“El placer más grande es pasear a mis nietos en los autos antiguos”
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Rubén Schimpf es vecino de Urdinarrain y presentó su colección de autos antiguos en la celebración de un nuevo año de vida de Aldea San Antonio y en la Fiesta del Inmigrante Alemán.Durante buena parte del sábado, las máquinas, brillantes y muy bien cuidadas, quedaron estacionadas frente a la Municipalidad, constituyéndose en un atractivo especial para los amantes de los autos, que se acercaban a observar los modelos de los años 20, 30 y 50.Son verdaderas reliquias, con la mayoría de sus partes originales. Entre otras máquinas sobresalía un Wipel 26, un Ford A del 29, Chevrolet 35 y 39, también un Ford 39, para que los hinchas de "ambas marcas no se peleen", bromeó.Schimpf trabajó años atrás en relación de dependencia, hasta que luego puso su propio taller y "ahora me dedico a esto que considero un hobby y una pasión muy saludable".Dijo que todos los autos con los que cuenta fueron hechos con "mucho sacrificio en el taller, llevándome cada máquina entre dos y tres años para dejarlos en condiciones". Agregó: "Hicimos todo en forma minuciosa, detallada, y lo único que no se ha hecho es el cromado y tapizado, el resto, chapa, pintura, motorización, lo trabajamos nosotros". Contó que para conseguir repuestos y partes originales debió recorrer distintos lugares, como campos, chacras y ciudades.Los modelos más antiguos tienen llantas de madera, particularmente "el Wipel 26 que alcanzaba los 60 kilómetros por hora, mientras que un Ford A, podía llegar a los 80", aunque lo ideal en estos autos es transitar a una "velocidad de 60 kilómetros".Dijo que para el barro, en los famosos caminos de la producción, prefiere "toda la vida un Ford A, un auto liviano, el de batalla de la marca en su época", que a uno actual de calle.Indicó que los motores están originales casi en su totalidad. "No digo en un ciento por ciento, debido a que algún tornillito hay que ponerle", se sinceró, pero manifestó que "todo está en 6 volt como venía de fábrica, ninguno fue reformado a 12, por lo que el instrumental es original en su totalidad".Schimpf participa de distintas exposiciones a lo largo y a lo ancho del país, incluso a "La Pampa fui marchando con estos autos". Contó que el Ford V8, modelo 39, consumió alrededor de 13,5 litros cada 100 kilómetros. "Es un placer manejar estos autos, ya que son muy cómodos y nos remontan a otros tiempos".En su flota de autos antiguos sobresale un Mercedes Benz 55 diesel, el único con "caja de cuatro marchas, el más nuevo de los antiguos, porque tengo otros autos, pero esos son clásicos".Indicó que un auto restaurado como los de su parque "no se consiguen más y no tienen precio, debido a que si lo vendo, con lo que me pueden llegar a dar, no puedo hacer otro". Por último confesó que su placer más grande en este hobby "es pasear a mis nietos en estas joyas de la mecánica".
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