El oficialismo local reivindicó su alineamiento con Kirchner

Por Gustavo Carbone, Gustavo Rivas y Marcelo Lorenzo - Tenemos entendido que el intendente está molesto con las declaraciones de la gente de Nuevo Espacio, formuladas a este diario. ¿Es así?Juan José Bahillo:- En realidad no las comparto. Pero eso no significa que me enoje. Vamos a ponerlo en los términos justos, porque ellos tienen todo el derecho del mundo a opinar y a disentir. Uno no espera, y menos aún de la oposición, que coincida con uno. Me pareció que había algunas definiciones del reportaje -de lo que se vio en el diario por lo menos- que eran absolutamente innecesarias a la hora de hacer un aporte y una contribución a la discusión política de la sociedad. Eso de si la gestión tiene equipo o no tiene equipo, me parece una discusión que no le aporta absolutamente nada a la gestión y a los vecinos de Gualeguaychú. Es una discusión subjetiva que yo creí resuelta. Algo que habíamos sometido un poco a la voluntad popular, en las elecciones de marzo del 2007. Para mí es un tema cerrado de aquel momento. Ponerlo arriba de la mesa ahora no tiene sentido. Marcar defectos en política de salud, vivienda o planeamiento, y sugerir cosas al respecto, está bárbaro. No hay ningún problema. Uno entiende a la oposición así, criticando y aportando ideas. Ahora llevar esto a una discusión subjetiva de si hay equipo o no, no contribuye (...). Yendo a lo que uno entiende por equipo concretamente, a la concepción de cómo administrar y de cómo llevar adelante la toma de decisiones y el manejo de la cosa pública, creo que hemos demostrado que somos ampliamente participativos. Hemos sido receptivos de distintas propuestas a la hora de tomar decisiones, sin abandonar la responsabilidad que tenemos de ser oficialismo y de gobernar. Este es el concepto de trabajar en equipo que tenemos. Además, trabajar con el personal de planta permanente apartidario de la municipalidad, nutrirse de la experiencia de sus profesionales, y tomar decisiones tomando en cuenta esas opiniones, eso es trabajar en equipo. Y si es por equipo, tenemos equipo y tenemos suplente. Porque no hay ningún cargo político que no esté ocupado hoy en día. Después están los cambios de funcionarios. Algunos le llaman deserción, según del lado que lo miren. Algunos se fueron por decisión propia. Esto es así. Pero muchos se fueron por decisiones nuestras. Nosotros les pedimos la renuncia. Por ejemplo en el área de Habilitaciones, en Turismo, o en la Dirección de Comisión y Consorcios Vecinales. Los cambios que se hicieron en Desarrollo Social también los llevamos adelante por decisión del Ejecutivo. Todos tienen distintos componentes. En algunos casos porque entendíamos que los funcionarios no estaban a la altura de las circunstancias. En otros porque entendíamos que no ameritaba que siguieran en la función pública.- ¿Quizá como el caso de Fernando Racca?J.J.B.:- Racca no tuvo problemas con la administración municipal. Tuvo inconvenientes con el manejo de fondos públicos provinciales. A nosotros nos pareció sano y prudente que alguien con esos problemas no podía tener responsabilidad en el manejo de fondos públicos (...) Para cerrar este tema de los equipos, hay dos fotos que quisiera mostrarle a quien opina en este sentido. Una es la que se vio estos días en los galpones del puerto, donde tenemos el centro de operaciones para enfrentar el problema de la inundación. Estaba lleno de funcionarios que no tienen nada que ver directamente con el problema. Pero fueron para acompañar, para aportar, para colaborar. Estaban ahí comprometidos con la gestión. El viernes a la noche llegó a haber casi 30 funcionarios. Frente a lo cual les propuse que dosifiquemos la presencia. Hicimos entonces todo un cronograma con los funcionarios de distintas áreas que no tienen nada que ver. La otra foto es la reunión de gabinete que hacemos cada 15 días (...) En esas reuniones deberíamos ser 6 por obligación. Sin embargo, somos 35 y 40. Eso habla del compromiso de los funcionarios. Esto no se vio nunca en ninguna gestión hasta acá. Pero bueno, hay algunos que no lo quieren ver (...)- ¿Y cuál ha sido la realidad, en estos dos años, en el Concejo Deliberante?Liliana Ríos:- Uno viene a ocupar una función con una concepción que es la de integrar a todos y cada uno de los que conforman el Concejo Deliberante. Y más allá de tener, ante situaciones determinadas, distintas posturas políticas, el esfuerzo primordial está puesto justamente en encontrar consensos. Pero a veces esto no es fácil. Porque por ahí en lugar de primar las cuestiones de la comunidad, priman las cuestiones políticas. Hemos tenidos choques, que son conocidos. Pero nosotros bregamos por encontrar consensos.
Vivir adentro de un termo
- Después de la separación de Lisandro Gamarra, como secretario del Consejo, ¿creían que la oposición pediría el relevo del presidente del cuerpo?L.R.:- En el Concejo Deliberante es como que se vive un clima muy especial. Uno trata de correrse de ese lugar, algo que hemos hablado con Juan José. Porque cuando uno está ahí adentro es como que vive adentro de un termo, como expresan hoy los chicos. A veces las comidillas del Concejo están tan alejadas de lo que necesita y quiere nuestra comunidad, que es necesario salir para ver qué está pasando afuera. Porque justamente la idea es no defraudar a la comunidad que a uno lo acompañó. Efectivamente, por los corrillos del cuerpo deliberante circuló la versión de que también iban por la presidencia del Concejo (...)- Quizá la oposición descubrió que no hay impedimento reglamentario para que la presidencia del Concejo pueda renovarse a los dos años. Pero digamos que en Gualeguaychú eso nunca ocurrió... - No es casual que en nuestra constitución el bloque mayoritario es justamente el bloque que acompaña al intendente. Este argumento usamos cuando se instaló esa versión: no puede gobernar un intendente con un presidente de un Concejo que sea de la oposición. Sería muy difícil. No imposible, pero si muy difícil. Se corrió esta versión, que cada vez se hizo más fuerte. Después lo conversamos, lo charlamos y se llegó a un buen acuerdo, digamos. Y les quiero contar algo más, que es muy reciente (...) Hace dos años hicimos la sesión preparatoria donde ahí quedó fijado quiénes eran el presidente, vicepresidente primero, vicepresidente segundo. Hasta el presente el vicepresidente primero fue Marcos Henchoz. Pero ese plazo se venció. En la reunión preparatoria de hace dos años se había acordado entre todos los concejales presentes que el que continuaba en ese cargo, después de dos años, sería Santiago Zapata. Pero la realidad del Concejo cambió: hay un bloque nuevo. Este lunes, justamente, tuvimos una reunión conjunta, en la que se planteó el nombre Haydeé Venturino para ocupar ese cargo. Lo conversamos, y en esta cuestión de generar espacios de consenso, acordamos de que la vicepresidenta primera sea ella.- Parece haber una tensión entre el interés partidario y el bien común. En estos dos años, ¿cuál ha prevalecido?Ricardo Nieto:- Cuando se asume esta responsabilidad de ejercer este cargo mediante el voto popular, uno lo hace convencido de que el principio, que el fin de la política es el bien de la comunidad. Y a partir de ahí hay una serie de herramientas con las cuales tratar de llevar adelante esa responsabilidad de la mejor manera posible. Creo que hasta la fecha en el Concejo, y esa es mi opinión, se ha sido consecuente con eso. Hemos tratado de dar respuestas a la comunidad. Pero también creo que se puede dar más aún. Y vamos en camino a eso (...)- ¿Qué creen que piensa la comunidad de ustedes, intendentes, concejales, legisladores? ¿Pueden percibir esta opinión del entorno? J.J.B.:- La capacidad de interpretar a toda la comunidad no la tengo. Quiero ser prudente en esto (...) En el primer año de gestión nos tocó una situación compleja, un clima de crispación, entre la sociedad y sus dirigentes políticos. Fue un problema de la sociedad a nivel país y nos tocó a todos en general. A unos más y a otros menos, de acuerdo a las realidades locales (...) Se notó un fuerte cuestionamiento de la sociedad hacia la dirigencia política en general. Y uno no escapa a estos cuestionamientos. Después venía por ahí algún reconocimiento en particular acerca de cómo habíamos manejado este conflicto a nivel local, o con qué prudencia habíamos manejado distintas situaciones que fueron muy conflictivas (...). Por lo demás, rescato siempre la buena relación que tengo en lo personal con los vecinos de Gualeguaychú. Para mí esto es de un gran valor. El juicio sobre la gestión la harán ellos. No la voy a hacer yo. Pero si debo rescatar la muy buena relación que tengo con los vecinos, en lo individual y grupal. Hay una relación de respeto, en algunos casos reconocimiento, en otros de afecto. Yo lo percibo de esta manera.- Volviendo al episodio Gamarra. ¿Qué lectura hacen y cómo quedó el tema?L.R.:- Actualmente la secretaría del Concejo, y esto fue por un acuerdo, quedó a cargo de Celia Amarillo, que es una trabajadora del área. Por ahora no habrá cambios (...) Acá no se trata de imponer nombres. De imponerlo nosotros y de que lo impongan los demás. Es una cuestión de encontrar la persona más adecuada. Lo de Gamarra fue una situación que no quisiera volver a charlarla. Estuvimos en todos los medios. No debería haberse dado en los términos que se dio. No se charló como debería. Esto debió haberse conversado en mi oficina, tratándose de que el secretario tiene una relación directa con el presidente. Y debe ser así. Porque además uno delega muchas actividades (...) No se dio en estos términos. Fue algo impuesto. En la comunidad se percibió lo mismo. Muchos preguntaron: qué pasa en el Concejo que no pueden hablar. Fue una experiencia de la que creo todos debemos aprender. Las cosas hay que charlarlas. En vano no nos llamamos Concejo Deliberante (...)- ¿Qué cosas pueden mostrar desde el Concejo, en orden a mejorar la situación de los vecinos? R.N.:- Lo que hemos intentado desde el inicio de nuestra gestión es tratar de escuchar a cada uno. Y a partir de ahí tomar resoluciones puntuales en cada uno de los hechos. Hemos recibido muchos sectores de la comunidad. En diversas oportunidades, en estos dos años de gestión. Y a partir del diálogo hemos tratado también de generar las normas necesarias para poder dar esas respuestas a esas soluciones que todos están esperando. Si lo hemos logrado o no, la comunidad después lo evaluará. Pero creo que en gran medida nosotros hemos trabajado en pos de eso. Y creo que lo hemos conseguido (...) Por ejemplo, en el tema de la Costanera hemos escuchado a todos los vecinos, a los interesados. Y a partir del diálogo hemos logrado llegar a un consenso.
La clave es la gobernabilidad
- ¿La ruptura del bloque del PJ es irreversible? R.N.:- Nosotros hemos tenido las puertas abiertas. Son ellos los que hoy por hoy han decidido apartarse del bloque oficialista y son ellos los que en definitiva van a tener que volver en algún momento. Por ahí se dijo que los discriminamos. Eso me parece una barbaridad (...) No están claras las verdaderas razones por las cuales se fueron del oficialismo, aunque puede haber un trasfondo político. Puede ser que haya otro tipo de alineamiento. Por nuestra parte, desde el minuto cero estamos con este equipo que personifica y encabeza Juanjo.J.J.B.:- Que se pierda la mayoría en el Concejo no es lo mejor. A uno le hubiera gustado que el bloque permanezca unido, más allá de las diferencias. Ellos tomaron la decisión de tener un bloque aparte. No la compartimos pero la respetamos. El problema es si esto se llega a traducir en un problema en términos de gobernabilidad. Ahí la cosa merece otro tipo de opinión. Y debemos ser justos: por ahora no hemos tenido ese problema. No nos gusta la ruptura del bloque oficialista, pero debemos reconocer estas cosas. Al Ejecutivo no se le ha complicado la gobernabilidad del municipio por esta razón. - ¿En qué consistió la reunión que tuvieron hace poco con el ex presidente Néstor Kirchner?J.J.B.:- Fue una reunión muy amena. Estuvo organizada a instancias del senador nacional Guillermo Guastavino. Fue una reunión política en la que un ex presidente, con un compromiso y una participación muy fuerte en la realidad pública, dio su mirada sobre varios temas de la agenda nacional. Sabemos de la opinión gravitante que tiene el ex presidente. Por eso entendimos oportuno estar allí. Concretamente fuimos a escuchar, no fuimos a debatir. El ex presidente dio su mirada acerca de la cuestión económica, qué podemos esperar para los próximo meses. También compartió indicadores sociales. Y habló de la reforma política, el rol del oficialismo y la oposición, temas de actualidad. - El oficialismo de Gualeguaychú está alineado con el gobernador Sergio Urribarri. ¿Cómo ven la puja interna con el ex gobernador Busti?J.J.B.:- Uno quisiera que esta separación no se hubiera producido. Lo mismo diría a nivel local. Lo ideal sería un justicialismo unido, trabajando todos conjuntamente con el gobierno. Lamentablemente esto no es así. Como ya dije, acá los límites de la interna los impone la gobernabilidad. La responsabilidad de que, más allá de las diferencias, no se obstruya la gestión del oficialismo. Creo que esa responsabilidad y ese límite hay que tenerlo. Y por último desear que estas diferencias sean circunstanciales. Que podamos desandar este camino de diferencias y encontrar coincidencias para poder volver a tener un peronismo unido en el 2011. Creo que esto, aparte, es necesario.
"Alineamiento por convicción"
- Desde la oposición se critica el alineamiento automático de la administración Bahillo con el gobierno nacional. ¿Qué piensan? J.J.B.:- Este tema me toca en particular. El alineamiento no es por conveniencia. El alineamiento es por convicción, antes que nada. Más allá de algunas cuestiones que uno no comparte. Pero la mirada de país, la mirada de provincia, es coincidente. En algunas cuestiones que se llevan adelante, hemos planteado nuestras críticas. Esto les consta a las autoridades provinciales y nacionales. Yo he sido portador de críticas hacia el oficialismo. Pero las he hecho en el ámbito donde corresponde. No por los medios. O para sacar alguna ventaja partidaria de acuerdo a la coyuntura. Me he reunido con importantísimos funcionarios nacionales para trasladarles mi visión crítica acerca de algunas cuestiones. Y al gobernador también le he hecho saber mis diferencias en algunos temas. Y debo decir, muy claramente y sin titubeos, que jamás las diferencias de opinión, las diferencias de visión, condicionaron absolutamente ninguna obra ni ninguna gestión en la ciudad. Jamás Urribarri me condicionó absolutamente en nada, más allá de haber discutido fuertemente algunos temas -que eso quedará entre él y yo-. Y jamás nos hemos sentido discriminados por el gobierno nacional. Entonces me parece que por ahí la oposición juega con eslóganes o chicanas políticas (...) Pero el alineamiento es por una visión compartida. Entendemos que el saldo de este proyecto político es positivo. Sobre todo si evaluamos de dónde partió, allá por 2003. Y esto debe quedar aclarado: nunca hemos recibido algún condicionamiento o extorsión por parte de las autoridades nacionales y provinciales.L.R.:- Lo que pasa es que uno hizo una propuesta integral a la comunidad local. Le pedimos que nos acompañe a nivel nación, provincia y municipio. Y cuando uno hizo esta propuesta integral no fue diciendo: 'vamos a hacer saludo uno, saludo dos, en función de una caja'. Creo que decir que esto es una cuestión de caja es reducir demasiado una posición política o una definición política seria de país. Acá hay una concepción política, una construcción política de país que uno quiere alcanzar. Vuelvo a decir: si lo reducimos a que es un problema de una obra pública más o menos, es estar bastardeando. Es la generación de un país distinto lo que estamos buscando. Yo también tuve la suerte de participar en esa reunión en Olivos con Néstor Kirchner. Y fuimos a escuchar a alguien tranquilo y con espíritu amplio, todo lo contrario de lo que se comenta en los medios. Además destaco la actitud del ex presidente de recibir a 4 o 5 concejales y funcionarios locales. No es una cosa muy común y hasta ahora no se ha dado. Acá hay un proyecto de país por el cual uno apostó, que podrá tener algunos errores, pero que de última se deberán corregir. El mismo ex presidente nos decía que él se hacia cargo de los errores que había cometido. Y que algunos errores de hoy eran quizás por apurado, quizás por lento -porque fue las palabras que usó-. Nos dijo que el proceso que se venía era un proceso de profundización de medidas. Y evidentemente, cuando las medidas se profundizan, uno sabe que afecta a diferentes intereses. Y esos intereses que se van afectando no necesariamente se van a quedar conformes. Entonces van a tener su respuesta y van a tener también su defensa (...) Se critica la participación de la gente en la calle, a propósito de la asunción de legisladores en el Congreso. Pero a mí me parece favorable que la democracia pueda seguir expresándose. Que los distintos sectores puedan seguir expresándose me parece que nos va a hacer muy bien como pueblo, como comunidad y como país.
El corte de ruta
- ¿Qué lectura hacen ustedes de los piqueteros? ¿Qué lectura hacen de los cortes de calles y de rutas?R.N.:- Por un lado tenemos que diferenciar el reclamo de la herramienta que se utiliza. Los cortes de rutas, las tomas de supermercados, las tomas de comisarías, podrán estar animados de reclamos legítimos, pero me parece que no es el camino. - Sin embargo, alguien del riñón oficialista como D'Elía, utiliza esos métodos... R.N.:- Pero a D'Elía se lo ha criticado profundamente desde el gobierno nacional, cuando ha adoptado este tipo de medidas o este tipo de herramientas, que han ido en contra de lo que es la comunidad. - Cuando hablan del tema del piquete, ¿Lo hacen extensivo a Gualeguaychú, al fenómeno del corte de ruta internacional?J.J.B.:- Nosotros no consideramos a los vecinos de Gualeguaychú piqueteros. De de ninguna manera (...) - ¿Qué sería entonces un piquetero?J.J.B.:- No tengo la definición de la Real Academia, discúlpeme. Yo me detendría en la cuestión de fondo, en la causa de la protesta. Algunos grupos se autodefinen piqueteros. Muchas cosas por las que reclaman son muy sensibles y muy justas. Reclaman trabajo, ingreso digno, condiciones de vivienda, condiciones de salud digna, derechos sociales, todos reclamos absolutamente legítimos. Me parece que no tienen menos autoridad que otros que reclaman y que cortan rutas. Pero yendo al tema Gualeguaychú, todo tiene un desarrollo por el cual hay que entender por qué se llegó a la ruta. Y todos somos partícipes, por acción o por omisión, de esta acción. La comunidad la respaldó en su momento de manera muy fuerte. Ahora bien, quien abraza la responsabilidad política e institucional no puede de ninguna manera avalar un corte de ruta. Cuando uno elige esta postura política, o esta posición en la vida, elige otra manera de solucionar los conflictos de este tipo. Pero la sociedad local entendió que la política no le daba respuesta. Entonces abordó esta otra acción, que fue ampliamente respaldada. Hoy la sociedad se está planteando un debate acerca de si esta es la mejor herramienta o no. Y creo que el debate hay que darlo y es bueno que lo demos como sociedad. Lo que también hay que poner a salvo es la cuestión de fondo, que es Botnia. En esto todos, quienes están a favor del corte y quienes no están a favor, tenemos que ser inteligentes. No debemos agotar la discusión en el corte, porque ahí terminamos desprestigiando la cuestión de fondo, que es la que nos tiene que encontrar a todos unidos. - ¿Cuál es el riesgo de que se confundan los planos?J.J.B.:- Si no se encuentra una salida consensuada alrededor del corte, corremos el riesgo de que los ánimos se crispen, se produzcan heridas, diferencias importantes en la comunidad, que se haga difícil la convivencia social. Pero a eso tenemos que ponerlo arriba de la mesa. Y esto es responsabilidad para todos. Para todos los grupos que de alguna manera participan en esta discusión y también para las autoridades políticas. Nosotros tenemos alguna responsabilidad, por lo menos tratar de ponerle el marco adecuado. Me parece que no somos las autoridades políticas quienes tenemos que bendecir una posición u otra. Pero la decisión tiene que ser de la comunidad en su conjunto. Nosotros tenemos la iniciativa de iniciar una serie de reuniones, con distintos actores sociales, para ver qué opina cada uno respecto a esta herramienta del corte. Porque este es un tema que atraviesa a toda la sociedad. En definitiva nuestra postura tiene que estar respaldada mayoritariamente por la sociedad.
Otras definiciones> Pobreza: "Uno no puede corregir los indicadores de pobreza de una sociedad desde un gobierno local. Esto depende directamente de decisiones a nivel país. Es un tema largo y complejo. Es bueno que analicemos los indicadores sociales en los últimos cinco años. No nos quedemos con una foto (...) Estamos trabajando en un montón de políticas desde la Secretaría de Desarrollo Social. Hay un montón de programas que tienen que ver con la desnutrición, con los trastornos infantiles, con las adicciones, con los problemas de pobreza. Tenemos un montón de políticas activas que atienden a los sectores más postergados". (Bahillo) > Asentamientos: "Esta situación no se generó tampoco de un día para el otro. Quizás hoy se ve un poco más, peso se venía generando desde hace muchos años. Y en cuanto a la pobreza, desde la comuna uno se siente muy limitado, y por eso apuesta a las políticas nacionales en cuanto a la inclusión. Y en este sentido hay un hecho importante a destacar, que es la asignación por hijo. Muchas familias que están en los asentamientos reciben esta ayuda". (Ríos)"Si no damos respuesta es porque no podemos. Eso no significa que no hagamos esfuerzo para transformar la realidad de los asentamientos (...) Tenemos que tener en cuenta que uno como autoridad, con las decisiones que toma va fijando criterios de funcionamiento como sociedad. Para acceder a una vivienda los criterios de funcionamiento tienen que ser la antigüedad en el Registro de la Dirección de Vivienda. Creo que es un método objetivo, transparente, no arbitrario que aquel que hace más tiempo que está esperando una vivienda tenga la prioridad. Aunque se pueden contemplar realidades sensibles como: hijos discapacitados, familias numerosas, y demás. Si ante una usurpación de un lugar privado, salimos rápido, corriendo, a dar soluciones a esa gente, estamos alterando este criterio de funcionamiento como sociedad. ¿Qué mensaje les estamos dando a los vecinos que vienen esperando viviendas? ¿Usurpen que van a lograr algo? No es éste el criterio para el mejor funcionamiento de la sociedad. Esto no significa que no nos ocupemos del tema". (Bahillo)> La cantidad de personal municipal: "No creo en la congelación de vacantes, más allá de que una ordenanza, de manera temporal, puede ser saludable en estos tiempos. A eso no lo niego (...) Pero la discusión es más compleja. Hay que preguntarse: ¿qué servicios presta la municipalidad? A partir de ahí debemos definir la dotación de la planta de personal. En este sentido, congelar la posibilidad de vacantes es congelar la posibilidad de que la organización municipal le de respuesta al crecimiento de la ciudad (...) Me parece que el problema pasa por dotar de mayores recursos a la municipalidad (...) Al tema hay que atacarlo por varios frentes. Hay que mejorar el perfil de los egresos, nominalmente y en calidad, y también los ingresos". (Bahillo)
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