No es sólo por el caso exAgos, que es el más patético; otros indicios muestran que el gobernador Bordet no puede (¿quiere?) zafar de las garras del urribarrismo.Julio Majul*El caso de la Cooperativa Jeannot Sueyro es el más patético, pero no el único, que muestra cómo el gobernador Gustavo Bordet no puede zafar (suponemos que quiera) de las garras de lo que queda del urribarrismo.El sanatorio exAgos hace ¡ocho meses! Que viene tratando de conseguir que el ministro De la Rosa, de Salud Pública (heredado de Urri, sí, claro. Tres gobiernos manejando la salud de los entrerrianos); el exAgos, decíamos, no consigue que el Ministro apruebe el funcionamiento como Cooperativa que apoyamos casi todos los gualeguachuenses. Y lo más notable es que hasta hace nueve meses, cuando cerró por motivos financieros, el sanatorio no había tenido objeciones ministeriales. Bastó que el cooperativismo quisiera salvarlo, para que el Ministro pusiera trabas. Ya van ¡ocho! inspecciones al sanatorio y siempre falta algo más. Digo: ¿no se pudo haber pedido hace nueve meses todo lo que se necesitaba, y no molestar cada tanto con nuevas exigencias? Se hubiera evitado que muchos pensáramos lo que pensamos: que algún montoncito de dinero se mueve delante de De la Rosa para que consiga que los cooperativistas se cansen y abandonen. Entonces, la salud de casi doscientas mil personas quedará en manos de tres instituciones: el Hospital interminable, San Lucas y Pronto. El dinero que está en juego es inimaginable para las personas normales, claro. PERO HAY MÁSCon ser algo horroroso, esta no es la única prueba de la subsistencia del urribarrismo en el poder provincial.Hace poco, luego de una meticulosa investigación de la revista ANÁLISIS, que conduce el deslumbrante periodista Daniel Enz, dos valiente abogados: Rubén Pagliotto y Gustavo Mulet denunciaron ante la Fiscalía en turno la existencia de una mesa de dinero ¡en el Senado provincial!, durante 2012 y 2013. Lapso en el que se habrían cambiado miles de dólares, siendo Secretario del Senado el actual Ministro Mauro Urribarri y Presidente el actual diputado José Cáceres. Hasta ahora, Cáceres dijo "nunca supe nada" y Mauro "yo le avisé a Cáceres".En tanto, todos esperamos que no pase como con las anteriors denuncias por corrupción que fueron expuestas ante distintas Fiscalías por Pagliotto y Mulet, que siguen esperando turno para moverse.La cuestión central es que la larga sombra de la oscuridad urribarrista impide vivir bien al gobernador Bordet. Quizá ha llegado el momento de preguntarnos si a Bordet le interesa zafar del cerco que le tendiera Urribarri. * Periodista y abogado. Exsenador provincial por Gualeguaychú
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