NÚMEROS ALARMANTES
En Gualeguaychú realizan más de dos denuncias por día vinculadas a hechos de violencia de género

Los datos surgen de la Fiscalía de Género de la ciudad a cargo de Carolina Costa, quien profundizó sobre el trabajo que hacen a diario y el rol vital que cumple en el acompañamiento de las víctimas.
Esta semana se cumplieron diez años de la primera marcha de Ni Una Menos. Después de una década, sus consignas siguen vigentes y la sociedad está muy lejos de erradicar la violencia hacia las mujeres. Según datos de la Fiscalía de Género, en lo que va del 2025 ingresaron 325 denuncias, entre las cuales, 200 tienen medidas de protección hacia la víctima y su grupo familiar. Adicionalmente, existen 70 imputaciones y victimarios sometidos a un proceso penal.
Para conocer en profundidad el rol de la Fiscalía, Ahora ElDía habló con su titular Carolina Costa, quien aseguró: “Las casos de género son un flagelo. Estamos preparados para escuchar a las víctimas, ya sea a través de una denuncia (en la Comisaría del Menor y la Mujer), o cuando acuden a nuestro edificio. Pese a que se intente callar su existencia, la violencia que muchas mujeres y disidencias viven está presente todos los días”. Y agregó: “Es una temática que requiere de un gran compromiso diario y constante, porque no todos los casos son iguales. Tal vez en otros delitos no pase eso porque son más simples de encuadrar, pero en los que atendemos dependen de cómo vive la situación cada persona, las cuales muchas veces no reconocen el riesgo en el que están” contó la fiscal y ejemplificó: “Ellas dicen ‘vengo a hacer la denuncia ahora, aunque ya me había amenazado con prenderme fuego la casa anteriormente, pero ahora está más insistente con las amenazas’. Este tipo de declaraciones nos da la pauta de que, aunque ella no lo haya reconocido, se encuentra en riesgo y necesita protección. Nuestro rol no es solamente investigar los delitos, acompañar la víctima y lograr que el victimario reciba una sanción penal, sino también hacerlo con una mirada especializada y una escucha activa: qué es lo que quiere y necesita la víctima, cómo está atravesando el proceso una vez que hace la denuncia, entre otras”.
Costa describió el trabajo que realizan y los objetivos que tienen en cada caso: “No concebimos a la violencia de género como un hecho aislado, sino como parte de una trama social. Lo que buscamos desde la Fiscalía no es sólo escuchar a las víctimas, sino también actuar rápido. Hay que escuchar, pero si vemos que está en peligro, no vamos a hacer lo que ella nos dice, sino justamente lo que nos marca la ley. Eso está previsto en la Constitución Nacional al firmar Tratados Internacionales. Es esencial que una mujer o cualquier persona que sufra violencia se anime a denunciar. Que no encuentre un sistema frío o indiferente, sino que se asegure que le ponemos el cuerpo. Que sepa que nos preguntamos: ‘¿Cuál es la mejor forma de proteger a esta víctima?’, teniendo en cuenta la red de contención que tiene. Es imprescindible el trabajo articulado. Nuestra fiscalía también cuenta con otras áreas del Estado: acudimos a Salud Mental del Hospital, a la Policía, al Área de Género de la Municipalidad, a los CAPS de los barrios. Nosotros buscamos, en las audiencias en las que vamos, pedir medidas de protección o condenas que sean con perspectiva de género. Es decir, que no se tome como un caso más, sino que se vea en qué situación de desigualdad se encuentra esa mujer”.
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Sin embargo, la fiscal compartió que ningún caso es simple: “Es un trabajo que amerita estar presente, porque no es sólo recibir la denuncia y nada más. Ése es el principio del camino que hay que recorrer con una víctima. Falta el juicio y la condena, si llegase a ser necesario. Tengo víctimas que todavía me siguen escribiendo desde hace un año y medio. De nuestra parte, se merecen un acompañamiento, analizar y entrar en la vida de esas mujeres para estar a su lado y, sobre todo, lograr la sanción del victimario. La cercanía es vital: si una víctima denuncia en mi turno, la voy a acompañar hasta que termine el proceso. Entonces, eso también nos permite un acercamiento más directo sobre esa mujer”.
Asimismo, indicó la importancia del castigo a las personas violentas: “Debemos ser muy estrictos con las medidas. Partimos de la base de que si a una persona se le pone un límite diciéndole: ‘señor, usted no se puede acercar a esta mujer’, y él la incumple, se entiende que no respeta los límites. Entonces, en esos casos no aceptamos la reincidencia, vamos a pedir una detención para hacerle entender a ese hombre que si se le dice no, es no”.
Al referirse a la marcha anual de Ni Una Menos, que cumplió diez años desde que se realizó por primera vez, la fiscal reconoció que tuvo una gran influencia en la forma en la que se ve hoy la violencia de género, al menos en dos puntos importantes: “La visibilización y en pos de trabajar con las masculinidades. Actualmente, no sólo se trabaja con la mujer, sino también se abrieron talleres para trabajar con el varón. Hay muchos jóvenes de menos de 25 años que ya entraron al sistema penal por no saber cómo relacionarse con una mujer, eso es terrible”.
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Las víctimas no corresponden a un rango etario en especial, sino que, según aclaró Costa: “Hay de todo. Señoras de 65 años que se animan a denunciar y mujeres muy jovencitas. Algunas de edades tempranas ya tienen esa escuela de la no violencia, entonces denuncian. Por otro lado, también hay varones que denuncian que las mujeres son violentas, o no saben cómo terminar la relación (le han dicho a su pareja que no quieren seguir más y ellas han seguido insistiendo). En esos casos, hay que acudir a la Fiscalía o a la Comisaría del Menor y la Mujer”.
En el diálogo no quedaron afuera los límites del sistema: “La víctima hace la denuncia, pero después ¿qué hace con la cuota alimentaria? ¿El hombre puede visitar a los chicos? ¿Qué pasa si los niños piden estar con él? A veces la persona está en esta encrucijada. Trabajamos sobre la responsabilidad penal, pero hay temas que son necesarios tratarlos con un abogado. Ante la falta de medios y teniendo en cuenta que la Defensoría está muy ocupada, hace falta que ese aspecto mejore para que la víctima tenga una resolución de manera rápida”, describió Costa, pero concluyó con un mensaje más que claro: “Es fundamental explicarle a una mujer que tiene todas las herramientas a su alcance para vivir sin violencia. Debe saber que se puede salir. Es un camino duro, pero desde la Fiscalía cuentan con nuestro acompañamiento y escucha”.