Fango y pantano en la Ruta 51

Salvo que se cuente con una camioneta 4 X 4, la única solución que por ahora se encuentra para asegurar el paso es ser tirado por un tractor que dispone la junta de gobierno de Irazusta y que varias veces al día va hasta el lugar por si alguien quedó colgado. 
El pantano de unos 500 metros de extensión se encuentra a medio camino entre Irazusta y Parera y se lo encuentra tras pasar el segundo badén en dirección al norte. Sucede que en ese tramo el camino se ha convertido en una canaleta flanqueada por terraplenes de tierra en donde el agua de lluvia se encajona. Por falta de presupuesto, herramientas, por el clima o por las tres cosas, Vialidad no logra quitar esa tierra y rellenar el paso para que el agua drene y no se estanque. Hasta no hace mucho, pese a las continuas lluvias, el cruce del pantano era una tarea medianamente sencilla pero el trabajo del tractor remolcador ha hecho que una especia de arcilla pegaosa aflore hacia la superficie y que el cruce se transforme en un asunto complicado. Durante la jornada de ayer no menos de 20 vehículos debieron ser remolcados hasta tierra firme. Además, los docentes que trabajan en escuelas rurales de la zona y que no cuentan con un vehículo que se adapte al terreno y que viajan "a dedo", deben pasar caminando entre el lodazal, rezando para que en ese momento alguien no se largue a pasar. 
Ante estas situaciones las promesas de pavimentado se escuchan con cierta impotencia y suenan demasiado lejanas.