
El viernes encontraron restos óseos en la Ruta 16, cerca de la planta de Soluciones Ambientales, y se encendió la alarma sobre la posibilidad que fueran del empresario Omar Benvenuto, pero luego se confirmó que "eran huesos de animales y no de humanos los que estaban semienterrados".
El 27 de octubre se cumplió el primer aniversario de la misteriosa desaparición de Omar Héctor Horacio Benvenuto. Pasó un año sin novedades, a pesar que en la actualidad la causa se encuentra bajo la órbita de la Justicia Federal, que investiga la teoría del secuestro extorsivo.
El empresario de 67 años había salido de su casa y se dirigió en camioneta a una reunión en Mansilla, a unos pocos kilómetros de Gualeguay, pero a ese encuentro nunca llegó. Las cámaras de seguridad de Gualeguay registraron la salida del empresario, a las 20, en su vehículo y solo. La camioneta fue hallada más tarde, luego de la denuncia de los familiares, abandonada a la vera de la Ruta 12, en perfecto estado, sin señales de violencia y con sus pertenencias dentro.
Una serie de escuchas telefónicas, solicitudes de declaración, secuestros de teléfonos y operativos en estancias de reconocidas personas de Gualeguay, que luego quedaron sin efecto, desataron a fines de 2017, un tembladeral en esa ciudad y una cantidad de versiones que se fueron descartando con el paso de los días.
Según consta en la investigación, los últimos que vieron al empresario fueron el ex senador radical Hugo Lesca y el jefe de la bancada de concejales de Cambiemos Gualeguay, Efraín Martínez Epele. Fue cuando se reunieron para analizar una propuesta del empresario para comprar el terreno en el que se encuentra su empresa Inprocil SA.
Según lo que trascendió del expediente, la desaparición de Benvenuto se habría dado en el marco de un engaño cuyo cebo fue la reunión secreta en la localidad de Gobernador Mansilla. De acuerdo a lo que se pudo saber del contenido del oficio judicial, el querellante Carlos Magallán, acompañado por el fiscal Agustín Gianini, habría basado su pedido de allanamientos a Luis, Sebastián y Eduardo Erro, y a Hugo Lesca, en que, a partir de la intención del desaparecido Omar Benvenuto de comprar el terreno de Av. Illia de Gualeguay, donde se encuentra su planta, los Erro y Lesca lo engañaron para que fuera a una reunión secreta, que habrían organizado ellos en Gobernador Mansilla.
El entonces fiscal Agustín Gianini le pidió a la jueza de turno órdenes de allanamiento en las viviendas de los dos dirigentes políticos más conocidos de la ciudad: el ex intendente peronista Luis Erro -y a sus dos hermanos- y al radical Lesca. El procedimiento se basó en un supuesto cruce de llamadas que daba indicios claros de que ambos estaban involucrados. Los dirigentes rechazaron las acciones y cuestionaron la medida solicitada por el fiscal. Dijeron sentirse agraviados y fueron a la justicia para exigir que se investigue la posible plantación de pruebas. El 23 de noviembre el fiscal Gianini decidió renunciar.
Dos días después, el 25 de noviembre, la justicia admitiría que se equivocó. Fue cuando el oficial principal de la Policía de Entre Ríos, Dante Nicola, informó al Jefe de División Antisecuestros, comisario Gustavo Schumacher, que en el caso se constató un "error involuntario" que derivó en la vinculación errónea de Lesca y los hermanos Erro. Según el agente hubo "una discordancia" en el entrecruzamiento de teléfonos.
Ese mismo día, el jefe de concejales de Cambiemos de Gualeguay, Efraín Martínez Epele, zafó de un pedido de destitución formulado por el bloque peronista, que le reprochaban haberse reunido con el empresario Benvenuto para tratar un asunto a espalda del Concejo Deliberante. A la hora de la votación, su bloque lo salvó.
El 28 de noviembre la jueza de Garantías de Gualeguay, Alejandra María Cristina Gómez, se apartó del caso y el expediente que investigaba el paradero de Benvenuto pasó a la órbita de la Justicia Federal, que comenzó a analizar una nueva hipótesis: que el empresario haya sido secuestrado. El traspaso de la investigación se dio cuando la familia del dueño de Inprocil denunció que el 1° de noviembre recibieron una llamada donde un hombre con acento colombiano le exigía un rescate.
La fiscalía de Gualeguay ordenó intervenir los celulares de los familiares para seguir adelante con la investigación, pero no hubo nuevos contactos. Pese a esto, hubo otras medidas que llevaron a las autoridades judiciales a entender que se estaba frente a un secuestro extorsivo y se decidió continuar bajo la órbita Federal.
En esta situación la causa llegó al escritorio del Juez Federal de Paraná, Leandro Ríos, que luego de examinar las pruebas recolectadas por la justicia de Gualeguay, entendió que no está acreditado el supuesto secuestro extorsivo. Esta situación seguirá siendo investigada por la Justicia de Gualeguay, que deberá establecer si el llamado en cuestión fue real o si se trató de una persona que intentó sacar algún rédito económico jugando con el dolor de los familiares del empresario.
En enero de este año, el Ministerio de Seguridad de la Nación emitió una solicitada en la cual se ofrecía 500 mil pesos a quien brinde algún dato que "conduzca directamente a encontrar" al empresario. El abogado de la familia Benvenuto, Esteban Español, había asegurado que "las investigaciones inmediatas se hicieron, ahora están profundizando en distintas pistas que se tienen y eso lamentablemente lleva tiempo".
Insisten en que se prefiere mantener en reserva todos los datos que van surgiendo de la investigación "para no poner en aviso a captores", pero sin embargo hasta el momento no se han originado medidas concretas en torno al caso, ni allanamientos y mucho menos detenciones.
La empresa de Benvenuto, Inprocil (Industria Productora de Cilindros), tiene una planta en Gualeguay que emplea a 100 operarios, otra en Caseros -en la provincia de Buenos Aires- y es una de las pocas del país que se dedica a la fabricación de tubos de GNC y a la provisión de plantas para la producción de cilindros de acero. (Fuente: Gualeguay 21/ElOnce)