Pablo Daniel Castagnet recibió ayer una pena de prisión condicional de un año y medio por las brutales agresiones que le propinó a su mujer en octubre y el 4 de febrero.La historia de este hombre de 32 años es realmente violenta. Su mujer recibió fuertes ataques dentro del ámbito de convivencia y ayer fue condenado en un juicio abreviado por el que recibió un año y seis meses de prisión condicional por los delitos de "lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por mediar violencia de género (2 hechos) y amenazas simples".La primera denuncia se conoció el 15 de octubre. La pareja mantuvo una discusión por dinero en la habitación de la casa, cuando de pronto Castagnet saltó de la cama, tomó a la mujer de los pelos, quedando ella de rodillas, y le propinó varios golpes de puño en el rostro, cabeza y brazo, ocasionándole hematoma en el ojo izquierdo y una lesión en la muñeca.Finalmente, el 4 de febrero ocurrió el segundo hecho, que terminó con la denuncia de la víctima y la intervención de la Policía y Justicia. Ese día, también a raíz de una discusión por dinero, Castagnet la tomó de la cabeza y la empujó, golpeándola en la nuca. Luego se dirigió a la habitación y arremetió contra el mobiliario, y cuando la mujer intentó impedírselo, el hombre la arrojó al piso y la arrastró de los pelos por toda la habitación, propinándole golpes de puño en el rostro y las costillas. Mientras eso sucedía, le decía: "Te voy a bajar todos los dientes".En el juicio abreviado, además de acordar la pena, se le impusieron reglas de conducta, deberá fijar residencia dentro del radio del Juzgado y tiene la obligación de realizar un tratamiento psicológico-psiquiátrico que deberá ser acreditado ante la Oficial de Pruebas en forma mensual y por el tiempo de la condena. Cuando las medidas no se cumplenMuchas veces se cuestiona a la Justicia por no tener un contralor para las medidas excarcelables que dicta, como ser las de coerción, en donde los beneficiados con una pena condicional no pueden acercarse a las víctimas o que deben presentarse a derecho ante el Juzgado.No son la mayoría, pero hay veces que no ajustarse a estas imposiciones puede transformar la libertad en una prisión. Este fue el caso de un joven de 21 años que el 27 de enero fue aprehendido en Pueblo Belgrano que violó una restricción de acercamiento a la casa de sus padres por hechos violentos que había protagonizado días anteriores.Fue detenido por desobediencia judicial y por encubrimiento, porque se trasladaba en una moto que había sido robada dos días atrás, sobre la cual regía un pedido de secuestro. Tras ser indagado por el fiscal Facundo Álvarez, el Juez de Garantías entendió que el riesgo procesal quedaba neutralizado con medidas de coerción por 30 días y no hacía falta una prisión preventiva.Pero este joven, que tiene en suspenso una pena de tres años por robo, no se presentó a ponerse a derecho ante la Justicia día por medio, tal como se le había ordenado; y además tampoco concurrió al tratamiento psicologico-psiquiatrico por adicción a las drogas. Por todo esto, se le revocó el beneficio excarcelable y actualmente se encuentra alojado en Jefatura a la espera de un nuevo juicio por desobediencia y encubrimiento.
