a partir de dispositivos que la transforman en una energía compatible con el uso que se le quiera dar.Señaló al respecto que "cada año el sol arroja 4.000 veces más energía de la que consumimos, por lo que su potencial es prácticamente ilimitado". No obstante, aclaró que los rayos solares no llegan de la misma manera a todos lados.La ubicación geográfica determina el factor de irradiación, que es el que define la potencialidad de aprovechamiento del recurso solar, en términos de producción de energía eléctrica.El factor de irradiación "es la cantidad de Watts que se pueden generar por metro cuadrado de paneles solares instalados", definió Dumón. "Argentina tiene zonas de grandes rendimientos, siendo el norte del país el más favorecido", afirmó el entrevistado.Al mismo tiempo comentó que en Europa mientras España es uno de los países con mayor irradiación anual (haciendo más rentable la explotación del recurso), sin embargo es Alemania la nación que lidera la promoción de la energía solar (pese a contar con un factor de irradiación bastante menor al español).¿Cómo se aprovecha el sol para producir energía utilizable? "La incidencia de la radiación luminosa sobre la celda o panel -explicó Dumón- crea una diferencia de potencial y con ello una corriente eléctrica aprovechable".Los dispositivos fotovoltaicos -indicó- generan energía que se almacena en baterías y que tiene una tensión del tipo continua. Luego se la debe transformar para ser utilizada en artefactos hogareños que funcionan con tensión alterna. Y esto se hace a través de un elemento denominado ondulador o inversor. Barreras al desarrolloEl especialista de la Cooperativa Eléctrica, al evaluar el presente y el futuro de la energía solar en Gualeguaychú y el país, insistió en la ecuación costo-beneficio, como una variable determinante para su uso masivo."Si bien existe una ley que promueve este tipo de inversiones, los retornos que generarían dichas inversiones no son hasta ahora lo suficientemente atrayentes para poder competir con las actuales fuentes de generación (carbón, fuel oil, gas natural)", afirmó.Y añadió: "Uno de los principales obstáculos que se presenta en la actualidad para el desarrollo de este tipo de energías es el valor subsidiado de la energía eléctrica".Según dijo, este factor no sólo afecta a Gualeguaychú sino que está presente en todo el país. "Para empezar a utilizar algún tipo de energía limpia es necesario realizar una importante inversión inicial" que luego sea recuperada.Además, apuntó que sería importante que en el marco regulatorio urbano hubiese algún incentivo impositivo, o de otra especie, para que los vecinos y las empresas se animen a usar estas energías limpias.Pero más allá del factor económico, Dumón señaló que es fundamental, para la expansión de estas tecnologías, que la sociedad esté convencida de sus beneficios medioambientales, pensando en una ciudad como hábitat sostenible. Rol de la Cooperativa -¿Podría la Cooperativa Eléctrica, en tanto distribuidora de electricidad, ser abastecida por una usina que genere energía fotovoltaica? ¿Cómo habría que imaginar ese escenario?Ingeniero Juan Dumón:- La Cooperativa Eléctrica Gualeguaychú compra su principal insumo (energía y potencia) al Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Eso significa que compra un producto final que no produce. En tanto son las generadoras las que deciden, en base a un marco regulatorio nacional, la fuente de energía que utilizan para la producción de energía eléctrica. Actualmente existe un proyecto en la provincia de Jujuy para instalar dos usinas fotovoltaicas en la quebrada de Humahuaca de 10 MW dividida la misma en dos módulos. Es un proyecto pionero en el país. - La Cooperativa ¿planeó alguna vez explotar las energías alternativas? ¿Viene explorando esa posibilidad, de cara al futuro?- Como dije, nuestra empresa es distribuidora de energía y no generadora. Si bien el marco regulatorio actual no se lo impide, explotar energías alternativas bajo el contexto actual de tarifas, hace poco probable un escenario donde se pueda analizar un proyecto de inversión de este tipo que sea rentable. Y que además permita proyectar la tasa de crecimiento anual de la población manteniendo los estándares de calidad en el servicio, que son exigidos por las autoridades regulatorias que controlan los parámetros brindados a usuarios finales en la provincia.
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