ROBERTO "TITO" DI SABATTO
Fue un férreo defensor, superó una leucemia y hoy es el golfista de la ciudad

Como futbolista se destacó en Juvenil del Norte y en la actualidad sobresale en el golf aficionado. En el medio atravesó una dura enfermedad de la cual no le quedaron secuelas.
Roberto “Tito” Di Sabatto, de 45 años, es un personaje divertido, de buen humor y hospitalario. Por lo menos así recibió en su casa a Ahora ElDía y mantuvo ese semblante durante la hora -con mates de por medio- que duró la charla, donde repasó su particular y rica historia con el deporte.
Se destacó en el fútbol y en la actualidad en el golf, aunque su primer contacto lo tuvo con esta última disciplina. De chico solía pasar horas y días en el Country Club, ya que su hermano, tíos y amigos trabajaban como caddie.
“Agarré las mañas de chiquito, ya a los 10 años, agarraba los palos golf y hacía swing (movimiento que se hace para golpear la bola) por todos lados y le pegaba a las pelotitas de los pinos, ya me encantaba”, recordó sobre sus inicios en el deporte.
“Desde los 10 hasta los 16 laburé como caddie para traer un plato de comida a la casa cuando éramos chicos”
También a temprana edad siguió los pasos de sus familiares por necesidad. “Desde los 10 hasta los 16 laburé como caddie para traer un plato de comida a la casa cuando éramos chicos”, resaltó.
Y añadió: “como ellos iban a trabajar de caddie y traían la plata cuando éramos chicos, yo también lo seguía a ellos y ya me gustó estar ahí en el Country y trabajar. Ganaba mis monedas, me vestía, me compraba mis cosas y traía plata a casa para la comida”.
“El trabajo de caddie es llevar los palos a tu patrón, que le decíamos así nosotros. Salía a jugar nueve hoyos y te pagaba determinada plata. Además, era enseñarle, observar y limpiarle la pelota. Cuando sabés más o menos de esa función, ya le decías a tu patrón, ‘estamos a tal distancia, usa este palo…’. Vos le dabas las confianzas como caddie y le indicabas la caída, porque sabíamos dónde caía la pelotita, entonces le decíamos. ‘jugale acá, que va a caer para este lado’ y ellos nos hacían caso”, explicó Di Sabatto como aprendió a dar sus primeros pasos en el golf.

Si bien pasaba mucho tiempo en el Country, también jugaba con sus amigos en el barrio y fue así que empezó a jugar al fútbol en Juvenil del Norte con 15 años y a los 18 ya comenzó a jugar en Primera División.
Di Sabatto fue campeón con el equipo auriverde del Torneo Clausura 2008 y del Apertura y Clausura 2008, como baluarte en la defensa.
“Tito”, un todo terreno en la última línea (ya que podía desempeñarse como marcador de punta por las dos bandas y como primer marcador central), también supo vestir las camisetas de Central Entrerriano y Deportivo Urdinarrain, aunque su auge lo tuvo en el club que lo formó: Juvenil del Norte.
“Era rústico, me encantaban los tobillos. Me gustaba marcar, yo creo que para ser defensor, te tiene que gustar marcar”
“Era apasionado, me gustaba marcar, me gustaba pegar, pegar entre comillas jeje…, me gustaba jugar firme. Era rústico, me encantaban los tobillos. Me gustaba marcar, yo creo que para ser defensor, te tiene que gustar marcar. Entonces me gustaba marcar”, se sinceró sobre su época de futbolista.
Y agregó que era “bastante calentón” pero que no recibió muchas tarjetas rojas y que cuando jugaba de lateral, de vez en cuando, llegaba al gol. Entre risas recordó que un reconocido periodista de la ciudad le decía que era Cafú, “por lo negro, jeje”, remató.
Roberto Di Sabatto puso a fin a su carrera como jugador con apenas 33 años, para cuidar su fuente laboral (hace 20 años que trabaja como empleado municipal, hoy en el área de Deportes), ya que muchas veces terminaba muy golpeado de los partidos y le costaba recuperar.

La dinámica del golf, sin contacto físico con el oponente, fue la excusa perfecta para volver a su primer amor. “si Dios me da vida, hasta los setenta u ochenta voy a seguir jugando al golf”, afirmó.
En la actualidad, Tito es el mejor en lo suyo en Gualeguaychú con un hándicap 0, marca muy buena para un golfista amateur. “Soy muy tranquilo en el golf y haberlo aprendido de caddie me favoreció un montón. La verdad que tengo las mañas del golfista amateur y soy consciente que las cosas pueden salir o no, pero tengo la tranquilidad de que sé que es un deporte de tiro a tiro, y si hoy no sale, mañana va a salir, y si no sale mañana, sale pasado. Esa es la cabeza que tenés que tener. No siempre va a salir el tiro o el resultado que querés, lo que necesitas es tener paciencia”, resaltó sobre sus virtudes en esta disciplina.
Entre torneos locales (tiene varios títulos), en la provincia y en otros puntos del país, Di Sabatto juega alrededor de 60 torneos al año. “A nivel amateur vos tenés diez o 15 participantes de 140 que juegan los torneos que fueron profesionales y al dejar de serlo están habilitados para jugar los campeonatos de aficionados. Entonces estar entre los primeros diez en esos certámenes ya es un gran logro. Y yo tuve la suerte, siempre digo, de haber ganado uno”, expresó en referencia a un prestigioso Midd Amateur Nacional ganado en Tortuguitas en diciembre de 2021.
Ser un golfista aficionado y competir en torneos, sobre todo en otras ciudades requiere de mucho esfuerzo económico. “Tengo amigos, yo digo amigos, auspiciantes, como le quieras llamar, que me dan una mano. La verdad que los molesto cada vez que tengo un torneo en Buenos Aires y ya directamente, con un poco de vergüenza, le paso el CBU”, contó entre risas como se la rebusca para costear los viajes e inscripciones cuando va a competir afuera. “También la Dirección de Deportes me ayuda con el combustible”, agregó.
“Hoy los costos para ir a jugar un torneo en Buenos Aires rondan alrededor de 150 mil pesos el fin de semana e incluye la inscripción, estadía y comida”, ejemplificó.
A Di Sabatto le cambia su humor -pese a que siempre se demuestra alegre- cuando habla de golf, sin dudas es su cable a tierra: “El golf es alegría y pasión. Te hablo del golf y sonrío, porque me gusta. Yo creo que si hoy me das a elegir entre el fútbol y el golf, elijo el golf. Disfruté los dos, pero tengo más pasión por el golf”, remató.
Tito tuvo una vida ligada al deporte y piensa seguir con el “palo” y la “pelotita” hasta que el cuerpo diga basta. Tiene un físico privilegiado, como en sus años mozos de futbolista. Goza la vida con plenitud pero no todo fue color de rosa para él, porque poco tiempo después de colgar los botines le detectaron Leucemia. “La enfermedad la tuve más o menos cuando tenía 34 años y a los dos meses me internaron en Paraná de urgencia. Estuve en terapia dos meses, con quimioterapia por pastillas.
Después de dos meses de quimio, pase de pesar 80 a 60 kilos y me habían agarrado dos bacterias en el cuerpo. Cuando me recuperé, la doctora me dio cuatro días para volver a mi casa y regresar a Paraná y así cuatro cada cuatro días, después cada siete, luego 15 y hoy voy cada seis meses a control. Gracias a Dios, desde hace diez años que me vine, hasta ahora, nunca tuve una decaída”, finalizó.
El Dato
Los próximos torneos de Roberto Di Sabatto serán el 6 y 7 de abril en el Golf Club Argentino, el 11 y 12 de mayo en Estancias Golf Club y el Terrón Golf Club el 1 y 2 de junio, los dos primeros en provincia de Buenos Aires y el último en Córdoba.