El radicalismo piensa en una coalición a nivel local

- De todos modos los tiempos se acortan y hay que definir candidaturas - Estuve el lunes en Buenos Aires en el Comité Nacional y ahí comentaban que Sanz saldrá en enero y febrero por la costa, para sondear sus posibilidades como candidato presidencial. Creo que ahí se van a acelerar los tiempos del partido. A nivel local, nosotros nos ajustamos a las cuestiones institucionales del partido. La convención nacional ha dado ya a los cuerpos orgánicos la facultad para organizar alianzas y acuerdos básicos. Nosotros tenemos que hacer lo mismo. Ceo que hay algunos sectores políticos que están interesados en dialogar con nosotros. A partir de la semana próxima vamos a intensificar esos diálogos políticos. - ¿De qué sectores habla?- Además del socialismo y el GEN, tendremos que hablar con el espacio de Emilio Martínez Garbino, del sector que lidera Pino Solanas, y con otros grupos políticos. Hay que recordar que a propósito de la Carta Orgánica, trabajamos en conjunto con otras fuerzas, con las cuales hicimos una especie de frente.Ahí puede formarse coalición. Veremos cómo salen las cosas. - Se mencionó mucho su candidatura para la intendencia...- No puedo decir si lo seré o no. Soy un hombre de partido. Así se definió por este diario el senador Pichetto, que fue menemista y ahora es kirchnerista. Aunque yo creo haber estado siempre en una línea más coherente, que es la que expresa el radicalismo. Es decir, yo me debo a la gente del partido. Y voy a trabajar para que la Unión Cívica Radical conduzca los destinos de la ciudad. - Gualeguaychú, convengamos, ha sido desde hace tiempo una plaza esquiva al radicalismo.- No hemos vuelto a conducir la ciudad desde el gobierno de Ricardo Taffarel. Creo que esa gestión junto a la de Manuel Alarcón, fueron de las mejores, y por ahí quedaron en el olvido. No digo que los gobiernos que les sucedieron no hayan hecho bien las cosas. Lo que digo es que hay una visión algo ingrata hacia esos gobiernos anteriores (...) Reitero, para mí la mayor satisfacción en estos dos años de gestión al frente del Comité Departamental es haber puesto al partido en movimiento. Las convocatorias que estamos haciendo, como las de asunción de autoridades o la que tuvimos hace poco en Larroque, revela tajantemente la diferencia entre una organización política permanente e inmutable como la UCR, y otros emprendimientos políticos personales. Esto reivindica lo que es el radicalismo como partido centenario. Que no solamente tiene que ser un partido centenario en el almanaque. Como decía Levenson: "Doctrina para que nos entiendan y conducta para que nos sigan". Tenemos que entender que el poder tiene que ser la herramienta para transformar la sociedad en un orden más justo. Creo que eso es fundamental. Tenemos que ratificar la conducta republicana. Entender que la política tiene que estar al servicio de la sociedad y no la sociedad al servicio de intereses personales. Y entender definitivamente que en democracia el que gana no tiene el derecho de hacer lo que se le antoje. Eso es una democracia delegativa, no representativa. Tenemos que aceptar como algo natural y necesario el recambio en los cargos. Y cuando se pierde, hay que tener la humildad para corregir los errores. - ¿Cree que hay interés en la comunidad por la cosa pública? ¿O la participación cívica se circunscribe a las semanas previas a una elección?- La experiencia del radicalismo puede dar una respuesta. La sociedad, que es el último e inapelable juez de nuestras conductas políticas, nos ha castigado con innumerables derrotas. Pero nosotros hoy vemos la recuperación del partido (...) Cuando uno toma el compromiso militante de trabajar con un partido de cara a la sociedad, la gente responde. Lo mismo ocurrió en las jornadas municipales. Un peronista muy conocido, amigo personal, Guillermo Nikodem, que estuvo hablando sobre el tema del deporte en una de esas jornadas, me agradeció la invitación diciéndome que era la primera vez que participaba en un partido que no era el suyo. Esto anima a la participación cívica. Y revela lo importante que es el partido en el sistema democrático. Creo que tienen que dejar de ser estructuras cerradas que únicamente sirven para llegar al poder y repartírselo luego. Tienen que ser un espacio donde se formen los futuros dirigentes. "¿Y quién me acompaña?" - En la Argentina hay una larga tradición anti-partido democrático. Es muy fuerte la idea de esperar que un líder mesiánico arregle los asuntos por nosotros...- Es así. Por eso no es fácil hacer política desde un partido. A nosotros nos costó mucho convertirnos en una opción ante la sociedad. El 28 de julio del año pasado marcó un quiebre. El radicalismo se convirtió en un espacio de expresión de muchos ciudadanos cansados y hastiados por tanto autoritarismo. Ahora bien, esto tenemos que alimentarlo y mantenerlo para poder ser una opción en el 2011. Por eso, tenemos que ser capaces de diseñar un programa de gobierno con fuerte participación social. - ¿Esto lo dice a propósito de Gualeguaychú?- Pienso en lo local. A ese programa de gobierno hay que llevarlo a la práctica. Y para eso necesitamos personas de carne y hueso, que se conviertan en sujetos públicos. Y eso se llama compromiso. Y esto es quizá lo que nos esté faltando. Vos me preguntás: ¿te gustaría ser intendente? Y yo digo que a cualquier dirigente político local esa posibilidad lo seduce. Ahora bien, miro para atrás ¿y quién me acompaña? Por eso digo que es clave la presencia de un partido que respalde. Recuerdo cuando me tocó votar por el tema de la Avenida Parque. Fui el primer concejal que estuvo de acuerdo con la obra; después me acompañó Pauletti. En ese entonces mi partido no estaba de acuerdo con mi posición. Y debo decir que eso se siente. En cambio, cuando estás en la función pública y se tiene un partido que respalda, la cosa cambia. Un ejemplo concreto de esto le pasó a De la Rúa, que terminó más solo que Pinochet en el día del amigo. Es importante que los jóvenes se metan en los partidos, y se conviertan en su columna vertebral. - ¿Qué déficit detecta en la ciudad? - Aunque parezca reiterativo, no entiendo cómo es que no se considera el proyecto que presentamos sobre la creación de un consejo municipal de seguridad. Tenemos que avanzar en este frente. Hace poco, en una reunión con la gente de turismo, se tiraron ideas sobre las cosas que se pueden hacer, y que no son tan costosas. Ocurre que hay que ponerse en acción. Tenemos que trabajar también en el tema de la planificación urbana (...) Y en cuanto a la municipalidad, creo que el que llega al gobierno lo primero que tiene que hacer es hablar con los empleados. Tenemos que jerarquizar la función del trabajador municipal. Hay empleados con muchos conocimientos, que conocen la realidad municipal, y sin embargo no son tenidos en cuenta (...) - ¿Cuál es su pálpito de cara al 2011?- Cuando Cristina gana con el 40 % de los votos, Néstor Kirchner tenía un 70 % de imagen positiva. Las internas abiertas y simultáneas generan otro escenario. La sociedad va a elegir los candidatos de las coaliciones. Y mi impresión es que el próximo presidente va a surgir del ballotage, por primera vez en la historia. En ese caso va a salir fortalecido, porque contará al menos con el 50% de los votos. Estoy confiado en que vamos a ganar en 2011. Y esto porque la sociedad, cuando viene una elección, vota el futuro. Y el radicalismo está encarnando esa perspectiva.
Rodríguez dixit > "Hay cosas de este gobierno que son positivas. Como la renovación de la Corte Suprema de Justicia y la asignación universal por hijo (aunque esta idea fue planteada antes por la oposición). Pero tenemos que terminar con el poder hegemónico y la concentración de capitales entre amigos. En lugar de eso, hay que trabajar por una más equitativa distribución de la riqueza". > "La pobreza es una de las mayores inequidades. Involucra a millones de argentinos. Hay que poner en ejecución los derechos positivos. El derecho a la vivienda, a la salud, a la educación, le son negados a la gente que menos tiene. Víctor de Gennaro, en una reciente nota, habla de que el gobierno reconoce 13 millones de pobres, cuando en realidad existen entre 16 y 18 millones". > "Creo que Argentina no aprovecha el contexto mundial. Como sí lo están haciendo Brasil o el Uruguay. Brasil tiene el 5 % de inflación anual. Ha reducido notablemente la pobreza y aumentado la clase media".
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