En Pueblo Belgrano funciona un “refugio” del horror: perros muertos, mal alimentados y a la intemperie

Camila Mateo

Perdidos y olvidados en un terreno alejado de la mirada de los vecinos funciona un “refugio” de animales que depende del Municipio de Pueblo Belgrano. Hace un tiempo que esta parcela de tierra se utiliza para darle “respuesta” a la triste realidad de la cual Gualeguaychú tampoco es ajena: la sobrepoblación. 

En muchas ocasiones las proteccionistas han querido conocer las instalaciones pero siempre les negaron el acceso, de hecho es tan difícil de encontrar que debieron trabajar mucho para dar con esta perrera del horror y el sufrimiento. 

Perros triste, perros muertos, agua sucia, un techo precario para refugiarse los días de lluvia y caniles donde los animales esperan el fin de su ciclo constituyen imágenes que las defensoras del derecho animal debieron enfrentar cuando accedieron al predio. 

El encargado de la “perrera” es un hombre al que la Municipalidad de Pueblo Belgrano le alquiló su parcela de tierra y sus servicios de “cuidador”. En el contrato se expresa: “La necesidad de contratar personal que se encuentre capacitado para el cuidado a los caninos que son recogidos y protegidos por el Municipio de Pueblo Belgrano”. Y la persona en cuestión tiene el deber de  “alimentar de forma diaria a los caninos (…) e “informar cualquier altercado o problema que suceda” a fines de que el Municipio adopte las medidas necesarias, según consta en el contrato firmado por las partes.  

Ahora bien, lo que denuncian las proteccionistas es el estado de abandono y desidia que presenta el lugar y los animales que viven allí, y la falta de control y desentendimiento del tema por parte de la Municipalidad de Pueblo Belgrano que utiliza fondos públicos para pagar por un servicio que no se está cumpliendo.

En la exposición hecha en la Fiscalía de Gualeguaychú el miércoles 16 de agosto las defensoras expresaron: “Los perros se encontraban en caniles con condiciones deplorables, no tenían agua a disposición, muchos en mal estado de salud por lo que no cuentan con atención veterinaria. Solo los resguarda una media sombra por lo que no tienen cómo refugiase durante el frío, la lluvia o el calor”.

Y continúa: “Los perros son llevados a ese lugar donde no tienen contacto humano salvo una vez al día cuando se lo alimentan, cuando la finalidad de un refugio es socializarlos y darlos en adopción. Estos animales no son difundidos de ninguna forma para conseguirles hogar. Una vez que entran ahí, mueren ahí”. 

La denuncia finaliza destacando: “Los pisos de los caniles son de tierra y los animales duermen sobre la tierra. A pocos metros del lugar se podía ver un perro muerto y dos cachorros muertos dentro de lo que parecía un estanque seco”.

Debido a la gravedad de la situación, Patitas, Pro.vo.in y La Casita ampliarán este viernes la denuncia ante Fiscalía por violarse el Derecho Animal.

Al respecto, una de las proteccionistas locales explica: “En necesario que se siga respetando la vida, la libertad y el bienestar animal, y el derecho a ser reinsertado en la sociedad, y nada de eso se está haciendo”.

Además, contaron que en reiteradas ocasiones le pidieron a Francisco Fiorotto poder visitar el lugar pero el pedido no fue concedido: “Sabiendo que ese lugar existe por qué negarlo, por qué negar su visita, por qué negar que esos animales no sean reinsertados”, resaltan las protectoras gualeguaychuenses. 

La solución frente a la sobrepoblación

Hace pocos meses las diferentes entidades proteccionistas de la ciudad lograron que el Municipio de Gualeguaychú firmara un convenio con la Red de Políticas Públicas con el fin de aplicar el Plan de Equilibrio Poblacional. El mismo consiste en realizar la cantidad de castraciones necesarias, que en el caso de la ciudad deberían ser entre 45 y 50 por día, para garantizar un control efectivo de nuevos nacimientos animales. El otro eje del programa es la educación. 

No obstante, todavía el Área Veterinaria municipal no logra llegar a la cantidad de esterilizaciones que se requieren debido a que no cuentan con la infraestructura para hacerlo. Se necesita mínimamente dos o tres camillas para poder realizar el trabajo y alcanzar el número de castraciones que sugiere la Red de Políticas Públicas de acuerdo a la cantidad personas que viven en la ciudad.

En tanto, en Pueblo Belgrano no cuenta con un área de veterinaria, la gente que necesita esterilizar a su mascota pide un turno y se le da una especie de bono para un veterinario que luego realiza la intervención. Se calcula que de acuerdo a la cantidad de residentes que hay en el municipio vecino se tendrían que realizar entre 15 y 20 castraciones diarias.

Al  respecto, recuerdan las protectoras: “Cuando nosotros presentamos el Programa de la Red de Políticas Pública lo hicimos en Pueblo Belgrano porque mostraron interés en ese tema y después quedó en la nada”.

Finalmente, las proteccionistas pedirán la intervención inmediata de la justicia con allanamiento y traslado de los animales. “Esos perros tienen que ir a un lugar donde se los revise, se los atienda y se los empiece a reubicar”.