RECLAMO EN EL HIPÓDROMO
El Turf de Gualeguaychú pidió volver a la actividad

A las 11, como estaba previsto, se desarrolló la jornada nacional del turf. Con el segundo hipódromo más antiguo del país, Gualeguaychú fue uno de los epicentros de la jornada. Dirigentes del Jockey, propietarios, jockeys, vareadores, peones y cuidadores coincidieron en que la situación de la actividad es límite.
La convocatoria, denominada “Banderazo Nacional”, fue liderada por integrantes de la industria del turf y se llevó a cabo en todos los hipódromos y pistas del país. La actividad genera alrededor de 675.000 puestos de trabajo, según un censo de 2017. En la ciudad, protagonistas de una disciplina deportiva que genera 1500 puestos de trabajo, se reunieron para el “banderazo nacional” en defensa del turf. Lo hicieron en la emblemática tribuna Paddock del Hipódromo local, para luego caminar por la pista central hasta el disco de los 100 metros. “Queremos Trabajar”, fue el grito que se repitió. Armando Viera, vicepresidente del Jockey Club, dialogó con EDía y señaló que la institución “llegó a un límite, manteniendo a los 25 empleados con la ayuda que nos suministra el gobierno nacional, más algunos ahorros que nos quedaban”.
“Hoy, lamentablemente, tenemos que decir que no nos queda recurso alguno para seguir en pie. Sin las apuestas que se realizan en las carreras que se desarrollan en los grandes hipódromos y sin reuniones en el local, todo se hace cuesta arriba”, expresó el dirigente. Y aclaró que en el caso de que se habiliten las carreras, “estamos listos para hacerlo, sin público y con todos los protocolos sanitarios que se nos exijan”. Gerardo Alteño es cuidador y tiene a su cargo 75 caballos, alojados en el tattersall del Hipódromo. “Cada día que pasa, la situación tiende a empeorar, los caballos tienen que entrenar y comer todos los días, la gente debe atenderlos, varearlos, mantenerlos en forma, y lamentablemente nos estamos quedando sin fondos para pagar los sueldos”, indicó. “Hace más de tres meses que no hay carreras, y al no haber competencias no se generan ingresos. Además, los propietarios de los caballos los están llevando al campo. Largarlos no sería el mayor problema, lo grave es que por cada caballo que se suelta una persona, o más, se queda sin laburo”, explicó Alteño. Por otra parte, José Caamaño, quien es propietario de caballos de carrera y cuidador, aportó: “el momento que estamos pasando es sumamente crítico, y si la gobernación y la intendencia no le da una mano a una industria que no contamina, que genera mano de obra calificada, corremos el riesgo de quedarnos sin nuestra principal fuente de ingresos”. Hace más de tres meses que no hay carreras, y al no haber competencias no se generan ingresos. Además, los propietarios de los caballos los están llevando al campo. Largarlos no sería el mayor problema, lo grave es que por cada caballo que se suelta una persona, o más, se queda sin laburo “Es hora de que nos dejen trabajar, más en una actividad al aire libre, donde las posibilidades de contagio son mínimas. Queremos volver a trabajar, y en el caso de que se habilite la actividad, concurriríamos a las carreras, cuidadores, jockey y peones únicamente”, manifestó. Según contaron en el lugar, el gasto fijo por caballo, sin considerar los insumos veterinarios, oscila en los 15.000 pesos mensuales. Además, “la ciudad cuenta con alrededor de 300 caballos y cientos de familias que viven de los mismos”, contó Caamaño.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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