El largo camino de Marchionda al Concejo
Nada fue fácil en la vida de Oscar "Tano" Marchionda. Desde chico salió a trabajar para ayudar a su familia. En 1985, a los 22 años, se afilió al Partido Socialista, porque era el que mejor representaba sus ideales de libertad, justicia e igualdad. Por Gustavo Faigenbaum*OpiniónEn esa época trabajaba en Rododendro, una empresa metalúrgica de nuestra ciudad. Se involucró también en la actividad gremial, llegando a ser subdelegado gremial de la UOM Gualeguaychú.En 1989, Oscar perdió su mano derecha en un accidente laboral. Sus compañeros cuentan que cuando fueron a verlo al hospital, días después del accidente, el Tano Marchionda ya estaba practicando escribir con la izquierda.Esta fue siempre su actitud en la vida: siempre la peleó y tiró para adelante. Tuvo una sala de grabación, repartió pan, cobró estacionamiento público en el centro de Gualeguaychú. Oscar suele decir que no hubo un solo día en el que el trabajo, por mal pago o duro que fuera, no lo hiciera sentirse digno. Y mientras se las rebuscaba para mantener a su familia, continuaba su formación política asistiendo a los cursos del PS.Un día me encontré con el Tano mientras estaba cobrando estacionamiento. Ví que en su cuadra había otra persona más trabajando y le dije que así nunca iba a salir de pobre. Y me respondió que, como a su amigo le había tocado una cuadra mala, él le había ofrecido compartir la suya.Algunos vecinos recuerdan también el merendero que Oscar puso junto a su amigo Raúl cerca del Alborada, allá por la presidencia de Duhalde. Había mucho hambre en el país, y Raúl y Oscar hacían tortas fritas y chocolatada para los gurises. Con leche de vaca cuando alcanzaba la plata, y si no alcanzaba, con leche de soja. Como dice Binner: solidaridad no es darle al otro lo que nos sobra, sino construir junto al otro lo que nos falta.Desde 1992, año en que Marchionda fue elegido Secretario General del PS Gualeguaychú, empezaron a llegarle ofertas para utilizar el sello del partido con distintos fines. Sin embargo, aunque el hambre apretara, aunque viera a algunos viejos compañeros venderse al mejor postor, el Tano siguió firme en sus convicciones. Siempre con nuevos proyectos, en 2009 (a los 46 años) empezó a cursar el Profesorado en Ciencias Políticas.El 2011 prometía nuevas perspectivas. Finalmente, el Partido Socialista ocupaba un lugar protagónico en la escena política nacional. La figura de Binner cotizaba en alza. En Gualeguaychú, un grupo de jóvenes entusiastas del PS y la CC-ARI habían decidido pelear la intendencia, llevando como candidata a Marina Simón.Decidimos que, en caso de que entrara un solo concejal, tenía que ser Oscar, porque queríamos alguien incorruptible en el Concejo. Así fue que el Tano (que con 48 años era el veterano del grupo) se convirtió en candidato a Primer Concejal.Los que salimos a patear la calle durante los tres meses de campaña constatamos que todos los que conocían al Tano Marchionda lo querían y lo respetaban. La F-100 modelo 62 de Oscar se transformó en el rodante de la campaña. Hacía proselitismo incluso cuando trabajaba de fletero: si el cliente lo autorizaba, allí donde iba la mudanza, iba la musiquita de la campaña. El diablo metió la colaA pesar del trabajo del grupo y de la proyección de la figura de Marina, Oscar y otros compañeros, algunos adversarios se dedicaron a destruir lo que construíamos. Voy a saltearme muchos de los palos que nos comimos, pero menciono el fundamental.A nivel provincial, el GEN y el Frente para la Victoria impugnaron la posibilidad de que el Frente Progresista Cívico y Social, del que participaba el Partido Socialista, pegara su boleta con la de Binner. La Cámara Electoral Nacional, sin embargo, rechazó esta impugnación, y determinó que el pegado era válido.En Gualeguaychú, con mucho esfuerzo, imprimimos 20.000 boletas con el pegado Binner-Benedetti-Marina-Marchionda. El GEN y el FPV volvieron a apelar esta decisión nacional, pero la Justicia Nacional no respondió a la apelación antes de las elecciones.Tres días antes de los comicios, la Junta Electoral del distrito Entre Ríos, desoyendo la resolución del tribunal superior y evidenciando una clara intención de proscribir al socialismo, se negó a oficializar las boletas de siete cuerpos que se habían impreso en todo Entre Ríos, incluyendo Gualeguaychú.Era un desastre. Había que salir a repartir una boleta nueva a tres días de las elecciones. Pero lo hicimos. Mientras la validez de la boleta de 7 cuerpos (con Benedetti) estaba en suspenso (esperando el pronunciamiento de la justicia nacional) nosotros usábamos una guillotina para cortar una por una las boletas y repartirlas por todo Gualeguaychú, y a la vez imprimíamos boletas de cuatro cuerpos.La gente, mientras tanto, estaba cada vez más confundida. Algunos nos preguntaban si "la boleta de Marina era válida" (obviamente lo era) y muchos no nos votaron por temor a que les declaren nulo el voto.Finalmente, la gente votó con boletas que, según la justicia, hoy por hoy son todas válidas: boletas de cuatro cuerpos, de siete cuerpos, sueltas o pegadas. Tal como fue reafirmado el martes 25 por la Junta Electoral Nacional (dos días después de las elecciones) incluso la boleta de 7 cuerpos (con Benedetti) es válida.Sin embargo, muchas autoridades de mesa, tan confundidas como el resto de la gente, anularon estos votos y ahora la justicia se niega a contarlos. (Dato de color: los fiscales del GEN apuntaron a anular los votos a Marina y Oscar, anulando así a la vez muchos votos válidos a Binner).Lo curioso es que, incluso con esta situación, a Marchionda le alcanzan los votos (de acuerdo al sistema proporcional) para obtener su banca. Pero hay más: en Entre Ríos se aplica una ley electoral de 1931 que requiere que los partidos alcancen un piso de votos mayor a la simple proporción de "votos por banca" para poder llegar al Concejo Deliberante.Se trata de una ley diseñada para bloquear el acceso de las fuerzas pequeñas al poder legislativo e impedir su crecimiento. Es una ley inconstitucional, ya que en términos prácticos hace que los votos a los partidos grandes valgan más que los votos a las fuerzas pequeñas.El Socialismo, si bien tiene caudal de votos suficiente para tener un concejal, se encuentra actualmente a 35 votos del piso que fija esta ley, pero con la certeza de alcanzarlo en el escrutinio definitivo si se cuentan todos los votos.Al día de hoy, los partidos grandes, quienes detentan el poder y el control de la justicia, están bloqueando el legítimo acceso de Oscar a su banca en el Concejo. El PS es un partido humilde y luchador, formado por gente humilde y luchadora como Oscar. Y, una vez más, no nos vamos a desanimar, no vamos a bajar los brazos.Vamos a exigir que se cuenten los votos de la gente y vamos a ir hasta la Corte Suprema, si es necesario, para que se declare anticonstitucional a esta ley. La vamos a seguir peleando. *Ex candidato a la vice intendencia ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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