NUEVOS HÁBITOS
El fin de la lectura tradicional: cómo la IA está transformando nuestra relación con los textos

El avance de la tecnología y la IA está cambiando la forma en que se consume la palabra escrita, generando dudas sobre el futuro de la comprensión profunda y el valor cultural de los textos
“La lectura tradicional, silenciosa y lineal, se está volviendo una rareza en la era de la inteligencia artificial y la cultura digital”, sostiene Joshua Rothman en The New Yorker. Según el autor, la irrupción de la IA no solo ha cambiado los hábitos de lectura, sino que ha cuestionado la propia naturaleza de leer en la cultura contemporánea. Antes, leer era una experiencia sencilla y privada; hoy, está atravesada por la distracción constante y la fragmentación digital: los lectores navegan entre plataformas como Apple News, Substack y Reddit, mientras compiten con YouTube y videojuegos por mantener la atención.
Los datos reflejan esta transformación: entre 2013 y 2023, la proporción de adultos en EE. UU. que leyeron al menos un libro al año cayó del 55 % al 48 %. Entre adolescentes, la caída fue más drástica: del 27 % al 14 % en quienes leían por placer casi todos los días. Profesores universitarios notan cada vez más la dificultad de los estudiantes para enfrentar textos largos o complejos.
Rothman vincula este fenómeno al cierre del llamado “paréntesis Gutenberg”, el periodo en el que el libro impreso dominaba la cultura. Internet trajo un modelo comunicacional más fluido y conversacional, pero la IA lleva esa transformación más allá: los grandes modelos de lenguaje, aunque no leen como los humanos, procesan y conectan información con una eficiencia sobrehumana. Son “máquinas lectoras” que han “leído” vastas cantidades de texto, lo que les permite simplificar o reformular con notable precisión, como convertir una frase de Dickens en una versión más accesible.
En este nuevo paradigma, el texto se vuelve “fluido, fungible, refractable”. Las personas pedirán que un escrito sea resumido, simplificado o adaptado a otro formato, como un podcast. Rothman anticipa que los lectores y sus IAs colapsarán la distancia entre leer y editar. Aun así, habrá textos —como los de Elena Ferrante— cuya complejidad no podrá ser reducida sin perder sentido.
Finalmente, plantea una duda clave: en un mundo donde leer exige un esfuerzo consciente y muchas veces asistido por IA, ¿sobrevivirá la lectura profunda como la conocemos? La respuesta definirá el destino de la literatura y de la cultura humana misma.
Fuente: Infobae