La organización encabezada por Mario González será sometida a juicio oral y público en los primeros meses del año próximo. El Tribunal Oral Federal de Paraná citó a las partes a ofrecer la prueba contra los 14 imputados.La causa que tiene como imputados a policías, gendarmes y narcotraficantes que operaban en localidades de la costa del Uruguay ya fue elevada a juicio. Mario Roberto González, alias el Gordo, está acusado de ser el líder de una asociación ilícita dedicada a la venta de cocaína, con la complicidad, se presume, de un alto jefe policial y otros funcionarios públicos. Está considerado como uno de los jefes del narcotráfico en la provincia, con una estructura que se extendía a las ciudades de Concordia, Colón, Concepción del Uruguay y es probable que también exportara cocaína hacia la República Oriental del Uruguay.González se encuentra detenido en la cárcel de Concordia, purgando una condena de cuatro años y seis meses de prisión que le impuso el Tribunal Oral en septiembre pasado, a raíz de una causa iniciada en 2006 cuyo juzgamiento se demoró por la fuga del imputado. Esta semana, apenas la causa ingresó al tribunal, el hombre solicitó que se le conceda el beneficio del arresto domiciliario por razones de salud.La organización fue desbaratada el 12 de mayo de 2015, luego de tres años de investigación. Junto con González cayó su pareja, Elsa Cristina Caram. En otros procedimientos realizados en Paraná, Colón, Concordia y Concepción cayó el resto de la organización. En total, habrá catorce personas sometidas a juicio, entre ellos, cuatro integrantes de fuerzas policiales y de seguridad.Las escuchas telefónicas permitieron reconstruir el organigrama de la banda. González era quien detentaba el liderazgo operativo; mientras que Javier Alejandro Caire fungía como organizador, es decir, el que aportaba la infraestructura, medios económicos, logística (respecto del comercio, traslado y distribución de la droga) y quien asignaba los roles y funciones a los otros miembros. Ambos eran, además, quienes proveían de droga a los vendedores para su comercialización al menudeo. Caire fue detenido en un puesto caminero sobre la Ruta Nacional 12, en el departamento Islas, cuando transitaba hacia el norte a bordo de un Chevrolet Onix.El juez federal Pablo Seró logró determinar que los líderes de la organización habían montado una estructura de venta de drogas al menudeo, integrada por otras nueve personas, entre otros los que se contaban familiares de ambos. Las escuchas telefónicas exhibieron también la colaboración que la organización recibía de integrantes de fuerzas policiales y de seguridad.Los investigadores creen que las desgrabaciones demuestran que la complicidad policial iba más allá de una red de protección para la estructura y sus integrantes, sino que implicaba la "limpieza de zonas", el suministro de datos sobre lugares y personas y hasta la eliminación de la competencia en el negocio del narcotráfico, con el objetivo de garantizarse el crecimiento de la propia banda.A través de escuchas telefónicas se determinó que el Gordo González y Caire hablaban del comisario inspector Alberto Mario Núñez, uno de los jefes de la Dirección de Toxicología de la Policía de Entre Ríos, como "el amigo de Paraná" o "el del Aveo blanco", en referencia al automóvil en que, supuestamente, se movilizaba.Núñez se desempeñaba como jefe de Operaciones de la Dirección Toxicología en Paraná y fue detenido en su despacho de la dependencia de calle Villaguay, en la capital provincial. Esta semana, tras la elevación de la causa a juicio, solicitó al tribunal su excarcelación.Los tentáculos de la organización se extendían a otras fuerzas: también están acusados los sargentos José María Gómez y Sergio Andrés García, de la Policía Federal; y un sargento ayudante de Gendarmería, Carlos Francisco Acosta, que se desempeñaba en el área de escuchas telefónicas en el Escuadrón 4 "Concordia". El Diario
