INSEGURIDAD EN LA CIUDAD
En horas de la madrugada, robaron en una panadería en calle Gervasio Méndez
Uno o más sujetos violentaron la cerradura del local comercial e ingresaron al mismo llevándose una suma de dinero que había quedado en la caja para el pago de proveedores. Las empleadas que arribaron a la siete de la mañana se encontraron con que la puerta estaba sin llave y una de las heladeras abiertas. El hecho ocurrió en calle Gervasio Méndez 479.
Exequiel Knulst, propietario del lugar, explicó a Ahora ElDía que “sigo los pasos de mi familia que tiene panadería, razón por la cual hace dos años decidí trabajar por mi cuenta, independizarme y encarar un negocio por mi cuenta”.
Comentó que se levanta “muy temprano aproximadamente a las tres y media de la mañana porque el rubro así te lo exige. Vivo en un departamento en la parte superior de donde está el local, mientras que la cuadra donde hacemos la panificación se encuentra en otro lugar".
"Como todas las madrugadas me fui a trabajar a esa hora. Mi señora queda con los chicos y al rato siente como un ruido, pero no se percató de que alguien podía estar forzando la puerta, debido a que tenemos una perra en el patio y a veces hace ruido. Cuando bajó abrir el negocio para que las chicas que tengo como empleadas comiencen a trabajar, se dio cuenta que tanto la puerta que da a la calle, como una de las heladeras y la caja registradora estaban abiertas. Ahí se dio cuenta de que algo había pasado. Conclusión se llevaron una plata que había quedado guardada para distintos pagos, y algunas bandejas de sandwiches también”, detalló respecto del robo sufrido.
El comerciante expresó que “el efectivo que se llevaron no es mucho, pero igual duele, más en estos tiempos que corren, pero pudo haber sido peor, porque en la parte de atrás estaba guardada una moto, un televisor y objetos de valor. Seguramente vinieron a buscar plata, ese debe haber sido el objetivo. Forzaron la cerradura en la parte superior de la puerta, el local no tiene alarma, e ingresaron”.
Indicó que la situación que le toca vivir “no me asombra para nada, porque tristemente, están pendientes de que uno se descuide para robar lo que sea. Es la primera vez que me pasa algo de esta naturaleza, aunque una vez me robaron una bicicleta”, añadiendo que "la voy a seguir remando como lo hice toda la vida, levantándome a las tres de la mañana, pagando tres alquileres, impuestos, laburando todo el día para seguir en la brecha. Tenemos tres chicos por los cuales trabajamos duro. Hay que seguir, agachar la cabeza, pero hechos de esta índole te dejan mal. Mi mujer la noche del robo quedó inquieta por los ruidos, y hoy, después de que fui a trabajar, no pudo volver a dormir”.
Finalmente, señaló que “todos los días viene gente a pedir galletas, generalmente personas jóvenes que miran, observan todos los movimientos. Ya en el barrio nos han dicho que anda gente haciendo eso y después pasa lo que nos sucedió a nosotros”.