LA LUCHA Y EL TESTIMONIO QUE CONMUEVE A GUALEGUAYCHÚ
Fernanda, la joven que enfrentó a su abusador y logró justicia por todas las víctimas
Enrique Antonio Funes a sus 73 años dejó de ser impune, y fue condenado a 13 años de prisión por abusos y violaciones que cometió. Si bien la pena no conforma a quienes sufrieron por su culpa, encontraron algo de tranquilidad para continuar con sus vidas. Fernanda, la nieta del abusador e impulsora del juicio en su contra, brindó su testimonio y emocionó a toda la ciudad.
Luego de sufrir violencia intrafamiliar por parte de su padre biológico y su madrasta cuando era chiquita, tras la muerte de su mamá cuando apenas tenía 4 años, Fernanda llega a la casa de sus abuelos en 2008 para poder encontrar algo de paz. Pero sin embargo, el padecimiento allí continuó. “Estuve viviendo 3 meses con mis abuelos, ocurrieron los hechos conocidos (los abusos por parte de Antonio Funes), yo hablé y no me creyeron, cuando tenía 5 años se lo digo a mi abuela y no me creyó”, contó Fernanda en diálogo con Radio Cero.
“Me dijeron a mi familiares cercanos que ‘cómo el abuelo te va a hacer eso’, que ‘porqué nunca lo dije antes’”, recordó, y reveló que “mi hermano recuerda que él estaba ahí y que Funes le decía que se dé vuelta, que si miraba lo iba a lastimar”.
Recordemos que Fernanda no es la única víctima de Funes. “Cuando el video de mi denuncia se hizo viral se comunicaron conmigo dos hermanos que me dijeron que fueron víctimas de violación por parte de él, al igual que su hermana ya fallecida, y decidimos juntarnos y compartir el episodio que nos había ocurrido a cada uno. Ellos presentaron la denuncia y brindaron testimonio, fue muy importante para la causa”, destacó la gualeguaychuense.
Cara a cara con su abusador
Además de denunciarlo mediáticamente y en la justicia, Fernanda encaró a su abuelo en persona. Acompañada de su mamá, lo visitó al otro día de haber difundido el video acusándolo de abusador.
“Cuando llego no me reconoce, le digo que soy la hija de José, su hijo, y se acerca para darme un beso y abrazarme, y yo reacciono y lo saco”, recordó la joven, que se sentó frente a Funes y su pareja y les dijo de frente porqué estaba allí: “Empecé a hablar y Celia me interrumpe y me dice que Funes tiene un problema en el corazón, que lo voy a hacer morir… y yo por temperamento y calentura les dije ‘no me importa si se muere acá parado, él a mí me arruinó la vida’. Yo creo en el karma, creo que siempre te paga… y por eso estará así de salud”, postuló.
Las secuelas y la importancia de hablar
“En su momento tenía miedo con todos los hombres”, confesó la joven de ahora 20 años.
“Tengo secuelas”, reconoció, y describió: “Siempre tuve asistencia psicológica para poder manejarme. Cuando llegué a mi última familia mi mamá no entendía porque yo tenía miedo de estar cerca de mi papá, hasta que pasaron dos años hasta que yo sentí que tenía la contención y el amor para poder contarlo, y cuando lo hice ellos lo entendieron, ahí cambió muchísimo todo por suerte”.
“Hay que hablar del tema, no hay que estar con la pared de que no hablemos de esto porque todavía es chico o chica, porque yo no sabía que eso estaba mal, yo no entendía porque el abuelo me hacía doler, me lastimaba pero después me traía dulces o me regalaba cosas, yo recibía un dolor y después tenía una compensación por callarme”, relató Fernanda.
En esa línea, manifestó que “la cuestión social fue difícil, mucha gente en los comentarios del video me pedía pruebas o me preguntaban que tenía puesto, 5 años tenía… ¿porque me preguntás eso?….”, pero a su vez destacó que “no sé si fue a partir de la marcha que hicimos en el barrio que la gente me empezó a creer, los vecinos me apoyaron y después Funes no podía salir de su casa porque le decían muchas cosas, a Celia (su pareja) la echaron de la iglesia, pasaron muchas cosas y me sentí mejor porque sabía que la justicia iba a tardar”.
“Nos acostumbramos a estar con el miedo cuando no tiene por qué ser así, podemos contraatacar y buscar justicia”, sentenció.
El juicio desde adentro y su reacción tras la condena
La joven reveló que el acusado no se presentó a ninguna audiencia. “Funes presentó certificados porque no podía estar presente por su salud, entonces dio su testimonio por videoconferencia”, describió Fernanda, y agregó: “luego di el mío, también declararon mi mamá y mi hermano y unas compañeras del primario”.
En el momento del veredicto, sintió que “era todo suspenso, seguía cargando aire hasta que dicen que se lo declara culpable, ahí respiré, solté y liberé una carga que tenía hace mucho, a mí me apuntaban y me decían que mentía”.
Y acerca de la cantidad de años que recibió, consideró que “no me quedo conforme porque fueron 13 años sólo por mi abuso agravado, si se hubieran contemplado las otras violaciones hubieran sido muchos más”.
Una causa aún está pendiente
Por otra parte, la lucha de Fernanda aún continúa. “Yo también presento otra denuncia por abuso que sufrí cuando tenía 10 años, que ahí fue cuando yo me di cuenta lo que me había pasado con mi abuelo”, aseguró.
“Presento la denuncia de ese caso y también la de Funes, y veo cómo marchan las cosas, como avanza la de Funes y el otro caso queda atrás, entonces empecé a desconfiar de la justicia, me di cuenta que hay que sacarlo a lo social para que actúen más rápido”, concluyó.