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"Esta calle no es tu basurero": Vecinos ya no saben qué hacer para que dejen de tirar mugre

En la zona de Rodó y Primero de Mayo ya no se sabe qué se puede hacer para que dejen de arrojar basura. Inclusive, las personas arrojan cadáveres de perros y gatos, inclusive caballos, que hacen peligrosa la zona para la salud de los vecinos.
El Municipio hace lo que puede: todos los días una cuadrilla recorre una Gualeguaychú que no para de crecer para limpiar micro basurales, que en algunos casos son extensos. El trabajo es tan incesante como ingrato. Muchos vecinos son negligentes y arrojan la basura en cualquier parte, sin importarle el prójimo o la salud de sus conciudadanos.
Basta con recorrer la periferia para, una vez más, darse cuenta que pese a las campañas, los puntos en donde la gente puede arrojar todo tipo de deshechos en contenedores que están debidamente señalados para saber que se puede arrojar, no alcanza.
Muchas personas continúan con la mala costumbre de tirar lo que le sobra, restos de comida, lo que sea en el basural que tiene a mano, pese a que el camión recolector pasa a diario.
En calle Rodó, entre San José y Rosario, la Municipalidad colocó un cartel que resalta la prohibición de arrojar basura en ese lugar que no tiene edificaciones alrededor, lugar propicio para que personas que en su afán de ganarse el mango les ofrece a los vecinos un servicio de recolección de residuos que transportan, a cambio de unos pesos, hacía los basureros ilegales. También algunos carreros dejan los que les sobra de alguna changa en el basural.

Lo mismo pasa con camionetas y autos relativamente nuevos que abren sus puertas y arrojan residuos, inclusive perros muertos cuyos cadáveres se descomponen despidiendo un olor nauseabundo. A los perros, hay que sumarle gatos y hasta caballos.
Párrafo aparte para los perros que llegan a estos basurales en busca de comida, canes que en su mayoría son de la calle. Esto lo vimos en la mencionada Rodó, entre San José y Rosario, también en San José al Norte en horas de la noche, horario en la cual algunos vecinos en determinados lugares prenden fuego, algo común en los 5 o 6 asentamientos que tiene la ciudad.
En definitiva, el problema de los basurales y de la poca conciencia que tiene la gente, lamentablemente, sigue vigente.