DEPORTE ADAPTADO
El fútbol en sillas de ruedas a motor busca hacer su camino en Gualeguaychú
Todos los sábados en el playón deportivo de Central Entrerriano, ubicado en la calle Montevideo, un grupo de jóvenes con discapacidad motriz juega al fútbol en sillas de ruedas a motor. Es el único equipo de la provincia que practica esta disciplina de deporte adaptado y tienen por delante la posibilidad de participar de un encuentro en el Cenard y de recibir en noviembre a un grupo de Buenos Aires para dar una exhibición.
Daniel Serorena
Al ingresar al playón deportivo de Central Entrerriano, ubicado en calle Montevideo pegado al galpón de las carrozas de Marí Marí, varios chicos en sillas de ruedas a motor esperan su turno para que le terminen de colocar las protecciones y que adecúen sus sillas para comenzar la actividad.
Chumingo Zapata, viejo maestro de fútbol del Rojinegro, comparte un mate con uno de los jugadores, mientras por otro lado, el profe Danilo acomoda los conos que oficiarán de arco. Emilio, el papá de dos de los jugadores, conocedor de la mecánica, se encarga de acomodar las sillas mientras los otros chicos conversan de fútbol, de los golazos de Messi y esperan el momento de iniciar la actividad.
Todos los sábados de mañana, el playón deportivo de Central se convierte en una cancha de fútbol para sillas de ruedas a motor. Algo inédito en la ciudad, pero que de a poco, con el trabajo silencioso pero incansable de un grupo de docentes, profesionales y apasionados del fútbol, va creciendo y comienza a ganarse su lugar.
El profesor Gustavo Taboada es el motorizador de la idea y uno de los puntales del trabajo que se realiza en la ciudad en deporte adaptado. Llegado a Gualeguaychú en 2017, contó a Ahora ElDía que “todo surge luego de que la Asociación de Fútbol de Sillas de Ruedas a Motor viniera a hacer una exhibición a Gualeguaychú, en el Club Central Entrerriano. A raíz de esa presentación, se nos ocurrió presentar la propuesta como un taller en el Municipio a fines de 2019, nos aprobaron, pero en 2020 nos agarró la pandemia. Igualmente trabajamos en forma virtual con un grupo de chicos que habían empezado, eran cinco chicos con los que trabajamos de manera virtual, junto con gente del Área de Accesibilidad del Municipio. En mayo de 2021 nos autorizaron a poder empezar a entrenar de forma formal y firmamos un acuerdo con Central Entrerriano que nos presta todos los sábados el espacio para poder entrenar”.
También Gustavo explicó que “es una actividad libre y que está destinada no solamente a aquellas personas que tengan sillas eléctricas, cualquier persona con alguna discapacidad motriz se puede acercar. Nosotros tenemos sillas para prestarles, Emilio Burgos es el papá de dos de los chicos que entrenan con nosotros y ha hecho un trabajo muy importante en reparar y adecuar las sillas, así que aquella persona que se movilice en silla de ruedas manual, con andadores o con bastones canadienses, puede acercarse y empezar a practicar con nosotros”.
A medida que la actividad se fue afianzando, llegaron los primeros encuentros amistosos, que fueron la primera experiencia que tuvieron los chicos de la ciudad. “En 2021 vinieron de la Asociación a jugar en Gualeguaychú y en 2022 fuimos nosotros al Cenard, fue una experiencia hermosa porque además les pudimos contar a los chicos todos los deportistas de elite del país que habían pasado por ese lugar. Para este año tenemos de nuevo la posibilidad de participar en los Juegos en el Cenard en septiembre y en noviembre estará viniendo nuevamente la Asociación a devolvernos la visita acá en Gualeguaychú”, contó Taboada.
También resaltó que “los encuentros son una posibilidad de que los chicos vivencien el deporte, pero también que conozcan nuevos amigos y que puedan sociabilizar. El fútbol sería la excusa. También es cierto que una vez que comienzan a jugar, todos quieren ganar, hacer goles y hay roces, por eso las sillas cuentan con una protección especial para evitar golpes y la pelota tiene dimensiones especiales para que sea más fácil de manejar con las sillas”.
Taboada trabaja todos los sábados con un grupo de profesionales conformado por el psicólogo Danilo Koch, el entrenador Domingo “Chumingo” Zapata, uno de los más reconocidos formadores del fútbol infantil de Central Entrerriano, junto con su hija Jaqueline, sumado al acompañamiento de los padres de los chicos que también participan activamente en la preparación de las sillas y en el acompañamiento en cada encuentro.
El grupo que trabaja activamente todos los sábados está conformado por Lucas Manzano, que es el capitán y también está haciendo el curso de entrenador de fútbol, Ciro Navarro, Dimas Nores, Abdías Miranda, los hermanos Eugenio y Martino Burgos, Giovanni Ísola, Aníbal Javier Báez y Apolo Andrade, a quienes se suma cada 15 días Javier, un chico que viaja desde Gualeguay con la ayuda de la Secretaría de Desarrollo Social que le facilita el transporte. Este sábado ser incorporó Joaquín Escobar, quien sorprendió a todos cuando pidió jugar al arco “como el Dibu”.
“Somos el único equipo de futbol en silla a motor que hay en la provincia, por un lado nos llena de orgullo, pero también sería muy bueno que otras ciudades puedan sumarse con esta actividad”, dijo Taboada.
También el profesor indicó las otras alternativas de deporte adaptado que se están practicando en la ciudad, además del fútbol en sillas sobre ruedas. “Tenemos bochas que practicamos en Juventud Unida, natación adaptada, y en el Centro de Educación Física hacemos atletismo, tenis de mesa y vóley sentado. Desde 2017 a la fecha hemos ido incorporando mucha gente, no estaba desarrollado el deporte adaptado en Gualeguaychú, con el empuje de la Dirección de Deportes hemos podido sumar gente y poder crecer mucho en estos años”, expresó, remarcando que “la semana próxima vamos a competir con un grupo de casi 20 chicos a los Juegos Evita”.