Facebook, mensajes de texto, Twitter y poco diálogo en persona

El trabajo, la escuela, las exigencias y la comodidad que generan las nuevas tecnologías profundiza cada vez más la tendencia. Profesionales aseguran que Internet genera adicción y que el exceso del uso evidencia falencias de la sociedad.De la RedacciónFacebook es la red social más grande del mundo. Son más de 1150 millones de usuarios los que interactúan a diario en todo el planeta. ElDía dialogó con la psicóloga Adriana Guraieb, quien analizó en detalle las conductas de quienes mayor interacción con Facebook, sobre las consecuencias negativas que produce la adicción que la red social genera en millones de personas.-¿Qué tiene Facebook que es tan atrapante?-Facebook otorga bienestar a un grupo de gente muy vulnerable. Por ejemplo, a los que no tienen una buena socialización, porque les permite acercarse a una chica o seducir a un muchacho; las personas que tienen una pronunciada timidez; los que sufren episodios o estados depresivos, que no pueden salir de la casa; los que rechazan su identidad, su historia, y no se aceptan como son; los que tienen baja autoestima evitan el rechazo escudados detrás de una computadora. A todos estos grupos Facebook permite inventarse otra vida. -¿ Facebook viene a evidenciar las falencias sociales?-Sí, claro. Lo que pasa es que después de los mensajitos y del millón de amigos, resulta que la satisfacción que genera no es como se esperaba. Pero la culpa no la tiene Facebook, sino la estructura de personalidad que está idealizando una herramienta que no cumple con las expectativas anheladas. -¿Y por qué se genera la adicción?-Zigmunt Bauman, el autor de La modernidad líquida, dice que el modelo de las redes sociales está generando una influencia tan negativa en la sociedad que ya se está hablando de contactos y no de vínculos. El modelo electrónico va penetrando en la sociedad, el contacto es lo efímero, lo pasajero. Quien está en Facebook puede abrir muchas ventanas y chatear con gente, pero si quiere puede pararse e irse, eso está permitido; pero si uno está con una amiga en una confitería no puede levantarse e irse sin que eso ocasione malestar. Esa cosa efímera ha ido penetrando en la sociedad a través de estos modelos de contactos en este reemplazo de relaciones.Por eso genera adicción, por su propia dinámica. Hay preguntas que nos podemos hacer para ver cuán adictos somos. Por ejemplo: las personas comentan con los amigos en Facebook los estados de ánimo (hoy me siento mal, hoy voy al dentista, una noche terrible, etc.); las persona que pertenecen a diez o más grupos de Facebook; si dejan de estudiar para estar conectados; si tienen problemas físicos, dolor de espalda, problemas de la vista, dolor de cabeza, es momento de consultar con un profesional, de parar, de desengancharse. -Pero también se pueden generar cosas buenas de Facebook...-Los argentinos consumimos mucho Facebook. Es una herramienta poderosa, pero, como todas las cosas, depende para qué se usa. Si se usa para refugiarse y para ser cada vez más tímido, no va a ser una buena herramienta. Pero también se usa para los músicos, los artistas, para dar a conocer sus trabajos. Hay mucha gente que por razones de salud o edad, pueden aferrase a Facebook como un portal al mundo, a los mejores museos, a los espectáculos, a otros países.Todo depende de para qué se usa la herramienta. Depositar expectativas en contactos fugaces, tiene que ver con necesidades muy arcaicas, muy arraigadas. Si uno se maneja solamente con la virtualidad, falta el cuerpo y hay un momento que el cuerpo necesita hacerse presente. -¿Cómo se trata esta adicción, con terapia?-En pequeñas comunidades de Estados Unidos ya existen centros a los que acude mucha gente joven para poder disminuir la intensidad de las frecuencias en las redes sociales. Reemplazan ese tiempo conectados por cultivar la tierra, hacer música, u ocio productivo, porque acá (en Facebook) estamos hablando de un ocio pasivo, de un ocio donde uno recibe los estímulos en lugar de crearlos.-¿Se puede ser feliz y seguir siendo usuario de Facebook?-Por supuesto. Según los especialistas, hay tres maneras de ser felices: una está relacionada con lo placentero, con lo que nos gusta, con la creatividad, con el arte, con la música. Otra forma es lo que llamamos la buena vida, esto es, poder tener un trabajo y poder tener cubiertas ciertas necesidades básicas. Y la tercera en poder tener una vida con sentido, para mí y para los otros, un sentido que trascienda, por más mínimo que sea. Ahí realmente podemos hablar de acercarnos a la felicidad y no a un cierto bienestar esporádico. "La tecnología no da espacio a que existan algunas opciones"El ingeniero en Computación, Eugenio Bourlot, desarrolla su actividad profesional en Galbop SRL, empresa de software, además de ejercer la docencia en la Facultad de Bromatología.Su trabajo, contó a El Día, la realiza a través de la computación por lo que consideró a las redes sociales "como una herramienta de apoyo al desenvolvimiento profesional".Aclaró que "todos por formación, convicción o elección, les damos a las redes sociales un determinado espacio en nuestras vidas y en el desarrollo profesional y laboral, eligiendo qué lugares queremos que ocupen".Para el profesional, las tecnologías de la información "hoy no dan demasiado espacio a que existan algunas opciones. Un filósofo francés -Michelle Serres- dice que esta generación se llama 'pulgarcita' por la habilitad que tienen los niños y jóvenes en administrar el teclado o los teléfonos celulares".- ¿Qué cambió a partir de la irrupción de la tecnología?Con la tecnología de la información cambió el soporte del conocimiento, de la misma forma de lo que pasó con el habla a la escritura, de ésta a la imprenta y luego con la aparición de los libros. El soporte del saber es lo que debemos significar, nosotros estamos viviendo una transición y que hoy está en la tecnología de la información.Esto está cambiando absolutamente todas las relaciones laborales, profesionales, sociales, modificando además la cultura.-¿Qué aspectos positivos destaca de las tecnologías?Soy parte de una empresa que desarrolla software para una vertical del tratamiento de la auditoría de las recetas farmacéuticas. Vendemos en todo el país, tenemos clientes en ciudades entrerrianas y otras provincias.Es innegable cómo las tecnologías de la información facilitan y mejoran las actividades laborales y de gestión de cualquier empresa. Hoy la disponibilidad de conectividad como un derivado de la informática, necesariamente hace que haya mucho más datos disponibles lo que facilita enormemente el desarrollo de algunas de las actividades económicas porque permite mayor cercanía con tu cliente.El problema es que la tecnología de la información como cualquier otro servicio es más accesible a través de Google, Microsoft o Apple.Se debe analizar si igualan a todos o generan más desigualdades, mejoran las condiciones sociales para todos o ensanchan la brecha entre los que tienen mucho y aquellos que no poseen nada.-¿Qué sucede con la relación laboral?La actualidad modifica las relaciones laborales. Hoy muchos plantean que es posible trabajar en tu casa y mi pregunta es si es bueno hacerlo fuera de la empresa o comercio.Uno se tiene que preguntar sobre las cosas que desunen y desvinculan; se disgrega la familia, los amigos, todo se personaliza.¿Es bueno que en las relaciones laborales también pasen estas cosas? porque la empresa tiene un rol social y construye parte de su cultura. "Son hegemónicas"Así las definió Bourlot a las tecnologías. "La hegemonía excede la ideología, nos referimos a un concepto que cada persona lo tiene incorporado, lo usás todos los días y no te das cuenta. Nadie discute si es bueno o malo".Sostuvo que en la actualidad "es más fácil hacerle creer a un conjunto importante de gente lo que se quiere desde la tecnología de la información porque se llega mucho más rápido. Excede ampliamente el sentido ideológico y tiene que ver con una concepción de sociedad que para mí hoy se está imponiendo".Ante el panorama planteado "es muy difícil el lugar dónde uno debe pararse. Creo que quienes producen mucha tecnología deberían preguntarse si lo que están haciendo está bien o está mal, es un cuestionamiento que pasa por la ética del trabajo y la vida". "Usamos el celular cuando nos reunimos" Los adolescentes son los más permeables al ingreso de la tecnología a sus vidas. En la escuela, en la calle, en las reuniones de amigos, siempre están presentes los celulares, las tablets, las netbooks y siempre conectados al Facebook o Twitter.Comunicarse a través de whatsapp o del pin del blackberry es algo habitual y diario. ElDía consultó a un grupo de adolescentes para que nos cuenten cuál es su relación con la tecnología y qué espacio le dan en su grupo de amigos y compañeros de escuela.Yamila tiene 18 años y asegura que "las nuevas tecnologías no son indispensasbles pero sí las uso casi todo el día. Facebook lo uso muchísimo y me conecto varias veces al día... en Twister principalmente".Franco, de 17 años, coincide y dice que "las nuevas tecnologías ocupan un lugar muy importante en mi vida. Todos los días estoy en contacto con ellas para informar y ser informado y para mantenerme en contacto con los demás".En cambio, Juan Ignacio de 13 años cuenta que "el Facebook y el Twitter y los celulares casi que ni los uso, así que en mi vida no ocupan ningún lugar; me conecto una vez o menos por día porque tengo muchas pruebas así que tengo que estudiar", mientras que Salvador de 15 años dice que se conecta de lunes a viernes 1 o 2 veces y los sábados y domingos 3 veces".Por otra parte, los chicos aseguraron que muchas veces hablan temas importantes a través de la web y no en persona. En este sentido, Yamila dijo que "las redes sociales sirven para comunicarte enseguida. Cuando te pasa algo así tenés alguien con quien hablar si estas solo", mientras que Franco agregó: "Muchas veces hablé temas serios por la red y creo que es porque me animo más a hablarlas por acá, sin contacto visual y más que nada físico con la otra persona. Pero hablarlas personalmente no me dificulta tampoco".Los chicos también coincidieron en que usan las redes sociales, el celular o hasta se mandan whatsapp cuando están juntos. "Es horrible pero todas usamos el celular cuando nos reunimos. Lo uso menos cuando estoy con amigos porque es feo hablar y que no te presten atención por usar el celular, pero sí, pasa todo el tiempo", dijo Yamila.En el mismo sentido, Franco contó que cuando está con sus amigos usa Facebook y Twitter "para mostrarles gráficamente de lo que hablo, o para mencionarlos en alguna actividad pública, pero generalmente no".En cambio, Salvador y Juan Ignacio dijeron que ellos prefieren no usar la tecnología cuando están con sus amigos, aunque en alguna oportunidad lo han hecho. El 50% de los jóvenes pasa cuatro horas diarias onlineLa información surge de una investigación privada sobre 500 casos. Un 4% está más de 12 horas conectado a internet.Más del 50% de los jóvenes argentinos, de entre 18 y 27 años, permanecen conectados a internet hasta un máximo de cuatro horas diarias. Según detalla un estudio de la consultora Datos Claros, el 32% se conecta dos horas, mientras que el 29% lo hace entre dos y cuatro. Los datos relevados en Argentina resultan similares a los obtenidos en Perú, donde el 31% se conecta entre dos y cuatro horas, y el 25% lo hace hasta dos.El trabajo se realizó sobre 500 jóvenes profesionales postulantes a empleos en Chile, Perú y Argentina. En el caso del país trasandino, el 14% se conecta entre dos y cuatro horas, y el 51% lo hace hasta dos horas diarias.El informe arrojó también que el 4% de los consultados argentinos aseguró estar conectados diariamente por 12 horas o más, mientras que otro 4% dijo ponerse online a navegar entre 10 y 12 horas.La franja de ocho y diez horas ocupó el 4% en Argentina, 3% en Chile y 5% en Perú, mientras que la de seis y ocho fue 8%, 3% y 9%, respectivamente.
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