El saber que alivia
¿Cómo enfrentar los sentimientos de angustia ante las dificultades escolares? Las conductas que desconciertan al docente pueden ser abordadas desde miradas inter subjetivas con mayor posibilidad de éxito. Por Perla Schira En el libro Violencia Social - violencia escolar. De la puesta de límites a la construcción de legalidades, la autora, Silvia Bleichmar, va desarrollando de manera muy interesante y profunda la construcción de la legalidad en el individuo y la relación ética y moral. Permanentemente, la reconocida psicoanalista rescata el sentido del otro semejante y la necesidad de que como sociedad volvamos a construir las relaciones ínter subjetivas donde, justamente, el reconocimiento del otro sea el principio modelador de todas nuestras conductas.Es así que en el último capítulo de este interesante libro recoge una de sus conferencias ante el servicio penitenciario en la que dijo lo siguiente: (...) el saber más ayuda a simbolizar mejor y continúa para que el personal (penitenciario) pueda sentirse menos frustrado y menos lastimado.Estas palabras resonaron en mi mente en relación con la educación, los docentes, los niños y jóvenes que concurren a la escuela para ser educados. Y pensaba en la importancia del saber, pero no solo del saber como contenido a enseñar, sino del saber que me remite al vínculo con el otro humano, en caso de la relación docente-alumno, el conocer más y el saber desde el vínculo ínter subjetivo, del reconocimiento del sujeto del aprendizaje (alumno)Es curioso ver cómo muchas veces los obstáculos en el aprendizaje se resuelven a partir de acercamientos que el docente hace con su alumno, como el interiorizarse por lo que a él le interesa, por su realidad familiar o social, hecho que predispone para el aprendizaje de otra manera. El niño es el mismo, el docente también, pero el enfoque, la mirada que se hace sobre el sujeto marca la diferencia.Hay muchas situaciones en las que el docente experimenta desconcierto, angustia, desazón, en relación con el niño/a y su capacidad para aprender, para adaptarse al contexto escolar, para vincularse con sus pares, en fin, hay muchas situaciones en las que el docente necesita saber más para simbolizar mejor.¿A qué me refiero con simbolizar? A poder darle un sentido, una explicación quizá a tal o cual conducta para que pueda ser comprendida, para que se active la esperanza de que se puedan revertir las cosas y también, para sentir alivio, bajar la frustración y la sensación de sentirse lastimado. El docente, entonces, recupera la posibilidad de actuar a partir de lo simbolizado. Si somos capaces, frente a una conducta desconcertante, de detenernos a pensar en el otro, su contexto y sus posibles necesidades e intenciones, si podemos descentrar la mirada de nosotros mismos, del desconcierto o dolor que sentimos por el accionar del otro (y mucho más si ese otro es precisamente un niño o niña) entonces encontraremos el sentido para simbolizar y así volver a creer en la capacidad del sujeto para aprender y en la capacidad del docente para educar. PERFIL:Perla Schira trabaja como Psicopedagoga para la Municipalidad de Urdinarrain en el marco del Programa Nacional de Municipios y Comunidades Saludables. Es Psicopedagoga (M.P.581) y Profesora de Enseñanza Especial. Se desempeña en equipos técnicos escolares en la enseñanza privada y estatal. Ética e identificación." (...). La construcción de un sujeto ético en relación a la identificación al otro en la infancia es un tema muy poco trabajado por los analistas (...). No es solamente por miedo al castigo o por premiación del ideal que un niño sufre si a otro niño le pasa algo. Una paciente mía de tres años y medio no pudo dormir en toda la noche porque la mejor amiga se había olvidado la muñeca en la casa y pensaba que la iba a extrañar y me pareció maravilloso (...) Es del orden de la identificación que posibilita salir del mismo confort que uno tiene en términos de lo que Levinas dice que es la ética. Es el otro apareciendo, irrumpiendo en mí, mostrándome que mi satisfacción no es suficiente si el otro sufre. Este es un punto respecto a la construcción de los sentimientos morales en el niño pero la cuestión que se encuentra en la pregunta referida al "narcisismo trasvasante" tiene que ver precisamente con el hecho de que el adulto por un lado ama al niño, se identifica con él, lo identifica ontológicamente como ser humano y al mismo tiempo lo reconoce en las tensiones sufrientes que permiten que haga una codificación del otro y de las necesidades morales del otro. Entonces el narcisismo trasvasante implica que uno lo ama, sufre y es feliz por el otro como si fuera uno mismo, sabiendo al mismo tiempo que es el otro ¿adonde voy con esta idea de narcisismo trasvasante? Al tema de la felicidad. ¿Qué es lo que le impide a mucha gente grande ser feliz? La imposibilidad de gozar con lo que el otro obtiene, la imposibilidad de disfrutar con lo que el otro disfruta, la imposibilidad de identificarse con el goce del otro, con el sufrimiento del otro. El concepto de narcisismo trasvasante es como la idea de que no existe una oposición tajante entre el amor de objeto y el amor del yo, que todo amor de objeto implica el amor del yo, implica el narcisismo pero que al mismo tiempo no hay superposición absoluta si no corrimiento. Con lo cual no se va a constituir nunca el amor del yo si no hay amor de objeto y no se va a constituir amor de objeto si no hay amor del yo, pero para poder amar al hijo es necesario poder amar al otro que siendo como uno es al mismo"Fuente: Cueto, Emilia. Entrevista a Silvia Bleichmar. 06-08-05. www.elsigma.com.
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