“El problema de Argentina es la falta de respeto a los principios de la Constitución del 1853”
Tarifazo, inflación, recortes. Son las palabras más pronunciadas por los argentinos de cualquier clase social. Muchos opinan que es un proceso sano y que llevará tiempo. Otros, más pesimistas, anuncian una debacle. ElDía entrevistó al contador Diego Fernández Elgue, quien trazó diagnóstico y pronóstico de la economía argentina.Estela Gigena"El Fondo Monetario Internacional confirmó que 2016 será un mal año para Argentina en lo económico, pero según los nuevos datos se trata de una situación aún peor: la economía tendrá una retracción de 1,5% en el año en curso. El retroceso es producto de la combinación de los ajustes, la inflación, los tarifazos y la caída del consumo", se informó esta semana.Para el contador Fernández, "estamos tratando de arreglar un desastre que es inmenso, que va a llevar mucho más que el año que viene para poder solucionarlo. Porque son muchos desastres en diferentes sectores. El que más estamos viendo ahora es el energético. Pasamos de ser un país que exportaba energía a un país que importa energía, que la compra cara; con un desfasaje tarifario que va a crear un problema social muy grande y que va a ser muy difícil arreglarlo".- ¿Cuáles son las complicaciones más importantes?- Tenemos muchas complicaciones. El tema del cepo se arregló, se salió bien, pero hay un montón de factores más que van a llevar mucho tiempo solucionarlos. El problema de la Argentina es la falta de respeto a los principios de la Constitución del 1853. Cuando cantamos el Himno Nacional, ¿qué decimos? "Libertad, libertad, libertad", que son los principios de la Revolución de Mayo. "Ved en trono a la noble igualdad", y la igualdad tampoco existe en la Argentina. Mientras eso no exista, no hay posibilidades de salir económicamente. Son los principios de la economía.- ¿Cuáles fueron los peores errores cometidos?- De todo tipo, empezando por la violación del Artículo 29 de la Constitución por parte de diputados, senadores y jueces, al otorgarle súper poderes a la Presidente (Cristina Fernández). Eso implica nada más ni nada menos que el delito de infame traidor a la patria. Un delito que ni siquiera está en el Código, sino que está en la propia Constitución. Pues bien, las personas que cometieron esos delitos ni siquiera fueron juzgadas. Y no solamente eso, sino que las volvimos a elegir en la política. Mientras tanto, estamos buscando cómo meter preso a un ladrón o a un cuatrero. Esto es imposible, se ha roto la estructura de la República. Y este gobierno ahora ni ha empezado a ponerse a arreglar las cosas. Es decir, le va a llevar mucho tiempo arreglar esto. Y básicamente se necesita de una dirigencia de calidad que, lamentablemente, no tenemos. Se puede ver lo que ha sucedido: se han mantenido en el poder para la rapiña, nada más.- ¿Cree que las medidas que ha tomado el gobierno de Macri son atinadas?- Algunas sí y otras no. Pero hay que darle tiempo, son nada más que seis meses, es muy poco el tiempo que ha transcurrido. Creo que hay cosas que se han hecho bien. Hay cosas que a mí no me gustan, o las hubiese hecho de otra manera, de una manera más tajante, sobre todo el tema tarifas y demás. Porque esto de ir paso a paso tiene la complicación del conflicto social inminente.- Pero, si hubiese sido más tajante hubiera sido más duro también para la gente...- Sí, pero hubiera sido un momento y quedaban las cosas más o menos acomodadas, pero no ha sido así. El gran problema que tenemos hoy es que el gasto público sigue por las nubes. Y con un Estado que le roba a la población más del 60 % de la riqueza que genera, no hay posibilidad de que un país pueda salir adelante. Toda la riqueza que generamos se la comen los impuestos. Y no puede funcionar un país así; de esta manera no puede ser competitivo. Ningún país exporta impuestos. Y nosotros no podemos hacerlo tampoco porque nadie nos va a comprar nuestros impuestos. El drama de la Argentina hoy es eso: todos son impuestos. Impuestos que no llegan en nada, porque no tenemos rutas, hospitales, escuelas. No tenemos nada. Estamos como en 1810. LA SALIDA- ¿Cómo se sale de esto?, ¿cuál es el panorama que ve?- ¿Cómo se sale? Respetando a rajatabla los principios de la Constitución de 1853, que es el modelo económico de la República Argentina y que no queremos entenderlo. El señor (Juan Domingo) Perón nos enseñó que eso no debe ser y desde ahí en más así fue. Nunca más la República Argentina. Y, lamentablemente, no vamos a salir nunca sino respetamos la Constitución. No importa de qué partido sea el que gane o que esté en el poder. El problema es respetar la Constitución, que es un modelo económico.- ¿Cree que va a haber momentos más duros aún, en base a las medidas que se han tomado?- Sí. Van a haber momentos difíciles, de conflicto social. Y el conflicto social más grande se va a dar cuando haya que desarmar la maraña de planes y demás que han enseñado durante muchísimo tiempo a mucha gente a no trabajar, a vivir de la teta del Estado. A esa gente la bancamos los que trabajamos. Y en algún momento eso se tiene que cortar. Porque el que trabaja hoy ya no resiste tanta presión de impuestos. Entonces, en ese momento vamos a tener que soltar. Evidentemente, porque se ha construido esto para que suceda. No nos olvidemos que estuvimos a punto de ser Venezuela.- ¿Cómo está hoy el sueldo de un trabajador, cuánto ha bajado? - Más o menos, porque no se puede medir por el tema de la inflación que tenemos. La inflación es un problema monetario que lo hace el gobierno al emitir moneda. El gobierno anterior, desde enero del 2011 a diciembre de 2015 emitió por moneda por más de 980 mil millones de pesos. Eso se llama inflación. Los sueldos están siempre bajos y van a seguir bajos, hasta que el Estado no se deje de meter en la economía y no achique los gastos. El sueldo es, en parte, lo que vos cobras en el bolsillo. Pero la otra parte son los impuestos que te cobran cuando comprás algo y que te llevan la mitad del sueldo. Cuando vos echas nafta en el auto, más de la mitad son impuestos. Cuando pagas el teléfono, la luz, la comida, lo mismo. Entonces, el sueldo sería el doble si el Estado no interviniera así. Nos matan con los impuestos porque hay que abastecer toda una locura de gasto público que se lleva todo eso. Es difícil que lo veas. No lo sentís, no lo percibís. No gozas lo que pagas de impuestos. No te vuelven los impuestos.- Existe el fantasma de que puede haber muchos más despidos y empresas que cierran ¿esto puede darse también en este escenario?- Puede haber despidos y puede haber incorporaciones. Mientras el gobierno no reduzca el gasto público, hasta que los argentinos entendamos que no podemos seguir con este Estado elefante, evidentemente vamos a tener problemas económicos. No hay salida de esta manera. Y un tema fundamental es que de una vez por todas la Justicia argentina funcione. Lamentablemente, no funciona cuando los diputados y senadores cometieron el delito de infame traidor a la patria y la Corte Suprema de Justicia de la Nación miraba para el otro lado. No dijeron ni mu. Los jueces tampoco dijeron nada. Todos los jueces que hoy son unas liebres corriendo atrás de los casos, antes eran unas tortugas. No hacían nada. Un país sin justicia no puede funcionar porque se precisa justicia para que haya libertad, para que haya igualdad y para que exista la propiedad.
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