El gualeguaychuense que secundó a Pancho Ramírez
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El pasado 10 de julio se recordó un nuevo aniversario del fallecimiento del Supremo Entrerriano. Poco se sabe que fue un hijo de estas tierras, Cipriano José de Urquiza, quien acompañó e inspiró al caudillo en el sueño de la patria federal. Por Marcelo Lorenzo Los habitantes de Concepción del Uruguay exhiben con orgullo vivir en el pago que vio nacer al campeón del federalismo, a aquel que fijó para siempre la conciencia política de Entre Ríos.Pero los gualeguaychuenses no han sido ajenos a esa causa tan cara para los entrerrianos. Y esto porque un nativo de estas tierras llegó a tener un protagonismo decisivo en la empresa ramirista.Se trata de Cipriano José de Urquiza y García, quien acompañó al general Francisco Ramírez en su lucha contra el gobierno centralista, defendiendo la causa federal.El relato histórico convencional coloca en un papel secundario a esta figura que, sin embargo, tuvo una actuación decisiva en aquellos años donde Entre Ríos enarboló la bandera de las autonomías provinciales cuando la Patria aún estaba en pañales.Parece claro que Cipriano, a pesar de ser una personalidad influyente detrás de los acontecimientos que tejieron la historia política de la patria chica entrerriana, quedó eclipsado por las figuras relevantes de Ramírez primero, y de su hermano menor, Justo José, después.Si hubiese que sintetizar la relevancia pública del personaje habría que decir primero que fue uno de los redactores de los célebres "Reglamentos", que dieron forma política y administrativa a la República de Entre Ríos (que abarcaba las hoy provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones), la audaz creación de Ramírez.Allí estaban trazados los principales lineamientos del nuevo Estado, fundado en 1820 en franca disidencia con el poder de Buenos Aires que hacía valer el control del puerto y la aduana para imponer gobiernos a los pueblos del antiguo virreinato.Cipriano de Urquiza fue el redactor de los 51 artículos que versaban sobre el orden económico. Su artículo primero, por ejemplo, decía: "Es la felicidad de un Estado la recta administración: esta consiste fundamentalmente en la escrupulosa economía de los intereses, deducida del buen método en el cobro de Rentas y mejor orden en su distribución".Y añadía: "Por tanto habrá un Ministro General de Hacienda que se desvele por el delicado manejo de los intereses de Entre Ríos". Quiso Ramírez que este vital cargo, relativo a la Hacienda Pública, estuviera a cargo de Cipriano.Aunque en Gualeguaychú este último ha sido poco reivindicado, los historiadores ramirianos lo tienen en alta estima. Aseguran que el Supremo "tuvo la genial visión de contar con la eficaz colaboración de Cipriano de Urquiza (...) permanente orientador en el quehacer político, fiel y constante consejero; identificado con el federalismo", según reconoce María L. Zaffaroni de Gómez, integrante del Instituto Ramiriano de Estudios Históricos.Entre las cualidades que sobresalían en el gualeguaychuense estaban su vasta ilustración, su competencia en el manejo de la administración y el buen sentido en el gobierno, según sus biógrafos.El caudillo entrerriano supo reconocer estas virtudes y por eso lo encumbró como ministro. Lo cual desmiente, una vez más, aquella fama de gaucho inculto que le crearon los porteños.Ramírez tenía muy en el claro cómo cuidar los bienes públicos. Sostenía, por caso, que "los que administramos Rentas Públicas, debemos ser siempre escrupulosos de hacer saber al pueblo su inversión".De hecho el mismísimo Domingo F. Sarmiento, que vulgarizó una opinión despectiva hacia los caudillos federales, llegó a decir que Ramírez "no era tan bárbaro", al destacar que entre las preocupaciones del líder entrerriano estaban la educación popular, el trabajo agrícola y las manos limpias para manejar los caudales públicos. Los orígenesCipriano José de Urquiza nació el 25 de septiembre de 1789 en la estancia 'La Centella', situada cerca de la por entonces villa de Gualeguaychú.Hijo de Josef Narciso de Urquiza y Álzaga y María Cándida García y González, fue bautizado por el cura Fortunato Gordillo en el templo parroquial local.Su padre había llegado al Virreinato desde España, dedicándose al comercio en Buenos Aires. Buscando mejor fortuna se trasladó a Entre Ríos, junto a su esposa y tres hijos pequeños.Aquí se desempeñó durante seis años como administrador de la Estancia 'La Centella' del presbítero Pedro José García de Zúñiga. Administró después la estancia de su amigo don Pedro Duval, al norte de Concepción del Uruguay. Luego adquiere en esa zona la estancia que se conocerá como "El Talar de Urquiza".Cipriano es el primero de los nueve hermanos que nacieron en Entre Ríos y Justo José el anteúltimo. Así se completan los doce hijos del matrimonio Urquiza-García.El gualeguaychuense recibió enseñanza básica con el sacerdote Fortunato Gordillo y completó los estudios en la escuela pública de don Juan de Insiarte, en Concepción del Uruguay, adonde se había trasladado la familia.En 1805 se matriculó en el Real Colegio San Carlos de Buenos Aires. Pero regresó a Entre Ríos sin completar los estudios para encargarse de la estancia paterna.Según refiere Susana T.P. de Domínguez Soler, en su libro "Urquiza. Ascendencia vasca y descendencia en el Río de la Plata", a principio de 1810 el virrey Cisneros nombró a Cipriano alférez de caballería del Escuadrón de la Villa del Uruguay.Menciona además que el gualeguaychuense adhirió a la causa de la independencia y el director supremo Posadas, en 1814, lo designó regidor en el primer Cabildo de la flamante provincia de Entre Ríos.Fue entonces que se embanderó con Francisco Ramírez, convirtiéndose en ministro general de la república entrerriana, y reemplazándolo en las tareas de gobierno cuando el caudillo salía de campaña.También hizo las veces de divulgador de las ideas de república y federalismo, a través de bandos, proclamas y del primer periódico entrerriano, 'La Gaceta Federal', aparecido en 1819. Veinte años después, Cipriano estuvo detrás del medio oficial 'El Federal Entrerriano'. Los lazos Pero ambas personas se conocían de antes. Como lo atestigua el nieto de Cipriano, Eduardo de Urquiza, quien en escritos sobre su familia sostiene: "Ramírez y mi abuelo se conocieron en la infancia, asistían a la misma escuela de don Juan de Insiarte y se estableció una amistad de por vida. Fueron Alcaldes en el Cabildo local, en el mismo período; uno, paladín del federalismo; el otro, consejero civil y político del caudillo" (cita de María L. Zaffaroni de Gómez).Además hubo lazos familiares que consolidaron los vínculos. En diálogo con este diario, Domínguez Soler explicó al respecto: "Los Urquiza y los Ramírez-López Jordán eran dos de las familias principales de Concepción del Uruguay; unidas por razones políticas y luego ambas familias se entroncaron por matrimonio. Cipriano con Teresa López Jordán y Justo José de Urquiza con Ana López Jordán".En 1829, Cipriano casó con María Teresa López Jordán (media hermana de Francisco Ramírez y hermana de Ricardo López Jordán), con quien tuvo ocho hijos. Luego, en 1839, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Isidora Miró Sanabria.De este matrimonio nacieron dos vástagos: Isidora y José Antonio de Urquiza Miró, quien casó en segundas nupcias con Vicenta Tudury González, hija de una tradicional familia de Gualeguaychú, y con la cual tuvo seis hijos. Uno de ellos, Eduardo de Urquiza, ha sido autor de importantes trabajos de investigación histórica. Brazo derecho de su hermano Justo José Tras la muerte del Supremo, Cipriano emigró a Paysandú junto con su cuñado el general Ricardo López Jordán (padre). De regreso, en 1825, intervino activamente en la política provincial.Fue designado presentante de Entre Ríos en el Congreso General reunido en Buenos Aires. Aliado de López Jordán debió exiliarse por segunda vez en la Banda Oriental. Más tarde apoya la elección de don Pascual Echagüe como gobernador, con quien colabora estrechamente.Entre septiembre y diciembre de 1840 es designado gobernador interino de Entre Ríos, como delgado de Echagüe. "En 1841 se hizo patente la aspiración de su hermano Justo para suceder a Echagüe, y esto alteró las buenas relaciones de los Urquiza con el mandatario", refiere Domínguez Soler en su libro.Algunos historiadores aseguran que Cipriano fue factor determinante para la llegada al poder provincial en 1841 de su hermano menor y futuro vencedor de Caseros.Pero Justo José de Urquiza decidió seguir su campaña militar en la Banda Oriental y entonces le delegó el gobierno entrerriano en abril de 1842. Cipriano asumió en "circunstancias difíciles y desempeñó el cargo sin interrupción durante dos años, hasta su muerte, ya que en septiembre de 1842 la Legislatura rechazó su renuncia", refiere Domínguez Soler. Muerte trágica Era una época en donde todos luchaban contra todos y Cipriano, que estaba hecho para la moderación, fue víctima de la violencia reinante. En la provincia había una ola de asesinatos y robos producto de enfrentamientos entre unitarios y federales y entre grupos internos.Así, el gobernador delegado fue a Nogoyá para tratar de poner orden, pero fue asesinado allí a tiros y lanzazos por un facción, el 26 de enero de 1844 a las 2 de la tarde.En las honras fúnebres, del 6 de mayo de 1860, su hermano Justo José le dedicó estas palabras:"¡Cipriano! He perdonado a tus matadores... y el dolor de tu pérdida no ha turbado jamás mis propósitos de fusión política. ¡No!.Rogad desde la diestra de Dios, donde están los mártires de la patria, porque no vuelvan sobre ella jamás los tiempos de calamidad y de sangre, en que tú, como tantos, pereciste. Haced que valga el voto que repito sobre tus últimos despojos, de hacer de cuanto de mí dependa para impedir la lucha civil y para que la obra de la fraternidad y de la unión nacional sea consumada para la paz y la dicha de nuestros compatriotas".La historiadora local Natividad Sarrot, al analizar al personaje en Cuadernos de Gualeguaychú N°92, cita a Aníbal S. Vásquez que dice de Cipriano: "Hombre moderado y circunspecto, poco dado a la espectacularidad, de envidiable educación y de evidente responsabilidad intelectual. Acaso le faltó el arranque audaz de los intrépidos, pero es indudable que estaba hecho con la moderación del estadista". Un gaucho insumiso Ramírez fue el rebelde gaucho que, junto a los paisanos de su patria chica entrerriana, enarboló los derechos de esta provincia. Por eso se propuso, junto a otros líderes federales, reestablecer la igualdad civil entre los pueblos desafiando al poder porteño.Quizá nada define con más claridad al caudillo que aquel "Naides es más que naides", inscripto en su sello personal cuando fundó la República de Entre Ríos, en noviembre de 1820.Con su lema, Ramírez mandaba un claro mensaje: el pueblo que él representaba no podía tolerar la prepotencia ni la arrogancia de otros. Por eso él, un diestro militar, y su implacable caballería entrerriana -que heredaría luego Urquiza- fueron rivales de peso frente al avance porteño.El adalid del federalismo nació en Arroyo de la China (Concepción del Uruguay), el 13 de marzo de 1786. Fue lugarteniente de José Artigas, el Protector de los Pueblos Libres, cuyo ideario federal compartió, hasta que en 1820 rompe con el líder de la banda oriental, y entra en guerra con él.El entrerriano tuvo una muerte romántica. El 10 de julio de 1821, cerca de Río Seco, Córdoba, sus adversarios lo emboscan cuando sólo lo acompañan la Delfina, la bella rioplatense con la que convivía, y una docena de hombres.Según la historia, al intentar huir a caballo comprende que su amada ha quedado atrás y es apresada por los perseguidores. Ramírez vuelve grupas y se lanza contra ellos. El leal Anacleto Medina logra rescatarla, pero un trabucazo certero termina con la vida del caudillo.El historiador César Pérez Colman recuerda así la figura del Supremo: "El hombre, que durante una década había ocupado los más altos cargos en el ejército y gobierno de su provincia; no tenía en propiedad ni un centímetro de tierra para dejar como herencia (...) En cambio legó a su pueblo el caudal de su limpia foja de servicios a la Patria por cuya grandeza, cohesión y unidad luchó hasta el último aliento de su vida". Fuente de la imagen: J.I. Quesada, "Unitarios y federales en Entre Ríos"; Revista de Historia Entrerriana N°4-5. Año 1969.
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