TODOS PASAN, QUEDAN LOS ARTISTAS
El regreso del teatro: una industria que quiere volver fortalecida luego de la pandemia
Actores, directores, productores y técnicos en general terminaron muy golpeados tras un año y cuatro meses cerrados por culpa del coronavirus. Sin embargo, en las últimas semanas volvió la esperanza y se permitió una reapertura, primero con un aforo del 30% y ahora del 50%. ¿Cómo convivieron con la virtualidad? El futuro de un sector que vive de la ilusión y la fantasía, pero con los pies bien clavados en la realidad.
Por Amilcar Nani La pandemia, esta maldita pandemia. Durante este año y medio se ha abordado de diferentes maneras el daño que ha generado. Desde sectores golpeados de manera económica, algunos con una estocada mortal, hasta la historia de los sobrevivientes que la remaron sin cesar contra viento y marea. En este último grupo, hay un sector que la tuvo muy complicada, como lo es la industria del teatro. Durante un año y cuatro meses, las salas teatrales estuvieron vacías, resonando en su interior el eco de obras que no se podían montar. Salvo algunas excepciones durante la temporada de verano, los teatros tuvieron las puertas cerradas un tiempo demasiado prolongado, y artistas, directores, productores y técnicos –la familia del mundo del teatro– tuvieron que rebuscársela para poder seguir en pie. Sin embargo, ahora comienza a verse la luz al final del túnel: desde hace unas semanas, se permitió la reapertura con un aforo del 30%, y la semana pasada, gracias al último DNU presidencial, la capacidad aumentó al 50%. En este sentido, los faros se encendieron y los escenarios comenzaron a poblarse nuevamente, las boleterías volvieron a vender tickets y los artistas volvieron a brillar. No por nada, Enrique Pinti lo decía al final de su obra “Salsa Criolla”: pasan todos, quedan los artistas. Pero como la pandemia vino sin avisar, ahora llega el momento de reconstruir, no materialmente hablando, sino volver a generar el hábito, vencer al miedo y que el teatro vuelva a ser una salida o un esparcimiento cotidiano.
“Estuvimos un año y cuatro meses sin poder hacer absolutamente nada, porque el artístico fue uno de los sectores más golpeados. Ahora tenemos que trabajar para generar el hábito y que las personas vuelvan al teatro, que sepan que es un espacio seguro y que vuelva a ser una salida habitual”, le dijo a ElDía el actor, productor y humorista Dicky Dargain, uno de los referentes locales de la movida teatral. Con una capacidad total de 600 butacas, el Teatro Gualeguaychú hoy puede recibir solamente a la mitad de espectadores. A la entrada se le toma la temperatura a todos, el público está siempre con tapaboca puesto y solamente se pueden sentar en filas salteadas: o sea, una fila está ocupada, y la de atrás y adelante quedan libres para mantener el distanciamiento. Uno de los que tuvo el gusto de volver a poner una puesta en escena en el Teatro Gualeguaychú fue Rogelio Fuentes, productor, docente y actor de nuestra ciudad. Con una reconocida trayectoria que comenzó de la mano de su madre Nina, ahora monta sus propios espectáculos y produce los shows de ballet de la escuela que comanda su mamá. El domingo pasado fue el turno de la puesta en escena de "El Maravilloso Mundo de OZ", una obra que realizó junto a sus alumnos. “En cuanto al público, se agotaron las entradas. Estuvo lleno, no quedó un lugar, y quiero agradecer porque la situación económica no está fácil, el miedo de las personas con respecto a la pandemia sigue latente, pero desde mi parte, tanto como docente como productor, todos los chicos estuvieron cuidados. Actuaron con un tapaboca especial transparente, en las clases están todos con tapaboca, y creo que ha tenido su recompensa porque no ha pasado nada”, reflexionó en declaraciones a ElDía. Esa maldita virtualidad Lo cierto es que durante el año y cuatro meses con la actividad paralizada, el rebusque obligó a la industria teatral a reinventarse para poder aguantar. Y la opción que decantó casi de manera natural fue la virtualidad. En este sentido, el streaming –transmisión de la obra de manera virtual– ayudó para mantenerse activo, inclusive pudiendo cobrar entradas para que las personas disfruten desde sus casas de diferentes espectáculos. Sin embargo, esta experiencia no fue del todo placentera. “Me costó, y lo tomé como aprendizaje. El trabajo es totalmente diferente al teatral, donde tenés el contacto con la gente, la calidez, el aplauso y la risa. Sentís una devolución. Es un poco más frío que el teatro”, explicó Dargain. Sin embargo, y a pesar de sonar un recuerdo tortuoso el actuar frente a una cámara, Dicky sostiene que los streamings van a seguir en marcha en esta nueva realidad: “Creo que van a seguir conviviendo el teatro y la transmisión virtual, y de la mano. Ya hay espectáculos que apuestan al vivo y al streaming al mismo tiempo. Para personas que viven afuera, que no pueden concurrir a la sala, es una muy buena opción el streaming. Llegó para quedarse y es una alternativa más”. Por su parte, Rogelio Fuentes tiene otra experiencia diferente con respecto al mundo de la virtualidad ya que él supo aprovechar este soporte, pero desde su lado docente: a pedido de sus alumnos, comenzó a dar clases por zoom, y los resultados terminaron sorprendiéndolo: “La realidad que empecé como dos o tres meses después del comienzo de la pandemia. Fue reinventarse, crear, pensar nuevas maneras. Fue difícil, pero lo logramos. En lo particular, espero que no vuelvan las clases virtuales y que podamos seguir aprendiendo de manera presencial”. Es que el teatro es eso: contacto, convivencia, compartir experiencia, buscarse en el otro para generar un mundo de fantasía. Y que curioso que, precisamente todo eso que es el teatro, es lo que comenzó a escasear en la pandemia. Por lo tanto, y sin que nadie lo esperara, esta carencia decantó en que muchas personas –niños, adolescentes y adultos– se volcaran a tomar clases de teatro de manera virtual. “El alumnado se ha triplicado, y tengo que agradecer por la cantidad de chicos nuevos que han comenzado a estudiar teatro durante la pandemia. Se ve que el encierro ha destapado algo, porque de dar dos veces por semana hoy en día doy clases los cinco días”, explicó Fuentes a ElDía. Los costos del arte Nadie dijo que hacer teatro sea fácil y barato, de hecho nunca lo fue. Y cuando la principal fuente de ingresos, como son las entradas vendidas, se vio si o si disminuido en un 50%, muchos se preguntaron si la industria podría sostenerse. Sin embargo, lejos de las miradas negativas y pesimistas, el mundo del teatro aseguro que saldrá adelante sin importar nada más y manteniendo los estándares en los primeros niveles. “La reducción del aforo no complica los costos. Estamos todos los artistas y productores generando trabajo, y creo que eso es lo primordial. Que se empiece a gestionar toda la movida artística es lo importante, y no creo que esto modifique los costos. Se charla, se habla y se trata de que vaya todo para adelante”, comentó Dicky Dargain. “Me he recibido de Productor de Espectáculos en la UP y creo que esta formación me ha permitido verlo desde otro punto de vista. Estudiar, en este sentido, me ha servido, y a mí me permitió manejarme de manera profesional y buscarle la vuelta para poder montar un espectáculo sin que los costos se disparen. Por lo menos con los shows que estoy acostumbrado a hacer. Y el nivel de producción, hemos tenido siempre un público que también exige calidad. Y no hablo de la familia, no hablo de los que van a ver a sus hijos, porque nuestros espectáculos son apuntados al público en general. El público no es tonto, y si me apoya, algo bien debo hacer”, reflexionó Fuentes. Dicky amplió este mismo concepto: “Toda la producción va a seguir manteniendo la misma calidad y quizás lo único que se modifique sea el costo de la entrada, pero más por una cuestión de la inflación que de la pandemia. Sabemos cómo está la situación económica actual y creo que tenemos que seguir manteniendo un estándar de producción para que la salida al teatro sea algo que valga la pena, que la pase bien”. Lo que viene, lo que viene… Tanto Dicky Dargain como Rogelio Fuentes tienen planes para lo que queda del año y nadie quiere que esta reapertura sea una primavera pasajera. No, están decididos –tanto ellos como el resto de los integrantes de la industria– a seguir sumando, a tratar de convencer al público de Gualeguaychú que el teatro es una salida segura, divertida y que realmente vale la pena. En lo que respecta a Dargain, comenzará a explotar su lado de productor y volverá a traer a nuestra ciudad espectáculos de primer nivel que están de gira por todo el país: por ahora están confirmados el humorista mendocino Cacho Garay (20 de agosto); la obra teatral “Mentiras Inteligentes”, con Arnaldo André, Marta González, Christian Sancho y Lula Rosenthal (22 de agosto); el comediante Sergio Gonal (12 de septiembre); y “De Costa a Costa”, el 19 de septiembre, que tendrá al mismísimo Dicky como artista invitado. Y por si fuera poco está negociando para que se presente en la ciudad un show producido por Nazarena Vélez. Por su parte, Rogelio Fuentes tampoco se quedará quieto: además de producir dos espectáculos de ballet a fin de año con los alumnos del instituto de danza Nina Fuentes, también montará cuatro obras de teatro protagonizadas por todos sus grupos de estudiantes. “Tengo fechas en el Teatro Gualeguaychú, pero no sabemos qué nos va a esperar: si con el 50% del aforo, si con la capacidad completa. Esperemos que sea esto último. Tampoco sabemos si vamos a poder tener más de 15 actores en escenas”, manifestó Rogelio. “Va a seguir creciendo la agenda en lo que queda del año. Los espectáculos que hoy en día están en calle Corrientes, en Mar del Plata o Carlos Paz hoy los pueden disfrutar acá en Gualeguaychú”, concluyó Dicky Dargain, con el entusiasmo típico del que sabe que está de nuevo en carrera.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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