MODERNIZACIÓN Y PRÁCTICAS ARTESANALES
Emilio Barsanti: “El nivel de detalle que se logra con impresiones 3D es increíble”
Hace cuatro años que introdujo esta tecnología en el espectáculo. Con el tiempo se perfeccionó y actualmente hay trabajos suyos en las cuatro comparsas. Carnavalero de alma, destaca que la modernización es importante, pero también aclara que jamás se debe perder el toque artístico y artesanal que tiene que tener el carnaval.
Sin quererlo, Emilio Barsanti introdujo la impresión 3D en las comparsas del Carnaval del País y, hasta el momento, es el único que lo hace. Su arte y su trabajo comenzó a meterse en los últimos años en la pasarela del Corsódromo al punto tal que para esta edición 2024 tanto Kamarr, Marí Marí, O’Bahía y Papelitos cuentan con producciones suyas.
Por ejemplo, uno de sus trabajos para esta temporada fue el que hizo para la Comisión de Frente de la comparsa del Centro Sirio Libanés: conocida como la escuadra de “Los colibríes", los cascos que usan los integrantes para emular al animalito fueron realizados con los diseños y la impresión 3D de Barsanti.
“Este año hice un montón de trabajos para Papelitos, y para Kamarr también. Hice un solo elemento para Marí Marí y en O’Bahía este año usaron un trabajo mío que hice el año pasado y que fue reciclado, por lo tanto las cuatro tienen algo mío”, explicó a Ahora ElDía.
Sobre las ventajas del uso de esta tecnología, el impresor 3D afirmó que “es un gran aporte porque te da un nivel de detalle que el tallado no te da. En ‘Pawé’ (Papelitos 2023) hice las cabezas de las mujeres, y ese nivel de rostro, de dientes, de ojos, no te lo da el telgopor. Eran 30 cabezas idénticas. Aparte, ese año hice un montón de máscaras africanas. Y en Ará Yeví, en 2023, hice un montón: elementos para la Comisión de Frente, la Batucada, y los trajes todos tenían alguna decoración”.
De todas formas, en el Carnaval del País lo artesanal sigue estando en todos los aspectos, y ocupa un lugar primordial. Barsanti entrega las piezas en crudo y en algún color liso. Luego, en los talleres de las comparsas, estas se pintan y se decoran a mano, pieza por pieza, como casi todo lo que se hace en cada una de las comparsas. “Cuando entrego las piezas arranca todo el proceso manual, que es mucho más arduo y es súper importante. Este trabajo artesanal es lo que hace que la pieza quede perfecta y quede armónica con el traje”, señaló.
Su trabajo lo llevó a traspasar las fronteras de Gualeguaychú, y desde hace ya un par de temporadas que es solicitado por carnavales de otros puntos, no sólo de Entre Ríos sino también del resto de Argentina. Su material viajó y estuvo presente en carnavales santafesinos y cordobeses. A veces le pidieron simplemente una corona, en otras sus elementos y creaciones decoraron a toda una batucada completa. Sea como sea, su corazón y pasión carnavalera permanecen acá.
“La primera vez que hice algo para el Carnaval del País fue en el verano de 2020. Ese año compré la primera impresora 3D. Sólo sabía prenderla y apagarla. Había estudiado Diseño 3D, y de apoco se fue dando maña con el uso y el aprovechamiento de la máquina. Y su manera de ingresar al submundo del espectáculo a cielo abierto más grande de la Argentina también tuvo sus particularidades.
“Soy amigo de Carolina Butteri, hermana de Adrián (actual director de Kamarr), y me cuenta que tiene que hacer muchas máscaras de manera tradicional (molde de arcilla y después traspaso a yeso) para “Don Carnal”, la comparsa que presentó O’Bahía en 2020. Había que hacer muchas y tenía dos meses para hacerlas. Entonces le dije: “Creo que puedo hacer algo’. Intenté, hice una prueba y se la mostré a Adrián. A él le encantó y ahí arranqué”, rememoró.
“El tema es que yo solamente tenía una máquina y apenas sabía prenderla y poner a imprimir, pero nada más. Entonces empezaron los problemas: que la máquina se tapa, que los cables se cortan… y ahí descubrí el verdadero mundo, que no es solo comprarse una impresora, como muchos piensan”, explicó.
“Algunos elementos tardan muchas horas en imprimirse. Las cabezas que hice para Pawé tardaban unas 40 horas. Pero ahora he achicado mucho esos tiempos porque año a año me voy perfeccionando en un montón de cosas. Además, con lo que he ganado, me he comprado más equipos y hoy tengo ocho, y la de mayor tamaño me permite imprimir piezas de 30x30x40 centímetros”, amplió sobre su ingreso de la tecnología de impresiones en 3D al Carnaval del País.
Sin embargo, Barsanti desmitifica que la modernización en los diseños implique una despersonalización a la hora de exponer un trabajo de nivel artístico. “Usas otra herramienta para crearlo, pero tenés que tener todos los conocimientos de lo tradicional: el criterio artístico, las proporciones, todo”.
Su vida como carnavalero
Además de dedicarse ahora a las impresiones en 3D, Barsanti es un auténtico carnavalero de alma y, salvo por las ediciones 2018 y 2019, salió en la pasarela del Corsódromo desde el 2011 en adelante, tanto en las carrozas y en el piso como también interpretando personajes, su rol favorito en una comparsa.
“Me divierte mucho más que ir en una escuadra normal, bailando para el público. Es como que siempre quiero interpretar o representar algo. En 2011, cuando vi la carroza de Fobo que tenía las camas que se movían, yo me dije: ‘Quiero salir ahí’. Fue entonces que conocí a la hermana de Butteri y terminé saliendo ya en la segunda o tercera noche. Ese día arranqué. Al otro año de nuevo y así hasta que en 2015 interpreté a mi primer personaje”, recordó.
El año pasado en Papelitos representó a León, el personaje protagónico que la comparsa del club Juventud Unida presentó en la edición 2023. Y este año vuelve a abrir para la comparsa albiceleste, dejando que la interpretación de su personaje fluya: “mi personaje es Wunjo, que vendría a ser el protagonista de la historia. Cada vez que piso la pasarela recién ahí imagino, pienso y hago”.
“Toda esa interpretación nace y fluye en la pasarela. Es más, me da como vergüenza hacer todo eso en el ensayo, pero en la pasarela no, es distinto. No tengo miedo ni me pongo nervioso, porque no lo pienso, yo salgo. “Las noches de febrero en que explota, se te pasa enseguida el circuito, es tanta la energía que recibís que no te das cuenta que son 500 metros bailando y bailando”, afirmó sobre las emociones que le atraviesan el alma cuando tiene su protagónico.
“El Carnaval del País en lo que más se diferencia a otros carnavales es en las carrozas. Es un atractivo netamente visual, sin dudas. Es algo que es monstruoso al lado de los otros carnavales. Después, también tenemos trajes muy hermosos pero también los tenés en Corrientes, que tienen muchas plumas, son súper lujosos”, resaltó y enseguida amplió otras ventajas de nuestro espectáculo más paradigmático: “Acá todo lo hace un club, en otros carnavales te pagas el traje y listo. Acá es mayor el esfuerzo. Además, el tema de las bandas en vivo, las canciones que son hechas para la temática, son elementos que también te marcan la diferencia. No sé si otros carnavales lo tienen tan así”.
“Para mí, en Gualeguaychú están los mejores artistas del país. Eso seguro, sin dudas. Son unos genios. A esas carrozas las hace una persona. Los tallados y las perfecciones salen de acá, no es que viene alguien de afuera a hacerlo. Todo es de Gualeguaychú. Es increíble el nivel de artistas que tenemos acá, y como que se lo debería valorar un poco más, mostrar un poco más. Quienes son esas personas, esos talladores y esos trabajadores que hacen todo para que el Carnaval del País sea uno de los mejores espectáculos del mundo”.