“En estos quince años el Hospitalito fue de gran ayuda para mí familia”

Jésica tiene 26 años y vive en el asentamiento sur desde 2011. Espera ser relocalizada el año que viene. "En el Hospitalito están las obstétricas que me atienden y la pediatra de mi hijo, voy a seguir viniendo cuando me mude", expresó la joven.Muchas veces se destaca la falta de presencia del Estado en la vida diaria de ciertos sectores sociales, sobre todo de los más vulnerables. Si bien esta es una realidad insoslayable en miles de lugares del territorio argentino, son sobradas las instituciones del Estado que, en silencio, realizan un trabajo que es de gran ayuda para un amplio sector de la sociedad. Es el caso del Centro de Salud Juan Baggio, que todos los días absorbe la demanda de miles de vecinos del sur de Gualeguaychú.En las habituales recorridas por la zona, el director del Hospitalito, Jorge Rojo, junto a las obstétricas Cintia Pérez y Pamela Fernández, y la responsable del Proyecto de Abordaje Integral de Desarrollo Infantil (Abidin), Cristina Giménez, dialogaron con los vecinos del asentamiento sur, uno de los ocho barrios que componen la zona programática a cargo de la institución.La gran mayoría de las familias que allí viven eligen al Centro de Salud como único lugar de atención, por una cuestión de cercanía y de capacidad de respuesta de la institución. Este es el caso de Jésica, una joven de 26 años que hace quince que vive en el asentamiento."La necesidad nos trajo acá. Ahí conocí el Hospitalito, empecé a ir por las pastillas anticonceptivas. Después, empecé a llevar a Mikeas (su hijo de 3 años) con Mariana Bologna, la pediatra con la que se sigue atendiendo", contó Jésica, al tiempo que dijo que la última vez que lo llevó al Centro de Salud fue hace dos semanas, "para el control".En este sentido, las obstétricas destacaron la importancia de planificar la familia -"como hizo Jésica" -. "Recién cuando tuvieron ciertas necesidades resultas, ellos buscaron a su bebé. Ese es el camino que nosotras aconsejamos siempre, en cada instancia en la que nos relacionamos con las pacientes, ya sea en el consultorio o en otra actividad", contaron.Como otras familias, la de Jésica formó parte del relevamiento que se llevó a cabo algunos años atrás para la relocalización de los asentamientos en la ciudad. Por lo que, seguramente el año que viene deba abandonar su casa y mudarse a una con mayores comodidades y, sobre todo, con los servicios básicos garantizados."Esperamos ese momento, el de tener nuestra casa en nuestro terreno. Va a ser un sueño hecho realidad", expresó. Asimismo, sobre la distancia que separará a su familia del Centro de Salud dijo: "Mi marido, el nene y yo nos atendemos ahí. Mikeas tiene su pediatra y yo a las obstétricas, ya tenemos mucha confianza. En estos quince años el Hospitalito acompañó a mí familia, tendremos que hacer el esfuerzo, pero no vamos a cambiar de centro de salud".La accesibilidadPor otra parte, el director del Centro de Salud destacó el trabajo hecho. "Es gratificante poder brindar, al menos, los servicios de atención primaria de la salud. Además de reforzar esta relación entre las profesionales y los pacientes. Desde la institución siempre tratamos de generar empatía con la gente que llega, generar un vínculo de confianza. Tratamos de romper esa idea de asociar, necesariamente, la institución sanitaria con la enfermedad", expresó Jorge Roko.Así mismo puso énfasis en la accesibilidad del Centro de Salud. "Es uno de los parámetros principales que propone la atención primaria de la salud, de tal manera que las familias que no cuentan con cobertura de obra social sepan que pueden hacerlo de manera integral y gratuita en un lugar que tienen cerca. Y que además de la atención médica cuentan con el servicio de diagnóstico, uno de los servicios que nos convierten en centro de referencia provincial", indicó.
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