
Roberto Eliseo Núñez, el hombre de 37 años que fue detenido a principio de esta semana vinculado a varios robos de agencias de quinielas y una panadería, recibió una prisión preventiva hasta el lunes porque podría definirse su situación judicial. El año pasado escapó de la cárcel.
Este delincuente, que en los últimos meses se lo conoce como "el rompevidrios" debido a su modalidad delictiva de explotar las vidrieras para luego robar lo que tenga a su alcance, fue protagonista de una historia muy particular a fines de mayo de 2017. Fue el primer preso en escapar de la Colonia Penal El Potrero.
Había ingresado hacía dos semanas a la UP9, luego de recibir una condena de un año de prisión efectiva por los delitos de hurto agravado por escalamiento y hurto agravado por escalamiento en grado de tentativa. El domingo 28 de mayo, tras haber recibido visitas, protagonizó una pelea con otro interno en el Pabellón 2. Por disposición de las autoridades carcelarias, ambos presos fueron llevados a la Guardia de la Unidad mientras esperaban una sanción, pero durante ese lapso de tiempo, Núñez rompió la cerradura de una puerta y trepó por un costado del portón de ingreso a la cárcel.
Uno de los guardias alcanzó a observar el escape y persiguió a Núñez, que corrió por la Ruta 136 en dirección al Puente Internacional, pero al notar que era perseguido, se internó en un campo y se perdió en la oscuridad de la noche. Los guardias realizaron un rastrillaje que duró hasta la madrugada, pero les fue imposible dar con el prófugo.
Fue recién el martes 30 de mayo al mediodía que el personal de la Comisaría Quinta, encabezados por el subcomisario Raúl Guido, lograron dar con el paradero de Núñez. El procedimiento se realizó en el barrio La Cuchilla III, en la vivienda de su pareja, en Rosario y Manzoni, pero cuando el buscado sintió el arribo de los móviles policiales al lugar decidió escapar por la parte trasera de la casa. Se refugió en un domicilio vecino y fue aprehendido.
Núñez ya había sido condenado en noviembre del 2016 a cumplir una pena de 6 meses de prisión efectiva por un hecho ocurrido el 3 de julio de ese mismo año, cuando ingresó a una vivienda en Rosario y Jaime de Nevares, y se apoderó de 5 mil pesos y ropa. Pero en esa ocasión, el defensor subrogante Pablo Ronconi no renunció a los plazos de impugnación porque le solicitó al Juez de Ejecución de Penas que su defendido sea beneficiado con trabajos comunitarios. Le concedieron poco más de mil horas de trabajo comunitario, que luego le fueron revocados y unificados con la pena dictada el 16 de mayo por robos y hurtos.
En fin, luego de toda esta historia de delitos y de su última condena, Núñez terminó de cumplir su deuda con la Justicia de un año de cárcel en la Unidad Penal 2, pero tras recibir la libertad volvió al delito. Fue aprehendido en la madrugada del 16 de octubre pasado en la Costanera, por explotar la vidriera de una pizzería en 25 de Mayo y Caseros.
La detención se produjo alrededor de las 2 en la esquina de Urquiza y Morrogh Bernard, luego de un llamado que recibió la Policía por parte del propietario de una pizzería situada en 25 de Mayo casi Caseros al que le habían roto el vidrio de la puerta con una piedra con fines delictivos.
En la detención se le encontró un navegador satelital (GPS), que sustrajo de una agencia de quiniela ubicada en Urquiza y Alsina, de donde solo se constató el faltante de un GPS de similares características. También es el mismo al que se le adjudican los dos robos que sufrió la agencia de Quiniela "La Mosca Loca", ubicada en Montana y Ángel Elías, en menos de 48 horas, además de otro robo a la panadería La Bombonera ocurrido el sábado 20.
El miércoles fue indagado por la fiscal Natalia Bartolo y el fiscal Facundo Álvarez, que tuvieron durante sus turnos los distintos hechos que se le imputan. En definitiva se lo acusó por "daño, robo en grado de tentativa, robo simple y robo simple por violación de domicilio". Núñez no declaró y ayer se le dictó una prisión preventiva por 5 días. En caso de ser condenado nuevamente - posiblemente la semana próxima - la pena que recibirá será indefectiblemente de prisión efectiva.