PREOCUPA LA FALTA DE CONCIENTIZACIÓN
Entre Ríos posee más casos de Alzheimer que la media nacional: “Muchas consultas llegan tarde”
/https://eldiacdn.eleco.com.ar/adjuntos/240/imagenes/000/313/0000313813.jpg)
Julio Zarra, médico psiquiatra especialista en Neurociencias y en la enfermedad de Alzheimer, advirtió que en la provincia crece el número de casos sin diagnosticar ni tratamiento a tiempo. “Hay un subdiagnóstico enorme. Si la gente consultara cinco años antes, podríamos reducir la cantidad de casos a la mitad”, resaltó.
“En Entre Ríos, los casos de Alzheimer son superiores a la media nacional, y gran parte de la población no accede al diagnóstico ni al tratamiento en el momento adecuado”: así lo afirmó el médico psiquiatra Julio Zarra, especialista en Neurociencias y en la enfermedad de Alzheimer. Actualmente, atiende a cientos de pacientes en Gualeguaychú, y advirtió que “hay un subdiagnóstico enorme. Si la gente consultara cinco años antes, podríamos reducir la cantidad de casos a la mitad”.
Zarra explicó que el déficit de memoria que interfiere en la vida cotidiana es la primera señal a la que hay que prestar atención. Distinguió olvidos llamados “benignos”, propios del estrés, la ansiedad o trastornos metabólicos como el hipotiroidismo. Pero, “cuando el déficit se sostiene más de 30 días y afecta el funcionamiento diario, es momento de consultar”, remarcó.
“El diagnóstico de Alzheimer siempre es clínico y aproximado. Para una certeza absoluta habría que hacer una biopsia cerebral, que no se realiza, porque habría que abrir el cráneo. Sin embargo, se hace un diagnóstico que está centrado en un trípode de métodos: estudios de laboratorio (para descartar que no haya otras causas que estén ocultas en el cuerpo), el diagnóstico por imágenes (la enfermedad tiene algunas imágenes características) y, sobre todo, evaluaciones neuropsicológicas de funciones cognitivas y ejecutivas, que permiten medir el rendimiento de un individuo en diversas áreas cerebrales, incluyendo memoria, atención, lenguaje, resolución de problemas y control conductual”, detalló Zarra. Estas últimas son claves porque permiten detectar deterioros antes que la tomografía o la resonancia.
En cuanto al tratamiento, insistió en que el abordaje debe ser tanto farmacológico como no farmacológico. “Si tenemos un paciente con trastorno cognitivo leve que apunta hacia Alzheimer, personalmente prefiero iniciar un tratamiento preventivo. Los fármacos son inocuos y pueden ayudar a retrasar la progresión. No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar”, sostuvo.
Al mismo tiempo, realzó el valor de la estimulación cognitiva, la actividad física regular, una dieta saludable y el control de factores como el estrés, el alcohol y el tabaco para sostener la calidad de vida.
“Del 100% de los trastornos cognitivos leves, un tercio son enfermedades de Alzheimer encubiertas que todavía no pudimos hacer el diagnóstico. Otro 33% son producidos por distintos trastornos orgánicos, ya sea cerebrales o clínicos, metabólicos o endócrinos. Generalmente no se van a mejorar del todo, pero tampoco van a empeorar. Y el último tercio va a mejorar, porque están relacionados con trastornos de ansiedad”, esquematizó el médico y resaltó la importancia de no demorar la consulta médica.
En su consultorio de Gualeguaychú, Julio Zarra atiende a pacientes de la ciudad y de localidades cercanas: estima que tiene cerca de mil pacientes con trastorno cognitivo leve, otros mil con diagnóstico de trastorno cognitivo con elementos orgánicos demostrables (con signos en neuroimágenes de lesiones cerebrales), y aproximadamente 500 con diagnóstico establecido de Alzheimer. Son estimaciones basadas en su práctica clínica: “Trabajo mucho, no he rechazado pacientes, y por eso mi carga es alta”, confesó.
El neurólogo compartió una reacción práctica: la necesidad de que los medios y las campañas locales (menciona a ALMA como una de las entidades que amplifican la difusión en Buenos Aires) impulsen consultas tempranas. “Un paciente que llega temprano tiene una ventana de oportunidad. Un paciente que llega tarde exige apoyo, contención y cuidados, pero las opciones terapéuticas son más limitadas”.
Y agregó: “Cuando el paciente viene solo a la consulta, tenemos bastante para hacer. Cuando ya viene acompañado por el cónyuge, por hermano, hijo o primo, ya las posibilidades son menores. Y cuando ya lo lleva toda la familia, ya tenemos la enfermedad prácticamente diagnosticada. Mientras antes se consulte, más chances existen de retrasar la enfermedad y mejorar la calidad de vida”.
Un descubrimiento que llama la atención
Durante la entrevista, el especialista presentó un hallazgo observacional: una mayor prevalencia de formas genéticas de Alzheimer en descendientes de alemanes del Volga asentados en Entre Ríos.
“Las primeras tres familias que se descubrieron con enfermedad de Alzheimer genético, o presentación temprana estaban en esta provincia, y una en una ciudad muy cerca de acá, eran descendientes de alemanes del Volga. Fueron familias cuyos integrantes murieron todos entre los cuarenta y los cuarenta y cinco años de edad, víctimas de la enfermedad de Alzheimer heredada. Con esta enfermedad, la presentación tan temprana es fulminante, de muy mal pronóstico”, acentuó Zarra.
El especialista aclaró que la causa genética exacta y las razones por las que esas poblaciones transmiten la enfermedad no están claras: “Hay muchas teorías, pero ninguna definitiva. Es un dato observacional importante para la práctica clínica: cuando uno interroga la historia familiar y aparece repetición de casos en generaciones, eso cambia la sospecha y el manejo”.
En el Día Mundial del Alzheimer, la recomendación es clara: no naturalizar olvidos persistentes, no esperar a que la situación sea irreversible y aprovechar las herramientas disponibles.
¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
Es una enfermedad neurodegenerativa cerebral que causa la muerte gradual de neuronas, provocando deterioro de la memoria, el pensamiento y la capacidad de realizar tareas cotidianas, además de cambios en la conducta. Descubierta hace aproximadamente ciento veinte años, es la causa más común de demencia y no es una parte normal del envejecimiento. Aunque no tiene cura, existen tratamientos para los síntomas y se están investigando nuevas terapias y formas de prevención.
Los síntomas en general se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo. Inician con la pérdida de memoria, y continúan con dificultades en tareas cotidianas, deterioro cognitivo, y cambios en el comportamiento.