GANADERÍA
El precio de la hacienda se mantiene en valores muy por debajo de la inflación
Se señala, desde el desconocimiento, que la carne vacuna es la causante de la inflación y se culpa a la cadena de ganados y carnes de agitar las aguas de mercados de por sí bastante turbulentos. A pesar de ello, la realidad siempre prevalece sobre las percepciones o la desinformación. Alertan sobre una zafra menor de terneros en el 2023.
Fabián Miró
El precio del ganado en pie se mantiene en valores muy por debajo de la inflación, aunque en las carnicerías y boca de expendio el precio no bajó. Claro el carnicero tiene sus costos fijos, como faena, transporte, impuestos varios, el costo de la energía eléctrica que si van al compás de la Inflación.
Observando los distintos remates en la zona observamos la preocupación del productor a lo que se debe sumar el de la sequía que amerita una nota aparte en el mismo campo.
Consultamos a martilleros y consignatarios de la ciudad que nos dieron su punto de vista sobre la situación actual que atraviesa el sector ganadero.
Atilio Solís (Consignataria del Sur) recordó que “arrancamos el 2022 con precios relativamente buenos, normales, pero el proceso inflacionario no se detuvo en ningún momento, quedando la hacienda muy atrasada. Hoy el promedio del novillo gordo oscila en los 300/307 pesos, cuando debería estar mínimo 450 pesos si lo llevamos al ritmo de la inflación, quedando más que claro que el defasaje es muy importante. En la invernada arrancamos con precios muy buenos y a medida que fue pasando el tiempo, especialmente después del primer semestre en los meses de julio y agosto se generó una caída importante de precios, un poco de la mano con el precio de la hacienda en pie del novillito liviano que complicó el panorama y si bien estaba un poco ‘sobreevaluada’ la invernada en ese período con valores de referencia a 450 el macho y cuando se trataba de un ternero muy liviano se llegaba a los 500 pesos en lo que eran precios corrientes. Esto hasta el primer semestre donde, reitero, comenzó una caída de precios que estaba más cerca de la realidad en cuanto al precio del gordo. En el último remate un ternero macho (180 kilos) se ubicó en los 380 pesos promedio; mientras que algún lote muy liviano anduvo por encima de los 400 pesos, pero estamos hablando de lotes de 100/110 kilos”.
Dijo que en “los últimos 30 días hubo un cambio muy importante en la exportación donde en la primera parte del año veníamos con 560 pesos la carne gancho; mientras que en los meses de agosto, septiembre y octubre bajó a 520 y ahora recuperó el valor anterior que es de 560 pesos la carne”. Señaló que Argentina “tiene un mercado interno muy deprimido con un consumo muy bajo que tiene que ver con la notoria baja del poder adquisitivo”.
Por su parte, Sebastián Duarte (Consignataria Duarte) dijo que “2022 comenzó con buenos valores, una marcada recuperación de la invernada, con terneros que se vendieron a 500 pesos, el novillo en 400, la vaca gorda en 280 pesos. Todo eso se derrumbó, producto, entre otras cosas, de la baja internacional en los precios. Los chinos que se retiraron, la Hilton que disminuyó, además de factores climáticos como la sequía que generó que la poca oferta que había no podía absorberse cayendo los precios en todas las categorías”.
Respecto al último remate, indicó que “los precios mejoraron un poco, teniendo en cuenta que estuvimos peor en su momento- La vaca gorda anduvo en los 250/260, categoría que llegó a venderse a 210 pesos; mientras que la vaca conserva o manufactura que anda en los 220 había caído a 180. Pasando en limpio, estamos en una levantada, siempre en la búsqueda de llegar a los valores que teníamos. Ahora si nosotros, por la ganadería, nos comparamos con otro sector, la inflación nos llevó puesto y los valores son irrisorios”.
Hay un brecha muy grande y puso como ejemplo que un “corte de carne ande en los 1300/1500 pesos en góndola: mientras que el productor recibe cerca de 500 pesos. Estamos hablando más del doble y esa notoria diferencia entre el que produce y lo que paga el consumidor se lo lleva la composición de la cadena”.
El consignatario dijo que en vastas zonas del país “se ha vendido mucha hacienda, especialmente vacas nuevas que no se deberían haber venido y que vamos a sufrir, no en esta zafra, pero si en la que viene con seguramente un 1.300.000 terneros menos, debido a que el ciclo de preñez se ha perdido en muchos puntos del país por factores climáticos”.
El martillero Néstor Silveyra indicó que “estamos en los mismos valores que en el mes de Marzo o inclusive antes. Pensábamos que la hacienda iba a continuar en alza, pero se frenó y más que quedarse en una meseta entró en una pendiente, especialmente en lo que tiene que ver con el consumo interno, en tanto que la exportación en el cierre del año viene con buenos valores. Lamentablemente algo que venía bien y se frenó abruptamente fue el mercado chino, aunque ahora se está viendo un leve repunte en la compra de vacas que es lo que consumen”.
Además, un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas señala que “en un contexto económico complejo, el precio de la carne no ha aumentado respecto a la inflación”.
A su vez, la hacienda en pie “retrotrajo sus precios nominales que descendieron con respecto a la inflación. La actividad también se vio afectada por un enfriamiento de la economía de los principales países compradores, por el deterioro de las condiciones internas (inflación, tipo de cambio y tasa de interés) e intervenciones que distorsionaron el mercado”.
El precio de la carne ha “quedado por debajo de la inflación anual y el precio que recibe el productor está visiblemente atrasado”, remarca Confederaciones Rurales Argentinas”.
La hacienda en pie ha vuelto a caer: “Solo en el mes de noviembre se depreció un 3,73 % y cada vez pierde mayor terreno respecto de la inflación que no deja de crecer”, remarca la entidad, mientras que en diciembre, con todo lo que suele significar habitualmente el último mes del año, “el precio minorista de la carne vacuna en los principales centros de consumo del país estuvo estable o se movió levemente con respecto a noviembre. Esto concretamente significa que no se dieron aumentos en las cotizaciones o que estos no superaron el 1,5% mensual según la ciudad que se analice”.
CRA resaltó que “Es bueno señalar que en el marco de un ritmo inflacionario de nuestra economía cercano al 100 % anual, la carne vacuna ha aumentado alrededor de un 42% entre diciembre de 2022 y el mismo mes del 2021”
Recordó que “en algún momento de este año se culpaba a la carne del aumento de la inflación, y por eso se prohibió la exportación de los siete cortes. Aun así, en este contexto inflacionario y a pesar del estancamiento de su precio, el consumo de carne sigue cayendo. El problema era y es la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. Y una vez más, resaltar que el productor no es formador de precio y que La carne es noticia cuando sube o cuando aumenta por encima de otros alimentos, pero también está bueno que la sociedad tome conciencia que esto no siempre es así. No es una constante. Por ello, es necesario dar a conocer y explicar la dinámica de los mercados, porque, así como se resalta una vez más que la carne no es la mala de la película, también es imperioso destacar que la actividad ganadera necesita de estímulos económicos para poder producir”.
Asimismo, este combo de bajos precios internacionales, sumado al escaso poder de compra por bajos salarios y alta inflación; y la sequía pueden terminar con el precio del gordo y provocar el lógico reordenamiento de precio, cuando este se retrasa y la oferta disminuye.
De esta manera, el panorama para el 2023 es muy complicado para la producción ganadera y podría haber escasez en la oferta.