El hogar de rehabilitación de adicciones pide “un emprendimiento para trabajar”
Es un problema que no distingue razas, posición económica, edad, sexo o ideología. Gualeguaychú no está exenta de esta problemática por demás delicada. En la ciudad existe una granja, abierta y gratuita, para quienes conviven con las drogas, el alcohol, también para quienes están en situación de calle. Necesitan una ayuda. Luciano Peralta¿Cómo se sustentan económicamente? Con el trabajo diario de sus internos: canasta al brazo y a vender las panificaciones de elaboración propia. Son 25 hombres los que viven en el Hogar un Encuentro con Dios. No reciben ningún tipo de subsidio o ayuda económica, dependen exclusivamente de lo que generen día a día. Osvaldo tiene 54 años y una vida cruzada por las drogas, hace poco más de dos años que decidió entrar al hogar, como muchos, en una desesperada búsqueda de ayuda. Ahora el pedido de ayuda y solidaridad es a las autoridades y a la sociedad toda.- ¿Qué necesitan de manera más urgente? Osvaldo: Lo principal es el alimento. Si tenemos alimento no gastamos la plata que generamos con la canasta, con esa plata podemos pagar el alquiler. Acá la mano de obra está, tenemos carpintero, mecánico, gente que trabaja la huerta, yo trabajo con los techos, él es maestro mayor de obras, él cocinero... lo que no tenemos son materiales, ni plata.Sentados en ronda en el patio de la granja, Osvaldo describe las capacidades de sus compañeros y las necesidades con las que lidian a diario. "Tenemos tres alquileres, entre las dos casas y la panadería son 5 mil pesos por mes más o menos".- ¿La única plata que entra al hogar es la de las canastas?Osvaldo: Lo único. Estamos re agradecidos con la gente que nos ayuda y las iglesias... pero no alcanza. Por ejemplo, cuando llueve no podemos salir, la mercadería queda, al otro día hay que tirarla porque no sirve más. Eso es plata perdida. Aparte salir de acá es complicado, es todo tierra.Son dos los meses que adeudan de alquiler y "aunque el dueño de la granja es un tipazo y de alguna u otra manera nos arreglamos para pagarle, las necesidades son muchísimas más", confiesa el encargado.En medio de la entrevista llega Nestor López, el pastor. Tipo amable y sencillo, no anda con vueltas, se sienta y arranca: "Son 20 hombres que tienen una discapacidad momentánea. No son discapacitados que no pueden hacer nunca más nada, en este momento son discapacitados porque no pueden estar en la sociedad porque se drogan, se emborrachan. Para la sociedad deben ser una carga, pero estando acá ellos están bien".Nestor, hace 20 años que está dentro del ministerio. Llegó a los 23, "me vine a rehabilitar como cualquiera de ellos y me quedé. Esa es la motivación para ellos, yo pude dejarla...agarré la Biblia".- Ahora el trabajo que están haciendo es de quinta, yo les enseño la Biblia y los contengo, pero más allá de eso no les puedo dar una salida laboral...el gobierno... dennos una mano.- Más allá de las necesidades inmediatas ¿Cómo les gustaría poder vivir?- Lo ideal sería algún tipo de ayuda económica o laboral para no exponer los chicos a la calle. Un subsidio, una ayuda para pagar los alquileres. Trabajar acá adentro, con la huerta, hacer banquitos para vender; él que es mecánico, que enseñe mecánica a los chicos; el señor es plomero, que enseñe plomería, gas...A los largo de la entrevista el pedido se repite una y otra vez: "necesitamos un emprendimiento para trabajar dentro del hogar". En la granja necesitan de todo, realmente de todo. Porque las paredes del baño están a punto de derrumbarse; no tienen desagüe, ni calefacción; les donaron un freezer, está lleno de botellas de agua. Las faltantes se hacen más apremiantes a medida que la cantidad de internos se multiplica semana a semana, "y ahora que viene el invierno va a ser peor, porque los pibes que están en la calle, sin ningún tipo de reparo, buscan un techo, y estas puertas están abiertas para todos. No creo que estemos pidiendo nada malo, solo la posibilidad de trabajar y vivir dignamente", concluyen. Las necesidades inmediatasLas necesidades del hogar son interminables. Lo primero que piden es una ayuda, emprendimiento o subsidio para poder trabajar allí y vivir dignamente de lo que produzcan. Pero, en lo inmediato necesita: ropa de invierno; chapas, clavos, cal, arena; sillas, cubiertos, platos; camas, colchones, sábanas, frazadas; caños para desagüe y todo tipo de material para la construcción.
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