VATICANO
El papa León XIV pidió a líderes globales priorizar el diálogo sobre la violencia

"Pedimos al Señor que toque los corazones e inspire las mentes de los gobernantes", expresó el Sumo Pontífice, tras el rezo del Ángelus en el Vaticano. “La paz es el grito doloroso de los desgarrados por la guerra”, remarcó.
El papa León XIV hizo un enérgico llamado a la paz mundial, solicitando a los gobernantes que optaran por el diálogo en lugar de la violencia armada, durante su saludo posterior al rezo del Ángelus en la Ciudad del Vaticano.
El Sumo Pontífice, en el marco del XIV Domingo del Tiempo Ordinario, reiteró su constante pedido por la paz, solicitando la iluminación divina para las mentes de los líderes mundiales. "Queridos, la paz es el deseo de todos los pueblos y es el grito doloroso de los desgarrados por la guerra", expresó el Santo Padre.
Además, agregó: "Pedimos al Señor que toque los corazones e inspire las mentes de los gobernantes, para que sustituyan la violencia de las armas por la búsqueda del diálogo”.
Durante su alocución, el Papa también elevó sus oraciones por las víctimas de las recientes inundaciones en el río Guadalupe, Texas, Estados Unidos. Al saludar a los peregrinos de habla inglesa, el Santo Padre manifestó sus "condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos, en particular a sus hijos, que estaban en el campamento de verano, en el desastre causado por las inundaciones del río Guadalupe en Texas en los Estados Unidos". En ese mismo mensaje, expresó su cercanía a las familias afectadas y elevó sus oraciones por todos los damnificados.
Cabe destacar que, en su alocución previa a la oración mariana del Ángelus, el papa León XIV también se refirió a la importancia de ser “testigos del Reino” en lugar de “cristianos de ocasión”, invocando a la Virgen María para que “interceda por nosotros y nos acompañe”.
El Papa León señaló que, hoy la Iglesia y el mundo no necesitan personas que cumplen con sus deberes religiosos mostrando su fe como una etiqueta exterior; necesitan, en cambio, obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios dondequiera que se encuentren.
“Quizás no falten los ‘cristianos de ocasión’, que de vez en cuando dan cabida a algún buen sentimiento religioso o participan en algún evento; pero son pocos los que están dispuestos a trabajar cada día en el campo de Dios, cultivando en su corazón la semilla del Evangelio para luego llevarla a la vida cotidiana, a la familia, a los lugares de trabajo y de estudio, a los diversos entornos sociales y a quienes se encuentran en necesidad”.
Y para hacer esto, precisó el Papa, no se necesitan demasiadas ideas teóricas sobre conceptos pastorales; se necesita, sobre todo, rezar al dueño de la mies y profundizar en “la relación con el Señor, cultivar el diálogo con Él”. Entonces Él nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino.