El periodismo y la incomodidad
Por Gustavo J. CarboneÚltimamente se escucha la queja de personas, y muchas veces personajes, en diferentes programas de radio y televisión, dónde se reclama a quién conduce el trámite de un reportaje, que los convocados no deben ser invitados para hacerlos sentir incómodos.Dicen los quejosos incómodos, que nadie invita a otro a su casa para hacerlo sentir de tal manera. Y estamos seguros que es así. Nadie busca provocar esa situación, al menos deliberadamente, con sus entrevistados.Ni tampoco en quiénes quedan involucrados en un comentario periodístico. Seguro que tratamos de no caer en la defensa corporativa de del periodismo, o de todos los medios de comunicación.Pero existimos también, y lo afirmamos, quiénes con muchos errores y desaciertos transitamos con total y absoluta transparencia, los caminos que exige el ejercicio de nuestra profesión.De todas maneras somos sometidos a agresiones e insultos, como ocurrió en el reciente meneado caso de las declaraciones del inefable Diego Maradona. No ahorró palabras procaces y juicios temerarios contra el periodismo en esa y otras oportunidades.La excusa para hacerlo, se asentó en el traspaso de los límites más alejados del respeto hacia una profesión, que como todas o cualquiera otra, no puede ni debe ser el receptáculo de generalizaciones fáciles, autoritarias y agraviantes. Seleccionado sainete Lo peor de lo comentado más arriba, es que el Seleccionado de fútbol nacional, se ha convertido en un verdadero sainete, no ya por obra y "dirección" del famoso 10.El staff de artistas que se presentan en la obra desopilante, y dramática, son varios de los integrantes del cuerpo técnico sobre todo. Lo que se observa y desprende de esos comportamientos, es que son un espejo de la realidad que nos azota a diario.La coronación de la ineficiencia de esta empresa deportiva encarada para viajar hasta el mundial de Sudáfrica del año que ya viene, en esta etapa previa de la clasificación ha sido la peor, deportivamente hablando, de los últimos 20 años.Y cuando lo que se hace mal da lógicamente malos resultados, es de necios insistir con las mismas prácticas. Salvo que uno no esté en su sano juicio, es decir que esté loco, puede conseguir otros resultados distintos insistiendo con los mismos métodos.Cuando la cabeza de lo que sea, está errando el camino que permita converger naturalmente a los esfuerzos colectivos, o no tenga la debida autoridad moral (mucho más importante que la de la mera habilidad personal), o no tenga la tranquilidad de espíritu y el equilibrio debido para sortear con éxito las tormentas o las derrotas, cuando se está preñado de una soberbia sorda y ciega, los caminos que se encaran conducen a "ningún destino". O finalmente a uno que no sirve para nada. Y no existe periodismo cómodo que transforme la realidad, que es como es, y no como uno quiere que sea Siempre a tiempo Existen otras oportunidades en la vida para reparar las "macanas" que todos cometemos. Existe siempre una manera de llegar a éso. A veces cuando son graves los errores cometidos, deben ser pagados con cárcel. Y esto sí que es doloroso y bien incómodo para cualquiera que le toque.Pero en el resto de los casos, como el del Seleccionado nacional y sus avatares, sus integrantes, y el libreto con el que se manejan, se está tiempo.Aún puede darse un baño de humildad muy grande, en serio, que permita tomar alguna nueva dirección dónde los puntos de vista del periodismo y de la gente en general, que no coinciden con las verdades absolutas que detentan o pretende detentar genios deportivos como Maradona, sean para ir al infierno. Si se transforman en tolerables y no insultantes, se evitarán las incomodidades que inclinan al desasosiego y las porno declaraciones..No existen verdades incómodas que utilice el periodismo en general porque sí. Tampoco son absolutas como expresamos recién. Lo que hay son verdades que cada uno entiende y se convence de ellas, pero tiene siempre que guardar el debido respeto.Bajo ningún concepto se puede admitir que desde ninguna parte se deje de respetar al que piensa distinto. Mucho menos se debe "incomodar" -estratégicamente si se quiere- a quién sea, para tratar de imponer algo.Sí es clave, ir hasta el hueso en el análisis de las diferentes situaciones. Hace falta madurez, mucha madurez y valentía también, para asumir errores propios. Y resolver lo que de ellos se desprende mucho más esfuerzo aún. Grageas de optimismo Esta columna dominical no puede sustraerse a ciertas cuestiones que aportan optimismo y positividad al comentario.Por ejemplo, nos enteramos días pasados de acciones que está llevando a cabo la Corporación del Desarrollo desde su Consejo. Están planificadas en el camino de la Educación nada menos, con el establecimiento de un Parque Tecnológico de punta dentro del mismo Parque Industrial.Este diario se ocupará con detalles en venideras ediciones de lo que se va a llevar adelante allí. Y también de los planes que se deben implementar, seria, profunda y de manera sustentable, en términos de radicación de nuevas industrias, locales hoy radicadas en el radio urbano.Y especialmente lo que se hará en la Corporación, por superar con mejoras que no pueden esperar, para el cuidado de nuestro medio ambiente.Por otro lado, la Carta Orgánica parece encender una luz de esperanza en cuanto al cómo y para qué, implementarla en Gualeguaychú. Por suerte existe casi unanimidad de aportes de la dirigencia política local, en cuanto a poder organizarse en líneas comunes de acción y pensamiento en temas que se tienen que resolver, desteñidos de intereses partidarios o personales de circunstancia.Y para finalizar, mañana habrá de firmarse, por fin, la adjudicación de la magnífica obra que significa la construcción del Hospital Bicentenario. Y desde allí, desde la adjudicación se encarará el nuevo edificio, que ya cuenta con la financiación correspondiente según se afirma, hasta terminarlo.Junto a la culminación del Acceso Sur hace un tiempo ya, el reciente final del tramo de la Autopista entre Ceibas y Gualeguaychú, esta esperada construcción de nuestro Hospital, completa por ahora y en este tiempo, en una base de infraestructura que satisface a toda la sociedad local.Que esa base sirva para renovar entusiasmos, con nuevos emprendimientos que abastezcan las necesidades y demandas presentes y futuras, constantes también, que desde aquí se realizan.Nos reencontramos en esta columna el domingo que viene, Dios mediante.
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