LA SITUACIÓN ES COMPLEJA EN TODA LA ARGENTINA
En Gualeguaychú faltan fonoaudiólogos, aunque está mejor que otras ciudades del país

En el Circulo de Fonoaudiología local cuenta con 42 licenciados inscriptos cuando el número ideal de profesionales en la materia debería superar los 50. Sin embargo, hay provincias como San Luis que tienen esa cantidad en todo el territorio.
La entidad que nuclea a los fonoaudiólogos cumplió 26 años y en este marco Inés Olloquiegui dio cuenta de la situación que atraviesa la profesión en la actualidad.
Al respecto, preocupa la falta de especialistas en la materia en todo el país. La situación en Gualeguaychú si bien no es ideal tampoco es crítica y se logra responder a las demandas de salud en el área. En la actualidad, hay 42 licenciados en Fonoaudiología inscriptos en el Círculo de nuestra ciudad cuando deberían ser más de 50, ya que se sugiere que haya un profesional cada 2 mil habitantes.
En este sentido, Olloquiegui puntualizó: “Gracias al círculo y que estamos organizados logramos conectarnos entre nosotros para no dejar a nadie sin la atención necesaria. Pero en Entre Ríos serían necesarios 700 y tenemos 320. Estamos lejos pero estamos mucho mejor que en otras provincias. Por ejemplo en todo el territorio de Catamarca hay solo 90 fonoaudiólogos, en La Rioja 60 y en San Luis 50”.
Impulsar la carrera
La Fonoaudiología es una disciplina que aborda diversas áreas de trabajo y que, actualmente, sobre todo tras la pandemia, es cada vez más requerida. Sin embargo, el número de profesionales a nivel nacional está muy por debajo de las necesidades de la población y, por eso, en ciertas regiones y ciudades, la respuesta a las demandas puede demorar varios meses e incluso años.
Según Ines Olloquiegui esta problemática se produjo porque por muchos años “la formación universitaria estuvo concentrada en universidades que estaban en la región centro del país: Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza y San Luis”.
Esto motivó que distintas instituciones vinculadas a esta temática se vuelvan a unir para difundir la importancia de esta especialidad y, de este modo, contribuir a sumar estudiantes a esta carrera que se puede cursar en la actualidad en 14 universidades públicas y privadas de todo el país.
En tal sentido se inició la campaña +Fonos +Salud edición 2, organizada por la Asociación Argentina de Logopedia, Foniatría y Audiología (ASALFA), la Federación Argentina de Colegios y Asociaciones de Fonoaudiólogos (FACAF), la Asociación de Fonoaudiólogos de la Ciudad de Buenos Aires (AFOCABA), el Colegio de Fonoaudiólogos de la Provincia de Buenos Aires (COFOBA) y el Servicio de Fonoaudiología del Hospital Universitario Austral.
Qué rol tiene la fonoaudiología
La especialidad aborda importantes áreas de trabajo, como el área de Audición previniendo, diagnosticando y tratando las dificultades auditivas desde el nacimiento hasta la adultez. Además, tiene un importante abordaje en el área del Lenguaje ya que diagnostica y trata alteraciones de comunicación y lenguaje en niños y adultos a lo largo de todo el ciclo vital.
Otra área de importancia es la Fonoestomatología que se ocupa de prevenir, identificar y tratar los problemas de la deglución y también en lo que se refiere a la voz, sobre todo con actividades preventivas, educativas y de rehabilitación vinculadas a la voz hablada y cantada.
El área de injerencia de estos profesionales es muy amplia ya que pueden desarrollar su actividad en hospitales, clínicas o escuelas, públicos o privados y en consultorios particulares. También suelen integrar equipos interdisciplinarios y trabajar como docentes e investigadores a nivel universitario.
En cuanto a la carrera, la Licenciatura en Fonoaudiología tiene una duración de 5 años. A lo largo de la cursada se estudia desde el funcionamiento de la audición, el lenguaje, la deglución, la respiración y la voz, sus múltiples y variadas alteraciones hasta cada uno de los procedimientos terapéuticos para su tratamiento. En lo que se refiere a la demanda, según los especialistas, se ha producido un aumento de la frecuencia de patologías que afectan a la comunicación y al lenguaje infantil y, por consecuencia, una mayor alerta médica a la hora de derivar los niños a consulta. Sin embargo, cuando se quieren obtener turnos, la situación se vuelve insostenible: en algunos lugares, los pacientes deben esperar meses para poder conseguir atención.