TESTIMONIO DE VIDA
“Es horrible no poder disfrutar una cena de Navidad en paz”
Así lo aseguró Vanesa Schol Videla. Tiene 45 años y padece Trastorno del Espectro Autista (TEA). Durante Nochebuena debió encerrarse en el baño de su casa para aplacar los estruendos producto de la utilización de pirotécnica en la ciudad. La hipersensibilidad auditiva que tiene genera que los ruidos fuertes le provoquen un gran dolor y desata una crisis nerviosa que perdura varios días.
A pesar de que en Gualeguaychú está prohibida la venta, el acopio y el uso de pirotecnia, este año muchas personas de la ciudad decidieron no cumplir con la normativa vigente desde 2017. Este comportamiento poco empático y la concientización insuficiente, según como lo calificaron desde la ONG Madres y Padres TEA y la Protectora Patitas, provocó que muchas familias no pudieran disfrutar la Navidad.
Al respecto, Vanesa Schol Videla, una adulta de 45 años que tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) habló con Ahora ElDía para generar conciencia de cara a los festejos de Año Nuevo.
“Siempre padecí la problemática de la pirotecnia, sólo que antes no podía ponerlo en palabras y, además, no tuve un diagnóstico hasta la adultez. Mi hipersensibilidad auditiva genera que escuche todos los ruidos multiplicados. Pasé la Navidad junto a mis hermanos, mis hijas y mis padres; todo venía bien hasta la medianoche”, relató Vanesa sobre su experiencia el 25 de diciembre.
Para poder hacer frente a la crisis que sobrevino con los estruendos, debió encerrarse en el baño, ya que como ella misma contó es el único lugar de su casa en el que menos se escuchan los ruidos y donde el frío de los azulejos imprime una sensación relajante en esos momentos.
“Para nosotros es horrible padecer esto, no tolerar los ruidos y sentir que las personas no pueden comprendernos. Es feo no tener una Navidad en paz y que se acerque la medianoche y tener que mirar el reloj todo el tiempo para saber en qué momento tenemos que correr a ocultarnos donde menos ruido nos llegue. Así lo vivo y así lo viven la mayoría de las personas que tienen TEA. En mi caso, puedo ponerlo en palabras, pero hay quienes no pueden”, manifestó Schol.
Cuando era pequeña, sus padres no comprendían por qué su hija corría despavorida a ocultarse debajo de las sábanas de la cama, segundo espacio de preferencia de Vanesa para sentirse a salvo durante estos momentos: “Siempre lo tomaron como un miedo al ruido, pero lo que realmente sentía era dolor”, aclaró.
Luego de ser diagnosticada con TEA, los familiares de Vanesa, su pareja e hijas aprendieron de qué manera ayudarla y contenerla: “En el momento de crisis, aunque puedo escuchar a mis familiares, no puedo controlar mis impulsos; si corro, me golpeo o me tapo bien fuerte los oídos. Después sobreviene la angustia y tardo algunos días en recuperarme porque me desequilibra mucho. Me duele mucho el cuerpo por la tensión que me genera este tipo de episodios. Hoy en día, sólo les queda quedarse a mi lado y controlar que no me autoagreda. Siempre me cuidan, a veces ni yo misma me doy cuenta de que puedo cruzar la calle confundida, tratan de resguardarme de eso, sacan las llaves de la puerta para que no quiera escapar, es parecido a lo que les pasa a los animales por la misma causa”, detalló.
Vanesa aseguró que el año pasado el uso de pirotecnia fue menor y que en Año Nuevo lo pasará en el campo u otro lugar alejado de la ciudad. No obstante, reconoció que no todas las familias con un miembro TEA pueden hacerlo.
“Sé que hubo denuncias, pero si la sociedad no toma conciencia del daño que hacen, esto no lo vamos a poder cambiar. No es un capricho, realmente nos hace mal. Necesitamos más acompañamiento municipal. Vi en las redes sociales que en otras ciudades los concejales salían concientizar sobre este tema. También es necesario que se haga más difusión de la ordenanza”, aseguró la gualeguaychuense.
Cuidar de los más indefensos
Además de las personas con TEA, los adultos mayores, los bebés y los animales también sufren las consecuencias de la pirotecnia.
Al respecto, Coqui Carbó de la ONG Patitas informó que todavía siguen publicando en sus redes sociales fotos de los perros y gatos que se perdieron durante el festejo de Navidad.
“Ni del Estado ni dl Foro Ambiental hay un compromiso para abordar el tema con seriedad. Lo hacen por arriba, sólo para cumplir y durante tres días antes. A la ordenanza no se la tiene que interpretar a imagen y semejanza de cada funcionario. Es una norma que está clara y requiere un trabajo previo de concientización”, resaltó Carbó.
Como protectora de la ciudad, Patitas se ofreció a realizar una campaña, pero manifestaron que tuvieron apoyo: “No nos dieron ni un volante para repartir. En la ordenanza está estipulado que deberían cumplir con la concientización y difusión, pero no se vio ni se escuchó a un sólo funcionario hablar sobre esto”.
Por otra parte, Carbó apuntó que cuando se prohibió la pirotecnia en Gualeguaychú, fueron a hablar a la intendencia de Pueblo Belgrano para que allí también se implementara, pero les dijeron que “no estaban de acuerdo con la prohibición, sino que debía tratarse de otro modo”. De hecho, en 2017, se derogó la ordenanza aprobada durante la gestión de Jacinto Chesini. Entre los considerandos se mencionó que “nuestra Carta Magna, garantiza el derecho de trabajar y ejercer toda industria licita […] Que la presente norma además tiene por finalidad combatir la venta y el mercado ilegal de pirotecnia […]Que la prohibición, como tal, del uso de los artificios pirotécnicos, lejos de bajar el consumo, aumenta la existencia de la venta paralela ilegal en negro y con ello el nivel de accidentología, al no estar reglamentado y controlado por la autoridad […] Que cuando los productos son legales, estos deben respetar normas de producción y de calidad, y es la autoridad la encargada de la fiscalización que esto así sea, siempre en resguardo de todos los ciudadanos. Instrumentando medidas de concientización y educación para el uso responsable de los artificios pirotécnicos, conforme a medidas de seguridad que se disponen tanto para usuarios y comerciantes”.
En este marco, Carlos Riera y Claudina Corti, exconcejales de la oposición, presentaron en 2022 un proyecto de comunicación para desalentar el uso de la pirotecnia en Pueblo Belgrano, pero no fue aprobado.
A diferencia del espíritu de la derogación, la normativa vigente en nuestra ciudad tiene como objetivo concientizar sobre cómo el uso de pirotecnia tiene efectos perjudiciales en las personas, los animales y el medio ambiente.
El órgano de contralor de la Ordenanza Nº 12079/2016 es Inspección General, que tuvo una guardia durante la Nochebuena y recibió 15 denuncias telefónicas el 24 de diciembre. También, en el marco de cumplimiento de la normativa, se labraron tres actas de infracción y se realizaron dos decomisos de pirotecnia con el acompañamiento de la Policía.
Lucio Benítez, responsable del Área, expresó: “Tuvimos denuncias y nos apersonamos en los lugares, constatábamos la infracción y labrábamos un acta. Siempre intervenimos acompañados por la Policía cuando hay una cuestión más concreta porque no tenemos la posibilidad de entrar a un domicilio. En muchas ocasiones, vamos al lugar, pero si no vemos la venta en concreto o el uso, no podemos hacer nada. Esto nos pasó mucho en esta Navidad. Es muy difícil dar cuenta del hecho. El martes a la mañana fuimos a una propiedad donde estaban vendiendo pirotecnia y pedimos la intervención de la Policía y la mercadería quedó incautada”.
Por otra parte, Benítez no descartó un monitoreo o patrullaje por la ciudad la noche de las Fiestas, pero afirmó que “el cumplimiento de esta normativa pasa más por una cuestión de concientización, que va a llevar un tiempo”.
Para realizar denuncias por el uso o venta de pirotecnia, la ciudadanía puede comunicarse al 423399 o al 105.