UN GESTO PARA IMITAR
En el Barrio CGT, un comedor comunitario atiende la necesidad de 162 familias
Desde principios de abril, en Perito Moreno 777, funciona un comedor que lleva adelante la familia Ferroni. Comenzaron brindando un plato de comida a 42 personas. Hoy ayudan a 162 familias. Su realidad no es la ideal, pero hacen lo imposible por ayudar.
Joaquín, Noemí, Luana y Joaquina conforman una familia que, pese a la serie de inconvenientes económicos que atraviesan, decidieron darle una mano a quienes más lo necesitan. Fue a comienzos de abril cuando abrieron un comedor llamado “Somos el Mundo”, más allá de que en Facebook se lo conozca como Joaquín Comedor Comunitario. Joaquín no tiene un trabajo fijo, en tanto que Noemí, hace un par de días, comenzó a trabajar en el Hospital. Ambos contaron que cuando el matrimonio se quedó sin trabajo decidieron “comprar harina para hacer fideos y otro tipo de comidas para consumo propio, vender y paliar una situación que se tornaba muy compleja. Cocinar para nosotros no es algo nuevo ya que normalmente lo hacemos en la temporada de verano”. “Hacemos guiso de arroz, polenta, fideos con salsa, y como en este momento no tenemos las ollas suficientes es lo que podemos elaborar. Para un guiso utilizo un kilo y medio de cebollas, zapallitos, papas y un mínimo de 5 kilos de carne”. “Con el inicio de la cuarenta reflotamos la idea del comedor y comenzamos a trabajar en uno comunitario, con una cocina común con más de 30 años de uso y una sola olla. La primera comida fue para cerca de 50 personas. En su mayoría gente que iba a la Guardería Nazareth, donde colaboraba llevando comida a los chicos”, destacó Noemí a ElDia, quien agregó que “nosotros también pasábamos a buscar la vianda y vimos en primera persona las extremas necesidades de la gente”. “El sábado 4 de abril entregamos alimentos a 42 personas, mientras que el domingo, siempre en horas del mediodía, teníamos 73 personas, cifra que nos preocupó porque no teníamos stock, materia primera para cocinar, pero entró en escena Fabián. Un chico que nos ayudó para seguir adelante con la provisión de mercaderías en lo que fue la primera donación. Luego comenzamos a caminar la calle y con la ayuda de comercios de la zona, panaderías, verdulería y una carnicería, además de personas que uno no conoce, pudimos hacer funcionar el comedor comunitario. Hoy ayudamos a 162 familias”, contaron emocionados.
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